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Las ventajas de los clústeres
ОглавлениеLos clústeres industriales se forman debido a que presentan ciertas ventajas, según lo indican varios economistas. Algunas de estas ventajas incluyen la confianza entre los habitantes de los clústeres, el intercambio tácito del conocimiento, un ambiente de colaboración, el apoyo para la investigación y las instituciones educacionales y la disponibilidad de una base de suministro.
Confianza
Debido a su ubicación geográfica en común, los habitantes de los clústeres están sujetos al mismo ambiente cultural, idioma, costumbres y régimen legal. Las experiencias comunes facilitan el desarrollo de la confianza entre las organizaciones y los individuos, lo que genera una reducción en los costos de transacciones entre las compañías, tanto si son socios comerciales, como colaboradores o competidores horizontales. En la mayoría de los casos, esta confianza está basada en las relaciones que se forjan fuera del ambiente de trabajo. De modo que Hollywood, Wall Street y Silicon Valley son famosos por la habilidad para cerrar tratos, según las reputaciones y familiaridad de los participantes, lo que les otorga una ventaja competitiva sobre las entidades externas.
Intercambio tácito de conocimientos
A medida que los sistemas y servicios van adquiriendo complejidad, mucho del conocimiento asociado con su desarrollo y operaciones deja de ser codificable de manera sencilla como un archivo adjunto que se envía a un proveedor en un correo electrónico. El intercambio tácito de los conocimientos requiere conversaciones sobre las especificaciones con el proveedor, el intercambio de información de referencia con un competidor, o brindar apoyo a un cliente. Todo esto se logra más fácil y rápidamente, a menor costo y de manera más efectiva, cuando se conduce dentro de un clúster, particularmente en reuniones personales o en encuentros casuales. Esto aplica tanto a las relaciones corporativas verticales como para las horizontales. Un fenómeno relacionado es la “extensión del conocimiento” (knowledge spillover). Según argumentan Rodríguez-Posea y Crescenzi: “El proceso de acumulación del conocimiento da lugar a extensiones que podrían beneficiar a un conjunto de beneficiarios potenciales (tanto los planificados como los no planificados)”.42 Mucho de este intercambio de conocimientos tiene lugar de manera informal, entre programadores, comerciantes, técnicos y encargados del crecimiento, según el tipo de clúster involucrado. La extensión del conocimiento es caracterizada por interacciones aleatorias entre los contribuyentes individuales, de manera diferente a las negociaciones o al establecimiento formal de evaluaciones comparativas.
Colaboración
La concentración de compañías relacionadas con la misma industria, con sus necesidades y preocupaciones similares, presenta oportunidades para compartir actividades, como el cabildeo para obtener mejor infraestructura, ayuda con los reglamentos, incentivos y otras contribuciones gubernamentales; el desarrollo y participación en las organizaciones dedicadas al desarrollo de los clústeres como las cámaras de comercio; el establecimiento de estrategias de adquisición enfocadas al clúster, lo que genera costos más bajos y mejor calidad para todos los miembros; la participación en actividades de mercadeo y marcas específicas del clúster; y así sucesivamente. Dichas actividades de colaboración son conducidas según las relaciones horizontales y verticales entre las compañías del clúster. Porter se refirió a las organizaciones a través de las cuales estas actividades tienen lugar como “instituciones para la colaboración”43 (IFC, por sus siglas en inglés), las cuales pueden ser formales o informales.
Investigación y educación
La solidez de los departamentos de ingeniería y ciencias computacionales en la Universidad de Stanford y los departamentos de biotecnología e ingeniería en MIT significa que las compañías ubicadas en Silicon Valley y en “Bio-Cambridge” tienen acceso a las investigaciones de vanguardia y a un suministro constante de empleados con cierto nivel de educación. Además, los alumnos y académicos pueden trabajar en sus laboratorios en problemas reales utilizando datos reales. Dichas relaciones simbióticas entre las universidades y los clústeres de la industria no se limitan a la tecnología de la información ni a las industrias de biotecnología. Por ejemplo, en el Valle de Sonoma se ubica el Wine Business Institute en la Universidad Estatal de Sonoma, y la vecina Universidad de California – Davis que pretende ofrecer el mejor programa de los Estados Unidos en vitivinicultura y enología. La relación entre las universidades que enseñan habilidades especiales y las comunidades comerciales vecinas en las que participan estos talentos, no es diferente al papel que desempeñó el sistema de aprendices florentinos que entrenaron a generaciones de artistas del Renacimiento.
Muchos clústeres apoyan la educación y el entrenamiento vocacional para aumentar el suministro de empleados y para actualizar sus capacidades. Aunque el entrenamiento y la educación en línea son opciones, no llegan a ser tan efectivos como un salón de clases en donde los alumnos pueden aprender tanto entre ellos como de los instructores, y en donde pueden interactuar con ejecutivos de varias compañías del clúster, así compartiendo sus conocimientos e interactuando con los alumnos de una forma en la que ningún seminario por Internet puede lograr.
