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Оглавление1 La frase recoge una idea central en el método de Paléfato. Cf. G. F. OSMUN, art. cit., pág. 136.
2 Meliso de Samos (siglo v a. C.) fue discípulo de Parménides y uno de los últimos representantes de la escuela eleática; la cita de MELISO (30 B 11 D.-K.) propuesta por Paléfato expresa bien el pensamiento de este autor. En cambio, no sabemos de ningún Lamisco de Samos, aunque sí se conoce a un individuo de este nombre vinculado a los ambientes pitagóricos de la Magna Grecia; lo más probable es que la indicación «de Samos», correcta en el caso de Meliso, se haya extendido a Lamisco por error.
3 Según el mito, Ixión, rey de los lapitas, quiso forzar a Hera. Zeus puso en su lugar una nube que quedó embarazada de Ixión; como resultado de ello nacieron los centauros. En la peculiar versión de Paléfato, los centauros no nacen de una nube sino que proceden de una aldea llamada Nube.
4 Según Paléfato, el nombre de los centauros (Kéntauroi) procede de «asaetear (kent-) los toros (taûroi)»; el verbo que traducimos como «acribillar» es el compuesto katakentánnymi.
5 Larisa, ciudad de Tesalia, pasaba por ser la patria de Ixión. Los lapitas, a los que se menciona seguidamente, invitaron a los centauros a la boda de Pirítoo e Hipodamía, en el curso de la cual se produjo el enfrentamiento entre lapitas y centauros del que habla ya HOMERO (Odisea XXI 295-304).
6 Desde «según el cual...» la frase es considerada interpolación por M. SANZ («Cuatro notas al texto de Paléfato», en J. de la Villa et alii (eds.), Quid ultra faciam?, Madrid, Univ. Autónoma, 1994, págs. 193-197).
7 Según ANTONINO LIBERAL (41), el problema de Minos consistía en que, al eyacular, expulsaba serpientes y escorpiones. Prócride, la primera esposa mortal de Céfalo, obtuvo de Minos (o de Ártemis) la jabalina y el perro que regaló después a su marido. Hemos rellenado la laguna identificada en este lugar por la edición de FESTA (op. cit.) de conformidad con el contenido del mito.
8 En el capítulo 15 Paléfato propondrá una racionalización similar para explicar el rapto de Europa, quien según él no fue arrebatada por un toro sino por un hombre llamado Toro.
9 El editor del texto identifica una laguna en este lugar.
10 Los Espartos (Spartoí) son, literalmente, «los (hombres) sembrados», o bien (cf. infra) «diseminados».
11 En griego, drákōn, de donde procede en castellano «dragón» y el nombre del rey de Tebas que aparece seguidamente en el relato, «Draconte». La serpiente que Cadmo mató era hija de Ares según el mito, como también es hijo de este dios Draconte en la racionalización de Paléfato.
12 Fénix, epónimo de los fenicios, es pariente de Cadmo según el mito (aunque no necesariamente su hermano como en Paléfato). De un enfrentamiento entre Fénix y Cadmo no se habla en ningún otro lugar de la literatura griega.
13 Cadmea, «tebana», en función de que Cadmo pasaba por ser el fundador de la ciudad de Tebas. Nótese que en el mito la Esfinge posee habitualmente cuerpo de león, no de perro. La sustitución del león por el perro está condicionada por la racionalización posterior: es más verosímil que Cadmo tenga en casa un perro y no un león.
14 En HESÍODO (Teogonía 326) la Esfinge recibe el nombre de Phíx, de donde deriva Phíkion óros, «monte de la Esfinge».
15 Si se quedó con su fortuna hay una contradicción con lo dicho en el capítulo previo sobre el destino de los colmillos de elefante.
16 Monte de Beocia, situado en las proximidades de Tebas. La leyenda del zorro del Teumeso, al que no podía capturar ningún animal, aparece ya en un fragmento dudoso de los Epígonos de época arcaica (fr. 5 Bernabé).
17 Éste es el mismo Céfalo del que ya había hablado PALÉFATO (2). El perro, regalo de su esposa Prócride, cobraba todas las presas menos este zorro inalcanzable. Según ERATÓSTENES (33), Zeus resolvió la aporía petrificando al zorro y catasterizando (transformando en astro) al perro.
18 La versión más habitual del mito de Acteón (cf. PS.-APOLODORO III 4, 4) dice que este héroe cazador fue objeto de la venganza de la diosa de la caza, Àrtemis, a quien había visto desnuda de manera involuntaria. La diosa castigó al transgresor de la forma que narra a continuación Paléfato. Nótese que el mitógrafo evita pronunciarse sobre si la diosa fue o no agente de la transformación: al obviar el dato, elude también racionalizar a los dioses como causa de metamorfosis; procede de la misma forma en 13-15, 42.
