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2.2 ¿Acceso a la GU? Propuestas de inaccesibilidad parcial

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Empezando con los planteamientos acerca de la accesibilidad restringida a la GU, una de las hipótesis más importantes en la que se basan varios planteamientos actuales es la Hipótesis de los Rasgos Funcionales Fallidos (Hawkins & Chan 1997). En esta hipótesis se sostiene la idea de que la GU está dividida en componentes por los cuales los principios lingüísticos universales están separados de los parámetros ligados al léxico. Este último representa el módulo que contiene, entre otros elementos, las categorías funcionales (cf. Hawkins & Chan 1997:188). Mientras que los principios se consideran accesibles durante toda la vida, se asume un período crítico que concierne a las categorías funcionales, y así imposibilita una refijación de los parámetros. La Hipótesis de los Rasgos Funcionales Fallidos, por lo tanto, postula que únicamente los componentes morfofonológicos de la lengua (los cuales no están parametrizados) pueden ser cambiados por elementos nuevos de la L2. Los rasgos de las categorías funcionales desconocidas de la lengua materna, en cambio, no pueden ser adquiridos como tales, sino que tienen que compensarse por estrategias de aprendizaje que difieren de los procesos a los que recurren los hablantes nativos de la lengua en cuestión. No obstante, la interlengua, aunque se diferencia tanto del sistema de partida como del sistema meta, va a estar –igual que la L1 y la L2– dentro de los sistemas posibles que son compatibles con la GU.

Esta observación conlleva ciertas exigencias a la metodología de estudios empíricos, ya que una convergencia en la superficie no deja concluir con certeza una igualdad de las representaciones. Se necesitan contextos capaces de evidenciar tales diferencias.

Es importante reconocer que las predicciones de la hipótesis se derivan de una comparación entre el sistema de partida (de la L1) y el sistema meta (de la L2) del aprendiz. La Hipótesis de la Interpretabilidad (Hawkins & Hattori 2006, Tsimpli & Dimitrakopoulou 2007) amplía esta idea. En vez de comparar categorías funcionales enteras, sin embargo, se ocupa del estado de los distintos rasgos implicados en la configuración de la gramática. El factor más relevante, en este contexto, es la interpretabilidad. Es decir, la hipótesis continúa la afirmación de que, mientras una parte de la gramática puede ser adquirida en el contexto de la adquisición de una L2, otras partes tienen que ser transferidas de la L1 del aprendiz. Si esta transferencia resulta imposible por la falta de la parte correspondiente en el sistema de partida, se imposibilita el alcance del sistema meta.

Resumiendo, la Hipótesis de la Interpretabilidad se formula así:

“Specifically, the claim is that interpretable features are accessible to the L2 learner whereas uninterpretable features are difficult to identify and analyse in the L2 input due to persistent, maturationally-based, L1 effects on adult L2 grammars.” (Tsimpli & Dimitrakopoulou 2007)

En cuanto a los rasgos interpretables, es decir semánticamente relevantes, no se postula ningún problema persistente de adquisición. Los rasgos no-interpretables, en cambio, solo son adquiribles si se transfieren de la L1. El estado de la interpretabilidad de unos rasgos depende tanto de la lengua en cuestión como de la situación de ellos. Así, por ejemplo, en español el rasgo [1ª persona] que es interpretable en los pronombres donde tiene un significado semántico concreto es no-interpretable en las desinencias verbales (Guijarro-Fuentes 2012, Pesetsky & Torrego 2007). Igualmente, el rasgo de número, [±plural], es interpretable en nombres, pero no-interpretable en los adjetivos concordantes (Judy, Guijarro-Fuentes & Rothman 2008, Zagona 2002). La concordancia representa un proceso meramente sintáctico y no tiene un efecto directo en el significado. Una implicación importante de la Hipótesis de la Interpretabilidad es que sin la existencia de los rasgos no-interpretables en la L1 de donde pueden ser transferidos, estos resultan inadquiribles en la L2.

En cuanto al proceso sintáctico iniciado por los verbos de lenguas que en ellos codifican informaciones relevantes como tiempo, aspecto, modo y la concordancia con el sujeto, la existencia de rasgos no-interpretables resulta crucial. Siguiendo a Chomsky (2000, 2001), el movimiento del verbo se causa por rasgos no-interpretables entre una sonda y una meta que entran en interacción para validar rasgos sin valor. Pesetsky & Torrego (2007) amplían esta idea, y disocian los términos “(no-)interpretable” y “(no-)valuado”, permitiendo todas las cuatro combinaciones posibles. Una implicación de esta disociación es que, en todas las frases naturales, los rasgos no-interpretables se corresponden con reflejos interpretables. En la terminología de Pesetsky & Torrego (2007: 274), se trata de dos instancias del mismo rasgo, y todos los rasgos necesitan poseer al menos una instancia interpretable. Esto nos permite, tanto para los rasgos aspectuales como para los temporales, asumir instancias no-interpretables que provocan el movimiento del verbo. De acuerdo con el modelo sonda-meta, pueden asumirse rasgos interpretables como [±pasado] en T, y [±perfectivo] en GrAsp (núcleo del sintagma del aspecto gramatical; 4.5.3) que funcionan como metas para validar las instancias no-interpretables del mismo rasgo. Estas se manifiestan en la sonda que consiste en las desinencias verbales de la forma en cuestión. La interacción entre esta sonda y la meta causa el movimiento por el cual el verbo sube las categorías funcionales sucesivamente para efectuar las comprobaciones locales de rasgos, e iniciar la eliminación de las instancias no-interpretables.

