Читать книгу Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices - Tracy Hogg - Страница 29
¿HAS VUELTO AL TRABAJO?
ОглавлениеEntre los primeros cuatro y seis meses, muchas madres vuelven a su anterior empleo o bien empiezan a trabajar a media jornada. Algunas lo hacen porque lo necesitan, otras porque quieren. Sea como sea, el cambio puede causar problemas técnicos en la rutina E. A. S. Y.
• Antes de que volvieras al trabajo, ¿tu bebé estaba ya acostumbrado a la rutina? Cuando se trata de bebés, una buena norma general es no hacer nunca demasiados cambios de golpe. Si sabes que vas a regresar al trabajo, instaura la rutina E. A. S. Y. al menos un mes antes. Si ya has comenzado a trabajar, quizás tendrás que pedir un par de semanas libres para estabilizar la situación en casa.
• ¿Quién se hace cargo del bebé durante tu ausencia? Y esa persona, ¿entiende la importancia de una rutina y hace que tu hijo la siga? El comportamiento de tu bebé, ¿es diferente con la persona que lo cuida o en la guardería que cuando está contigo? El método E. A. S. Y. no funciona si no se mantiene con rigor. Puede que no sepas con certeza si tu canguro o la persona que se encarga de tu pequeño cumple la rutina que le has especificado, excepto si el bebé parece «pachucho» cuando vuelves a estar con él. Por otro lado, también puede que esa persona sea más estricta que tú con la rutina de tu hijo. Algunas madres, sobre todo cuando les da un ataque de culpa, hacen que la estructura se tambalee; por ejemplo, piensan: «Ya sé que no le toca… pero lo dejaré despierto un poco más y al menos así podré pasar un ratito con él».
• ¿Cuánto se involucra papá? Si estás intentando hacer algunos cambios en la rutina de tu hijo, ¿hasta qué punto estás dispuesta a permitirle a tu pareja que se implique? Me doy cuenta de que muchas madres me dicen que quieren seguir un plan estructurado pero, en realidad, luego no lo llevan a cabo. Sus compañeros, en cambio, que quizás son los que menos están en casa, son más disciplinados a la hora de aplicar una rutina.
• Aparte de tu regreso al trabajo, ¿se ha producido algún otro gran cambio en tu hogar? Los bebés son seres muy sensibles. Sintonizan con su entorno más inmediato de un modo que nosotros todavía no alcanzamos a comprender. Sabemos, por ejemplo, que los bebés de madres deprimidas también tienen tendencia a llorar más. Por tanto, un cambio en el trabajo, un traslado, una nueva mascota, alguna enfermedad en la familia o, en definitiva, cualquier cosa que perturbe el equilibrio del hogar, también puede provocar un trastorno en la rutina de tu hijo.