19 Este Diomedes no es el héroe del ciclo troyano sino el rey de Tracia cuyas yeguas carnívoras hubo de capturar Heracles como uno más de sus doce trabajos.
20 Obsérvese la similitud con el relato previo sobre la suerte de Acteón.
21 Níobe se jactó de su numerosa progenie, mucho más abundante que la de Leto. Los hijos de ésta, Apolo y Ártemis, vengaron la afrenta matando a todos los vástagos de Níobe. Los dioses, compadecidos de su dolor, la transformaron en piedra.
22 Es decir, «de mármol», en referencia a las canteras de Paros explotadas en la Antigüedad para obtener esta piedra.
23 De la vista prodigiosa de Linceo se hacían ya eco las Ciprias (fr. 15 Bernabé) en época arcaica.
24 Cénide, hija del lapita Élato, recibió dos dones de Posidón: convertirse en varón (Ceneo) y ser invulnerable.
25 En la leyenda griega coexisten diversos personajes llamados Cicno. El individuo del que habla aquí Paléfato no es el Cicno de Colonas (hijo de Posidón y Escamandródice) sino un héroe, vástago de Posidón y Cálice, que figuraba en las Ciprias (cf. argumento, pág. 42 Bernabé).
26 «Aquéllos», en plural, en referencia a Ceneo y Cicno.
27 Dédalo había sido acusado de explicar a Ariadna el ardid del ovillo gracias al cual pudo salir Teseo indemne del laberinto de Creta. A ello aluden p. ej. VIRGILIO (Eneida VI 28-30) y PS.-APOLODORO (Epit. I 9 y 12).
28 «Icario» es el nombre que recibe la zona del mar Mediterráneo que rodea la isla de Samos y baña las costas de Jonia y Caria.
29 Esta narración ejemplifica cómo recurre Paléfato al error de percepción como procedimiento para racionalizar el mito. Según la versión tradicional, la razón de la metamorfosis de Atalanta y Milanión fue que la cueva en la que se unieron era un recinto sagrado, dedicado a la Madre de los Dioses (OVIDIO, Metamorfosis X 560-707) o a Zeus (PS.-APOLODORO III 9, 2).
30 Por intervención de Ártemis, dato que Paléfato evita mencionar (cf. n. 18).
31 HERÓDOTO (I 2, 1) ya había propuesto una racionalización del mito de Europa; este historiador transmite la versión persa según la cual fueron unos griegos (cretenses) quienes condujeron a Europa de Fenicia a Grecia.
32 La referencia a la hondonada (en koílōi chōríōi) racionaliza el caballo hueco (koílōi) de madera.
33 Paléfato está haciendo referencia a la historia narrada en HOMERO, Odisea X 1-76.
34 El término mêla, aquí empleado, significa tanto «ganado menor» como «manzanas»; como en otras ocasiones, Paléfato explica el mito a partir de un error de comprensión lingüística.
35 Parece que, por lógica, ha de suplirse así la laguna que se encuentra en este punto en los manuscritos.
36 La puntillosa observación de Paléfato tiene por objeto explicar por qué se habla de las manzanas de las Hespérides y no de las manzanas de Héspero.
37 Como en el capítulo 3, es fundamental en la argumentación de Paléfato la confusión entre drákōn, el animal (serpiente o dragón), y Drákōn, nombre de persona (Draconte).
38 Pero el mito tradicional no dice en ningún momento que Coto y Briáreo (más Giges) fueran hombres. Según HESÍODO (Teogonía 147-153) eran hijos monstruosos de Tierra (Gea) y Cielo (Urano). Este capítulo 19 es el único (entre 1 y 45) en el que se narra una historia sobre los dioses olímpicos.
39 «Y Giges» es una interpolación que aparece en algunos manuscritos al objeto de eliminar la discrepancia con la versión tradicional del mito, según la cual los Centímanos eran tres.
40 La descripción que hace Paléfato coincide sólo parcialmente con la descripción tradicional que propone en HOMERO (Odisea XII 86 ss.) el protagonista de la epopeya: según éste, Escila está dotada de doce patas y seis cabezas armadas con tres filas de dientes. Se ha de recordar además que en griego skýlax («Escila») designa el cachorro de un perro.
41 En la literatura griega resultan habituales las menciones a los tirrenos o etruscos como pueblo dedicado a la piratería. Véase p. ej. Himno Homérico VII 8 ss.
