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De pequeño, Poldy, el menor de cinco hermanos, jugaba en la herrería y cerrajería artesanal de su padre. Armaba sus juguetes con retazos de materiales que le acercaban su padre, los aprendices y los trabajadores. A medida que fue creciendo ayudaba cada vez más a papá Berthold aprendiendo el oficio de cerrajero artesanal. Se capacitó en todo tipo de soldadura de metales. Le gustaba fundir, unir, rellenar, ensamblar, soldar y crear pequeñas esculturas, arte en metal. Pero Berthold, su padre, lo rigoreaba en el aprendizaje del trabajo: “tu futuro”, le decía.


Berthold Fleischer con sus hijos Poldy, en el centro detrás del padre, Willy, atrás en la extrema izquierda, entre los

aprendices de cerrajero

Ya como joven aprendiz entrenado recibió de su padre y de los examinadores técnicos el diploma como “oficial cerrajero” consagrado, “capacitado para salir al mundo laboral por sus propios medios”.


Certificado de Cerrajero que recibió Poldy Fleischer

en Junio de 1930

Pero Poldy tenía otras ideas, observaba otra realidad socio-política a su alrededor.

Continuó trabajando con su padre en la herrería y, a la par, dirigía grupos juveniles en la Federación de la Juventud Judeo-alemana de su ciudad, en la sinagoga a la que asistía junto con Berthold todos los viernes para el Shabat.

El Movimiento juvenil “Ring” (“Anillo”), creado a fines de 1935 en Berlín, adherente a dicha Federación, se dedicaba a tratar de salvar del nazismo al mayor número posible de jóvenes judeo-alemanes que lo integraban, a su formación integral enseñándoles la cultura y tradiciones judías, los preparaba como artesanos además de instruirlos en nociones de “scoutismo”. Ni bien arribado a Berlín, Poldy se acercó al “Ring” para formar parte y colaborar con sus fundadores Kurt Julius Riegner y Günter Friedländer.

Poldy ya venía dedicándole a los niños y adolescentes de la agrupación juvenil de su comunidad los sábados y domingos regularmente desde mucho antes.

Juegos de estrategia, búsquedas con largas caminatas a través de senderos boscosos en plena montaña, campamentos, artesanías con elementos de la naturaleza para la supervivencia. Era diciembre de 1934. Con sus veinte años era el líder de un grupo de adolescentes de su comunidad.

Describió y dibujó en su diario:

“21.XII.34… veinticuatro camas completan el ambiente, una mesa, una buena estufa. Está todo. Hasta un lavatorio y una letrina. Está todo lo que necesitamos. La adecuación y el armado tardaron hasta las siete de la tarde…



… Es viernes, es Shabat. Tenemos el vino y el pan trenzado. Preparamos la cena, el Kidusch1. Encendimos las velas, bendijimos el pan y el vino.

Para la cena hubo verduras calientes con papas y cada uno recibió un pedazo de chorizo. ¡Esto sí que gustó! Una vez que los jóvenes se recuperaron y fortalecieron con la cena nos reunimos para charlar, cantar nuestras canciones de campamento y finalmente a las camas.

Me quedé organizando las actividades para mañana. Debían funcionar perfectamente y a horario…”

“25.XII.34, 9 horas. Despertar. Desayuno. Primero una carrera campo traviesa. Luego formar para la primera excursión en esquí…


... Todo sale bien. No pasó nada, todos llegan perfectamente. En la base la muchachada se divirtió y estaban felices. Esto lo pudieron lograr porque arriba habían comido caliente…”2



1 El kidush (del arameo: Santificación) es una bendición que se recita sobre el vino durante el Shabat y otras festividades judías

2 Dibujos realizados por Poldy y textos traducidos tomados de su diario personal “Tage und Freinoten Buch” (en castellano: Diario y libro de notas sueltas)

Del largo adiós al encuentro

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