Читать книгу Clústeres Logísticos - Йосси Шеффи - Страница 34
Innovaciones financieras
ОглавлениеLos talentosos pintores, escultores y otros artistas solo necesitaban un ingrediente crucial para el éxito: dinero; el mismo ingrediente que los incipientes empresarios de hardware y software necesitaron 500 años después para crear el auge de la alta tecnología de finales del siglo XX. Además, tanto el crecimiento de la Florencia del Renacimiento como el de Silicon Valley tuvieron que incluir innovaciones financieras que promovieron las respectivas oleadas de arte y de la tecnología de la información.
Finanzas florentinas
Por lo menos dos innovaciones financieras florentinas permitieron la acumulación de riquezas en Florencia. La primera fue el uso de la contabilidad de doble entrada entre los mercaderes y bancos florentinos, la cual empezó en algún momento justo antes del siglo XIV.15 El nuevo método les permitió a los florentinos estar al tanto de las utilidades, costos, activos y deudas de manera que se redujeron los errores. La contabilidad adecuada les permitió rastrear las utilidades de empresas individuales, lo cual ayudó a manejar transacciones de naturaleza más compleja provenientes de las compañías comerciales internacionales. El éxito de Giovanni di Bicci de Medici, fundador del banco Medici a finales del siglo XIV, originó una dinastía que dominaría de manera impresionante la política florentina de 1415 hasta 1737.
En cuanto a la segunda innovación financiera, Florencia rompió con las prohibiciones cristianas de usura para semi-legalizar los préstamos con intereses en 1403. Por un lado, esta acción causó grandes escándalos en partes de Europa. Líderes de algunas ubicaciones claves de comercio – en especial Martín “el Humano”, Rey de Aragón, Valencia y Sardinia –expulsaron a los libertinos banqueros florentinos.16 Aun así, estas expulsiones no alteraron la necesidad financiera de fondos en el comercio global, ni los deseos de los inversionistas de encontrar un retorno de inversión de su capital. Florencia disfrutó de una entrada significativa de dinero; hasta el Papa puso su dinero en el banco Medici.
Para mediados del siglo XV, Florencia ya era un centro financiero líder en Europa. Y no fueron solamente los Medici los que convirtieron a Florencia en una ciudad acaudalada. También surgieron unos ochenta bancos en Florencia, lo que convirtió a esta ciudad en una de las principales fuentes de capital durante el Renacimiento, 17 al igual que las compañías emprendedoras de Silicon Valley en California 500 años más tarde. Los Medici y otros banqueros florentinos colocaron sucursales en ciudades importantes por toda Europa: Londres, Brujas, Lyon y Ginebra, al igual que en grandes ciudades italianas como Roma, Venecia, Pisa y Milán.18
Tan poderosa era Florencia como centro financiero y mercantil que su moneda, el florín, se convirtió en moneda internacional estándar.19 El florín se mantuvo vivo como nombre otorgado a otras monedas creadas en una docena de territorios desde Gran Bretaña hasta Holanda, Hungría y Nueva Zelanda.
Capital de riesgo en Silicon Valley
Silicon Valley también vivió una ola de innovaciones financieras: el surgimiento de compañías de capital de riesgo como un nuevo tipo de institución financiera que reúne los fondos de inversionistas privados y los invierte en nuevas empresas altamente especulativas, tales como las nuevas compañías creadoras de alta tecnología. Los capitalistas de riesgo del Silicon Valley son los mecenas de los tiempos modernos. Mientras los empresarios proveen las ideas inspiradoras, los capitalistas de riesgo proveen el dinero y las directrices necesarias para dar vida a estas ideas. De esta manera, se podría decir que las compañías más importantes de capital de riesgo son los Medici de Silicon Valley. Los empresarios buscan con agresividad inversionistas como estos, pues la atención e inversión de parte de estas importantes compañías garantizan una fuente constante de fondos y apoyo para una nueva creación.