42 La patria tradicional de Alcínoo era Esqueria (cf. HOMERO, Odisea VI ss.). Pero ya en la Antigüedad se había ìdentificado esta isla con Corcira (Corfú).
43 El texto distingue entre andriantopoioí y agalmatopoioí, es decir, escultores de imágenes humanas y divinas.
44 Región situada al norte de Macedonia. Habitualmente se considera que Fineo era natural de la vecina región de Tracia.
45 El texto que aparece entre paréntesis angulares es el suplemento que FESTA propuso en el aparato crítico de su edición para rellenar la laguna identificada por él en este lugar. La deformación de un nombre en labios de los bárbaros (de Harpiria surge Harpías) aparece también como motivo en el capítulo 37.
46 Cetes y Calais aparecen en la leyenda de los argonautas como hijos de Bóreas, el viento del norte.
47 Erisictón ofendió gravemente a Deméter, quien le castigó con un hambre insaciable que agotó las propiedades de su padre Tríopas, según narra CALÍMACO (Himno a Deméter). Su hija Mestra (a la que no menciona Calímaco) empleó, para alimentarlo, la capacidad de metamorfosearse que le había concedido Posidón.
48 En el mar Negro y, por tanto, en el extremo oriental del Mediterráneo, lo cual contrasta con lo afirmado por las versiones más habituales del mito, según las cuales Geriones habitaba en Occidente, «más allá del Océano» (HESÍODO, Teogonía 294).
49 La captura del rebaño de Geriones fue otra de las misiones de Heracles según el canon de sus doce trabajos; al episodio alude ya en dos lugares HESÍODO (Teogonía 287-294, 982-983).
50 En los capítulos 25-27 se agrupan narraciones referidas a distintos personajes de nombre Glauco. Por su tema y su redacción, este apartado 25 presenta semejanzas notables con 6 y 7.
51 La historia de este Glauco y su resurrección aparece expuesta también en la Biblioteca del PS.-APOLODORO (III 3, 1).
52 Recuérdese que también en los capítulos 3 y 18 se había jugado con la identificación entre drákōn y Drákōn, «serpiente» («dragón») y «Draconte».
53 El personaje al que se refiere Paléfato, del que también habla HERÁCLITO (10), era oriundo de Antedón, localidad costera del norte de Beocia. En ocasiones (Platón, Filóstrato, Ovidio) se le atribuye figura de pez.
54 En los territorios de Amisódaro o Amisodares, rey de Caria, se suponía que habitaba la Quimera, monstruo que Paléfato describe siguiendo a Homero. El verso que se cita a continuación procede de la Ilíada (VI 181); se halla asimismo interpolado en HESÍODO (cf. Teogonía 323-324), donde se añade el detalle de que la Quimera espiraba fuego.
55 Especulación etimológica que, según M. SANZ (Mitógrafos griegos, Madrid, Akal, 2002, pág. 241), relaciona el nombre de Pegaso (Pḗgasos) con el verbo pḗgnymi, «fijar», «dar forma estable» y, a partir de aquí, «construir» (p. ej., un barco: cf. Ilíada II 664). El racionalismo de Paléfato transforma igualmente en barcos otros seres prodigiosos en los capítulos 20 y 29.
56 Enómao, rey de Pisa (Olimpia), había prometido la mano de su hija a quien pudiera huir con ella en un carro que corriese más rápido que el suyo.
57 En opinión de J. STERN (Palaephatus. On Unbelievable Tales, Wauconda, Bolchazy-Carducci, 1996, pág. 61), en la laguna que se encuentra en los códices podría decirse algo así como que la segunda esposa de Atamante conspiraba contra Frixo.
58 El texto no es seguro en este lugar. La referencia a Mérope responde a una conjetura de FESTA (op. cit., pág. XXVIII) que modifica la genealogía según la cual Cos era hija de Mérope, no su madre. Hay, además, un juego etimológico implícito entre el nombre propio Kôs y kôas, kṓdion, «vellón», «vellocino».
59 Otra versión de este mito la atestigua HERÁCLITO (13). Las Fórcides o Grayas («las viejas») se llamaban Penfredo, Enio y Dino; eran fruto de la unión de Forcis y su hermana Cetó. El texto de Paléfato habla seguidamente de una única Gorgona, si bien en realidad las Gorgonas (hermanas de las Grayas) son tres en el mito griego: Esteno, Euríale y Medusa; esta última era la única mortal y fue su cabeza la que cortó Perseo por orden de Polidectes. Sobre Perseo y las Gorgonas, cf. la versión de ERATÓSTENES (22).