Según Tsimpli & Dimitrakopoulou (2007), es importante diferenciar entre la Sintaxis Estrecha y las interfaces con la Forma Fonética y con la Forma Lógica (véase Chomsky 1981, 1995) para poder explicar posibles problemas de la adquisición (en este punto concuerdan con la Hipótesis de la Interfaz, Sorace 2004, 2006, 2011; ver abajo →2.3). Al contrario que la posición adoptada por varios otros investigadores, sin embargo, afirman que los problemas más graves de la adquisición no se sitúan en las interfaces mismas, sino que se basan en la interrelación que existe entre la Forma Fonética y la Forma Lógica. Rasgos interpretables poseen una carga semántica, y por lo tanto tienen relevancia en la Forma Lógica. En cambio, aquellos que solamente tienen una manifestación morfo-fonológica y desencadenan procesos sintácticos sin alterar el significado semántico en sí, representan los rasgos no-interpretables. Es decir, los problemas de los aprendices no se consideran privativos a las interfaces, sino que afectan a partes de la sintaxis misma.

La base de la Hipótesis de la Interpretabilidad se constituye en la comparación de los rasgos implicados en los dos sistemas –la gramática de la L1, y el sistema meta, la L2–. Los rasgos no-interpretables de la L2 necesitan ser transferidos de la L1; una adquisición de rasgos no-interpretables desconocidos se considera imposible. Acerca de los rasgos interpretables, sin embargo, no se produce ninguna dificultad. Tanto los conocidos como los desconocidos se adquirirán enteramente.

Algunas características del lenguaje contribuyen a la plausibilidad de la Hipótesis de la Interpretabilidad. Mientras que los principios de la GU, tanto como las computaciones sintácticas y semánticas, representan procedimientos innatos, los diversos rasgos necesitan suficiente input lingüístico para ser fijados, lo que normalmente pasa en los primeros años de vida. La atención necesaria de este input exige recursos cerebrales adicionales, por lo cual Hawkins & Hattori (2006:271) ven una maduración probable, una vez que la fijación de todos los parámetros está completada. Los principios que no necesitan input, en cambio, tampoco influyen en la eficacia. A continuación, los autores argumentan que los rasgos interpretables son necesarios para crear neologismos y ampliar clases de palabras abiertas. Los rasgos no-interpretables, en cambio, no tienen que volver a activarse después de la adquisición completa de la L1. Esto justifica la afirmación que solo los rasgos conectados con clases cerradas, como lo son las categorías funcionales, están sujetos a procesos de fosilización.

En un estudio con hablantes nativos del griego, Tsimpli & Dimitrakopoulou (2007) aportan evidencia a la hipótesis al analizar la interlengua de los participantes que adquieren el inglés como L2. Tambien en este estudio se revela que, al no poder acceder a todos los componentes necesarios, los aprendices desarrollan otros procesos para compensarlos. Es decir, se emplea una estrategia parecida a la predicha por la Hipótesis de los Rasgos Funcionales Fallidos. La única diferencia se halla en la causa: según la Hipótesis de la Interpretabilidad, no se trata de una inaccesibilidad de categorías funcionales enteras, sino de los rasgos no-interpretables que desencadenan la necesidad de compensarlos. En ambos casos, sin embargo, emergen modelos de aprendizaje que los aprendices mismos construyen sin que haya procesos equivalentes ni en el sistema de partida ni en el sistema meta.

Esta estrategia de aprendizaje también la subrayan Hawkins & Hattori (2006) en su artículo, destacando el hecho de que, aunque no concuerda con los procesos que aplican los hablantes nativos del sistema meta, asimismo es compatible con los principios proveídos por la GU:

“Where, however, the target language has selected an uninterpretable syntactic feature that is not available to the L2 speaker through primary language acquisition, other options provided by UG will need to be accessed to represent the phenomenon in question in the grammar.” (Hawkins & Hattori 2006: 273).

En el estudio de Hawkins & Hattori (2006), eso se demuestra a partir de unos aprendices japoneses de inglés como L2 cuyos juicios de gramaticalidad acerca de ítems gramaticales que contienen fenómenos del movimiento wh concuerdan con los del grupo de control nativo del estudio. En los casos de los ítems agramaticales, sin embargo, se revelan divergencias significativas por las cuales los investigadores justifican la existencia de una estrategia desviada del sistema meta. Las causas de esta estrategia desviada se hallan en las características del sistema japonés que no comparte los rasgos no-interpretables del inglés.

En Figura 1, se ilustran las predicciones de la hipótesis de manera gráfica. En aquellos casos en los que la adquisición resulta imposible, el aprendiz tiene que recurrir a estrategias cognitivas para compensar la inadquiribilidad.

Las ideas de la Hipótesis de la Interpretabilidad están ampliadas y especificadas algo más al considerar los efectos de frecuencia para explicar los procesos concretos del desarrollo de la interlengua. En un estudio acerca de la morfología verbal de los verbos copulativos y auxiliares del inglés, Hawkins & Casillas (2008) concluyen que también en casos en los que los aprendices consiguen transferir rasgos no-interpretables de su lengua materna y, por lo tanto, su interlengua puede diferir del sistema meta. Aunque la gramática resulta la misma, se distinguen las entradas del vocabulario consolidadas por una exposición a input lingüístico. Esta propuesta explica tanto la opcionalidad persistente observada en hablantes avanzados (cf. Sorace 2003, →2.3) cuando su L1 difiere del sistema meta respecto a los rasgos no-interpretables, como actuaciones llamativas en otras poblaciones en las que aún no se ha llegado a un dominio completo. Puesto que estos últimos están en un proceso de reestructuración de rasgos aún no completado, se hace plausible la dependencia de efectos de frecuencia.

Figura 1:

Ilustración de la Hipótesis de la Interpretabilidad

La adquisición del sistema verbal español por aprendices alemanes y el papel del aspecto gramatical

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