Las oleadas de invenciones tecnológicas que empezaron durante la segunda mitad del siglo XX ganaron utilidades prodigiosas para las compañías de tecnología y sus inversionistas de capital de riesgo. Sand Hill Road, que conecta El Camino Real con la autopista interestatal 280, se convirtió en un mini clúster de capitalistas de riesgo, incluyendo compañías líderes como Kleiner, Perkins, Caufield & Byers (KPCB), Sequoia Capital, Battery Ventures, Draper Fisher Jurvetson (DFJ), y muchas otras. Estas compañías suministraron el dinero, los consejos y el apoyo a los empresarios, lo cual condujo a impresionantes retornos para los inversionistas. Por ejemplo, KPCB pagó $4 millones en 1994 por aproximadamente el 25% de Netscape y probablemente ganó cerca de mil millones de dólares al sacar al mercado sus acciones y ser adquirida por la suma de $4 mil millones por America online. Una inversión de $8 millones en Cerent obtuvo unos $2 mil millones cuando el fabricante de los equipos ópticos fue vendido a Cisco Systems por el monto de $6,900 millones en agosto de 1999. El mismo año, KPCB se unió a Sequoia Capital para invertir $25 millones por el 20% de Google; para octubre de 2010, la capitalización bursátil de Google era de unos $200 mil millones.
otras inversiones exitosas de KPCB incluyen Amazon.com, AOL, Compaq, Electronic Arts, Flextronics, Genentech, Intuit, Lotus Development, Sun Microsystems y muchas más. En el 2011, más de 150 de las 475 compañías apoyadas por KPCB han sacado sus acciones al mercado desde 1972.
Nuevas compañías subsistieron gracias al capital de riesgo, y compañías ya existentes acumularon grandes cantidades de dinero en efectivo por sus ventas de productos de alta tecnología altamente rentables. Durante el auge punto-com, las compañías de riesgo de nueva creación sacaron sus acciones al mercado para acumular miles de millones de dólares de capital adicional compensando a los inversionistas iniciales. Como resultado del amplio y profundo uso de las opciones de acciones para atraer empleados talentosos y listos para tomar riesgos, Silicon Valley creó millonarios instantáneos entre los empleados que se sintieron atraídos por ellas y que luego ayudaron a construir las compañías que se convirtieron en empresas cotizadas en el mercado de valores. Esto creó las semillas de la nueva generación de empresarios e inversionistas de capital de riesgo y estimuló la imaginación de pujantes empresarios de todo el mundo, muchos de los cuales emigraron al valle para fundar nuevas compañías.
El papel de los mecenas
Los Medici fueron extraordinarios mecenas y fuertes líderes políticos durante gran parte del Renacimiento, pero en realidad eran solo la más famosa punta del iceberg de los mecenas de las artes en Florencia. El desarrollo del clúster de las artes en Florencia se produjo antes del surgimiento de los Medici y sobrevivió los volátiles destinos políticos de esta tan famosa familia amante de las artes. otras familias acaudaladas florentinas como los Strozzi, Ricci, Macchiavelli, Brancacci, Canigiani, Frescobaldi y Pucci, comisionaron obras artísticas como frescos y piezas de altar para las capillas familiares, esculturas para los jardines y las villas, relieves en terracota policromados para interiores y exteriores de los edificios, y retratos de familia.20 Los mecenas ricos y los gremios competían para sobresalir en las más recientes y más importantes obras de arte, incrementando las comisiones que atrajeron aún a más artistas, en un mecanismo similar al auge tecnológico de 1995 a 2001 y del siguiente que empezó en 2009 en Silicon Valley. La densidad de mecenas o patrocinadores pudientes atrajo una concentración de ideas artísticas, y esta concentración de nuevas ideas, a su vez, atrajo los intereses de más patrocinadores pudientes, creando de este modo una retroalimentación positiva que dio como resultado las eternas obras de arte que caracterizaron el lugar y la época.
De la misma manera en que las compañías líderes de capital de riesgo asumieron un papel activo en el manejo de las nuevas compañías que fundaron con su dinero, los mecenas florentinos dirigieron activamente las obras de los artistas, en vez de financiar pasivamente la producción del arte. Los mecenas presentaron especificaciones claras, lo que sugiere un conocimiento de los materiales del artista, un interés en el diseño artístico y un deseo de promoción personal a través del arte. Por ejemplo, cuando el banquero florentino Giovanni Tornabuoni comisionó a Domenico Ghirlandaio (el profesor de Miguel Ángel) la pintura de unos frescos para el presbiterio de Santa Maria Novella en 1485, el banquero especificó en el contrato los santos, las escenas, la cantidad de oro que debía usarse y el nivel de calidad del pigmento azul.21