60 Polidectes es el rey de Sérifos que pretendía a Dánae, madre de Perseo. Le encargó a éste que trajera a su presencia la cabeza de la Gorgona Medusa.
61 Recuérdese que, como se dijo en n. 59, éstos son los nombres de las Gorgonas, no de las Fórcides o Grayas.
62 Según las Ciprias (fr. 32 Bernabé), Sarpedonia era el hogar de las Gorgonas.
63 El texto de los códices se halla corrupto en este lugar. Lo que traducimos es conjetura de FRÖHNER (cf. FESTA, op. cit., pág. XXIX); del río Janto había hablado Paléfato en el capítulo 28 pero los patareos (en los códices se lee patēriâtai) son un pueblo desconocido por otras fuentes.
64 Las cañas que portan estas mujeres cumplen la función de tirsos, característicos de Dioniso y su cortejo de ménades.
65 Pandora fue creada por Zeus no para que ella diera forma a otros seres sino para que el dios supremo se vengara de Prometeo y los hombres (cf. HESÍODO, Trabajos y Días 60-89).
66 En HESÍODO (Trabajos y Días 145), dentro del relato del Mito de las Edades, se dice que los hombres de la edad de Bronce surgieron de los fresnos. Ahora bien, estos hombres no son, dentro del citado mito, los de la primera generación sino los de la tercera.
67 Heracles desempeña un papel principal en otros ocho capítulos del libro de PALÉFATO (18, 24, 37-40, 44-45). Es especialmente de lamentar que este capítulo 36 presente un texto tan fragmentario pues el mito que se refiere en él (del cuerpo de Heracles brotan hojas) no nos es conocido por otras fuentes. Sobre la posible interpretación de este fragmento, cf. STERN, op. cit., págs. 67-68.
68 Kêtos, «Ceto», designa en griego la ballena (cf. cetáceo) y, más en general, cualquier monstruo marino. No debe confundirse con Zêthos, «Zeto», constructor de las murallas de Troya (cf. PALÉFATO 41).
69 En este apartado, Paléfato ha racionalizado una leyenda troyana a la que alude en diversos momentos HOMERO (Ilíada V 638-651, XX 144-148, XXI 441-457). De acuerdo con esta leyenda, Laomedonte, rey de Troya, se había hecho objeto de las iras de Posidón, quien envió contra el país un monstruo marino; según un oráculo, el rey sólo podría alejar del país al monstruo si le ofrecía como tributo a su hija Hesíone; antes de que ésta fuera devorada, apareció en el lugar Heracles, quien mató al animal y salvó a la muchacha.
70 Según el testimonio de ERATÓSTENES (11), PANIASIS narraba en su Heraclea (fr. 6 Bernabé) que un cangrejo tomó partido en favor de la Hidra de Lerna cuando Heracles se enfrentaba con ésta; después de que lo mordiera en el talón, el héroe aplastó el animal con su pie.
71 El texto cita, junto a las bien conocidas poblaciones de Argos, Micenas y Lerna, el topónimo Tirena, desconocido por otras fuentes; distintos críticos han propuesto sustituir esta forma por Tirinte (WESTERMANN) o Trecén (FESTA).
72 La referencia al fuego empleado por Yolao aporta un detalle importante: para impedir que las cabezas de la Hidra rebrotaran, el punto de donde eran cortadas debía ser cauterizado. Por otro lado, en esta frase existe un problema textual pues, como ya indicó FESTA en su aparato crítico, el participio pephykóta que acompaña a pýrgon («baluarte») no debe de ser correcto; por tal motivo no hemos recogido en la traducción dicho participio.
73 Véase lo dicho antes por PALÉFATO (24) a propósito de Geriones y la ciudad de Trescabezas.
74 HESÍODO (Teogonía 306-312) cuenta ya que los perros Ortro y Cerbero, hijos de Equidna y Tifón, pertenecían respectivamente a Geriones y Hades.
75 Ténaro es un cabo del Peloponeso donde se hallaba, según la tradición, una de las entradas al Hades.
76 Entre las tragedias de Eurípides conservadas se encuentra una Alcestis, cuyos protagonistas son esta heroína, su marido Admeto y Heracles.
77 FESTA considera en su edición que el texto editado entre corchetes es una interpolación antigua.
78 Alcestis no colaboró con sus hermanas en el plan de cocer en un caldero a su padre Pelias para devolverle así la juventud, según les prometió la maga Medea (cf. PALÉFATO 43).
