Читать книгу Un Meta-Modelo Cristiano católico de la persona - Volumen I - William Nordling J. - Страница 16
¿CÓMO BENEFICIA LA VISIÓN DE LA PERSONA DEL MMCCP AL CLIENTE?
ОглавлениеLa visión del Meta-Modelo de la persona mejora la atención al cliente en algunos aspectos, que son a la vez únicos y profundos. La premisa principal del Meta-Modelo de que cada cliente está hecho a imagen de Dios, y por lo tanto es fundamentalmente bueno y posee una dignidad innata, tiene implicaciones significativas en la relación terapéutica. La visión del Meta-Modelo de la persona ayuda a enfocar la conciencia del profesional clínico sobre su cliente, que, por ejemplo, puede haber tomado malas decisiones en su vida, haber cometido actos malvados, exhibir desórdenes de personalidad, mostrar síntomas psicóticos o tener opiniones racistas, pero que sigue siendo fundamentalmente bueno y en posesión de dignidad. Ciertamente, la mayoría de los profesionales clínicos de buena voluntad, utilicen o no el Meta-Modelo, luchan por mantener este tipo de examen cuando se enfrentan a clientes desafiantes. Estos esfuerzos de los profesionales clínicos por tener presente la dignidad de la persona no suelen estar motivados explícitamente por ninguna teoría de la personalidad o comprensión de la persona adquiridas durante su formación de postgrado. Lo que se pretende enfatizar es que el Meta-Modelo es explícito sobre la bondad y dignidad del cliente, bajo una forma no presente en general en las teorías de personalidad o intervenciones terapéuticas existentes. Y, lo que es más importante, el firme soporte que tiene el profesional de la salud mental en la realidad de la bondad y dignidad de su cliente permite fomentar la verdadera caridad y compasión, lo que, a su vez, mantiene y fortalece la relación.
El Meta-Modelo también beneficia al cliente, generando un profundo respeto por la singularidad de cada uno de ellos. Un importante avance en el campo de la salud mental es el creciente reconocimiento de la bondad fundamental de la cultura, y más ampliamente la incorporación a ella del respeto a la diversidad. El Meta-Modelo facilita este desarrollo, añadiendo algunas ideas sobre la singularidad de la persona y la importancia de la cultura. En el caso del Meta-Modelo, el respeto a la diversidad comienza a nivel del individuo. Este cliente específico es reconocido como persona única e irrepetible, que dispone de una vocación única. Por ejemplo, supongamos el caso de una cliente que es una mujer casada, creada únicamente por Dios y llamada a ser la esposa de un hombre y madre de un niño. Esta persona dispone de un conjunto único de talentos, está llamada a una vida única de servicio, dirigida a traer la bondad al mundo. Ella es amada por Dios y está llamada a responder a una relación única con Dios (el Trascendente).
Además, el Meta-Modelo ayuda a la atención al cliente, añadiendo matices a la comprensión y valoración de la cultura de cada uno de ellos, así como otros, como pueden ser los aspectos relacionados con la diversidad. En el Meta-Modelo, la cultura se considera como fundamentalmente buena, ya que enseña y facilita muchos bienes humanos básicos, que permiten alcanzar la prosperidad, facilitando a la vez las relaciones personales y de comunidad; las normas morales y su contribución para vivir una vida digna; el trabajo, el ocio y la celebración con sentido. El Meta-Modelo aporta una comprensión realista de la cultura, en el sentido de que, aunque la cultura sea de vital importancia para formar la identidad del cliente y promover su prosperidad, esta también es imperfecta a la hora de enseñar cómo hacerlo y promover la realización de la persona.
Por esta razón, el Meta-Modelo alienta al profesional de la salud mental a valorar y respetar la cultura, pero a la vez evita la idealización de esa cultura. Los aspectos de la cultura del cliente que fomentan la realización se consideran buenos, mientras que los aspectos de la cultura que impiden su realización se consideran barreras para el bienestar del cliente. Por ejemplo, si una cultura apoyase la fidelidad en el matrimonio, y otra no, en ese caso, y con respecto a la necesidad de fomentar el compromiso vocacional del cliente sobre el matrimonio, una cultura particular podría ser vista como una mejor maestra, al ser una buena ayuda, tanto para el cliente como para el profesional clínico.
En resumen, el Meta-Modelo no acepta una visión relativista de que todos los aspectos de una cultura dada son inequívocamente buenos o que no hay forma de evaluar las influencias de una cultura dada como positivas o negativas. Sin embargo, esos juicios sobre la cultura no deben dejarse en manos de las experiencias subjetivas de la vida, o de los posibles prejuicios culturales del cliente o del profesional clínico. Deben basarse tanto en la naturaleza humana objetiva reconocida por el Meta-Modelo como en las sanas experiencias de cada cliente y su cultura.
Finalmente, el Meta-Modelo ayuda a beneficiar al cliente, fomentando un profundo respeto por su derecho a tomar sus decisiones en la vida y buscar su realización siguiendo su conciencia. En el ámbito de la salud mental, uno de los principios éticos más importantes es el imperativo de que el profesional clínico evite ejercer una influencia indebida en la relación con su cliente, o que comprometa la autonomía y derecho del cliente a tomar sus propias decisiones sobre su vida. Las tentaciones de transgredir estos principios éticos son más fuertes cuando el profesional clínico cree que el cliente está cometiendo un error, que tendrá consecuencias negativas, o cuando el profesional clínico cree que existe una mejor solución para un problema. El Meta-Modelo presta un énfasis especial en el hecho de que cada cliente es fundamentalmente bueno, tiene una dignidad inherente, es volitivo o libre, es un ser moral y es responsable de discernir sus vocaciones (por ejemplo, casarse o no casarse, y qué trabajo de la vida quiere seguir). Contemplar al cliente bajo esta luz permite ayudar al profesional clínico a evitar la tentación de producir una influencia inadecuada, ya que esto violaría la libertad del cliente de prosperar siguiendo su conciencia. También ayuda a los profesionales clínicos a aceptar humildemente que no pueden saber con certeza cómo Dios está llamando a un cliente único a prosperar.