79 Sobre estos animales, cf. lo que dice el propio PALÉFATO (7).
80 En su Catálogo de las mujeres (HESÍODO, fr. 182 Merkelbach-West).
81 Laguna identificada por FESTA. SANZ (op. cit., pág. 253) supone que los dos aspectos del mito que Paléfato podía criticar aquí de manera más obvia eran el hecho de que una vaca hubiese cruzado un mar tan vasto (cf. PALÉFATO 15, a propósito de Europa) o que un ser humano se metamorfoseara en animal.
82 Hera es la diosa del matrimonio. Por ello, la infracción de su sacerdotisa resulta tanto más grave.
83 FESTA identifica en su edición una laguna en este punto. Tal posibilidad es discutida y rechazada por STERN (op. cit., pág. 74).
84 Pelias, al que se refiere Paléfato en el capítulo 40. En los Nóstoi cíclicos (fr. 7 Bernabé) se hablaba también de cómo Medea despojó de la vejez a Esón, el padre de Jasón, al cocerlo dentro de un caldero.
85 Laguna identificada por FESTA en su edición.
86 Heracles se tuvo que vender como esclavo para expiar la muerte de Ífito, al que había asesinado en un arranque de locura. Se hizo con él Ónfale, reina de Lidia, quien lo tuvo a su servicio durante tres años; según algunas fuentes (p. ej. OVIDIO, Heroidas IX 53-118), la reina tuvo de Heracles un hijo llamado Lamo.
87 Laguna identificada por FESTA.
88 Amaltea era la ninfa cretense cuya cabra amamantó a Zeus; las versiones racionalistas del mito dan directamente el nombre de Amaltea a la cabra. El cuerno de este animal era, según la leyenda, un auténtico «cuerno de la abundancia», según la creencia que aquí rebate Paléfato. De la relación de Heracles con el cuerno habla PS.-APOLODORO (II 7, 5).
89 Desde «y los pintores...» la frase es considerada interpolación por SANZ, art. cit., pág. 195. Ciertamente, la referencia a la iconografía del héroe es insólita dentro del conjunto de las Historias increíbles.
90 Los capítulos 46 y siguientes son considerados por FESTA y los críticos como un añadido ajeno a la obra original de Paléfato. El estilo de estos capítulos es, en efecto, diferente, peculiaridad que hemos procurado reproducir en nuestra traducción. Nótese el papel protagonista que se les concede a los dioses y la ausencia de interpretaciones racionalistas.
91 Amiclas se hallaba en las proximidades de Esparta. Por su parte, Zéfiro es el viento borrascoso que sopla del oeste.
92 Apolo lanzó el disco que, desviado por su rival, el Zéfiro, alcanzó a Jacinto.
93 Esas letras que supuestamente son visibles en el jacinto son, según las fuentes, AIAI (= expresión de lamento), o bien la letra hýpsilon con la que comienza el nombre griego de Jacinto (Hyákinthos, Yákinthos si no se nota la aspiración).
94 En realidad debía de ser una antigua divinidad menor de la naturaleza, asimilada por los griegos a la figura de un sátiro o sileno.
95 Le restaban hermosura al deformar su rostro cuando inflaba los carrillos para poder soplar.
96 La pretensión de autopsia resulta notable.
97 Según la leyenda (cf. MENANDRO, fr. 258 Kassel), Safo se suicidó arrojándose desde la roca de Léucade al verse desdeñada por Faón. De Faón se habla en SAFO, fr. 211 Lobel-Page.
98 El verdadero protagonista de este relato no es el río Ladón sino su hija Dafne, «laurel» en griego: ésta es la planta que, como se dirá seguidamente, brotó al desaparecer la muchacha bajo tierra. Dafne fue acosada por Apolo («el Pitio») según el mito tradicional.
99 Entendemos la frase en el sentido de que el texto le asigna un papel fundamental al laurel en relación con el oráculo de Delfos (que, por cierto, no se halla en Beocia sino en la Fócide).
100 Sobre los festivales celebrados en honor a Hera en Argos, cf. W. BURKERT, Homo necans, 2a ed., Berlín, Gruyter, 1997, págs. 183-189.
101 La historia narrada en el segundo párrafo se atestigua por vez primera en HERÓDOTO (I 31), donde los dos jóvenes llevan los nombres de Cléobis y Bitón.
102 El texto propone una etimología popular para el nombre de Orión; nuestra traducción, que no es totalmente literal, intenta recrear el juego etimológico del texto griego.
103 El relato del catasterismo de Orión aparece en ERATÓSTENES (7 y 32).
104 Del mito de Faetonte existió con anterioridad una versión trágica que conservamos en estado fragmentario (EURÍPIDES, Faetonte; cf. frs. 771-786 Kannicht).
105 Río legendario, de ubicación incierta, habitualmente identificado con el Ródano o con el Po.