Base de suministro
Según lo mencionó Marshall en 1920, los clústeres atraen a los proveedores que ven ventajas en ubicarse al lado de sus clientes. Aún en el ambiente actual, las oportunidades de interacciones aleatorias y no estructuradas con los clientes, de aprender sobre la dirección de sus negocios y forjar relaciones sólidas y de confianza con los clientes, es muy importante al momento de que una empresa decida sobre su ubicación. Desde el punto de vista de los clientes, una base sólida de múltiples proveedores auspicia una situación favorable para obtener precios competitivos e innovaciones de los proveedores, lo cual es crucial para la competitividad.
Una de las consecuencias más importantes de estas ventajas es que los clústeres pueden ser muy productivos y eficientes al generar nuevas y variadas actividades. La más significativa de estas actividades puede ser la innovación y formación de nuevas compañías que pueden utilizar los recursos del clúster para establecerse en el mercado, crecer y expandirse. Pero la existencia del conocimiento, la experiencia, los fondos y las relaciones del clúster no se manifiestan solamente en las nuevas compañías. Toda la industria del cine está basada en numerosos expertos (tanto individuos como compañías) que se reúnen para un proyecto, en particular, la creación de una película. Este grupo de individuos incluye escritores, productores, animadores, cinematógrafos, editores, músicos, diseñadores de vestuario, maquillistas, actores, ingenieros de sonido, productores de efectos especiales y muchos más. Tener todos los ingredientes necesarios en el mismo Hollywood facilita reunir el conjunto de individuos necesarios para la producción de una película. De manera similar, es más fácil lanzar al mercado un nuevo fondo de inversión en Boston o un producto financiero sofisticado en Wall Street. La presencia del conocimiento y de las funciones de apoyo permite y apoya al proceso de innovación, ya sea desempeñado dentro de una compañía o a través de la creación de una nueva.
Para el buen funcionamiento de los clústeres
Sin importar lo que algunos economistas y académicos argumenten,44 los gobiernos desempeñan un papel en la formación y el desarrollo de los clústeres. Hasta en el mismo Silicon Valley, siendo un lugar de importancia empresarial, se recibió ayuda del presupuesto de defensa en cuanto a tecnología para el área de la Bahía durante y después de la Segunda Guerra Mundial, y los subsidios del gobierno fueron claves para financiar la investigación y desarrollo en las instituciones de educación superior del área. La influencia del sector público puede ser tanto directa como indirecta.
Clústeres patrocinados por el Estado
Algunos clústeres tienen su origen en un fuerte patrocinio del Estado, generalmente de fondos militares o laboratorios de investigación gubernamentales.45 Por ejemplo, el clúster de telemercadeo en omaha, Nebraska debe mucho su existencia a la decisión tomada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de ubicar ahí el comando aéreo estratégico (SAC, por sus siglas en inglés). Con un papel clave en la estrategia de disuasión nuclear para el país, SAC obtuvo la primera instalación de telecomunicaciones de fibra óptica en los Estados Unidos debido a que la fibra óptica es inmune al pulso electromagnético generado por las explosiones nucleares. Este trabajo de gobierno le otorgó mucha experiencia en esta nueva tecnología al contratista de omaha, Kiewit Corporation. Este contratista continuó construyendo redes de fibra óptica privadas partiendo de omaha y expandiéndose hasta incluir la primera red de fibra óptica nacional. Con su creciente experiencia local en las telecomunicaciones y el muy bajo costo por llamada a través de la fibra óptica, omaha se convirtió en un clúster para las centrales telefónicas. A partir de 2011, seis redes de fibra óptica convergieron en la ciudad; 23 centrales telefónicas corporativas responden en ese lugar unas 20 millones de llamadas diarias.
La infraestructura que hace posible un clúster
Los gobiernos suministran un rango de servicios e infraestructura que permiten la existencia de cualquier sistema económico, y en particular la libre empresa. De modo que, la infraestructura física, las estructuras reglamentarias, las leyes de patentes y las instituciones legales, los acuerdos comerciales al igual que una lista de servicios sociales, médicos, educativos y de otro tipo, son la piedra angular de cualquier sistema de economía. Naturalmente, los gobiernos pueden ayudar en mayor o menor medida al éxito de los negocios. Para este fin, análisis globales como los reportes Reporte global de competitividad46 del Foro Económico Mundial o el Índice de facilidad para hacer negocios47 del Banco Mundial ofrecen las posiciones de los países a lo largo de las dimensiones relevantes comerciales relacionadas con la facilidad de realizar negocios en los países estudiados.
Educación e investigación
La educación y la investigación, invariablemente con el respaldo del gobierno, ayudan al desarrollo del clúster mejorando la fuerza de trabajo calificada, desarrollando nuevos conocimientos, y creando una fuente de empresarios.
La educación avanzada en un clúster promueve el espíritu empresarial. Más del 80% de los científicos egresados de las instituciones de investigación en California que empezaron sus propias compañías de biotecnología, lo hicieron en California.48 De manera similar, un estudio de la fundación Kauffman acreditó a las compañías que surgieron de egresados de MIT por el empleo de más de 1 millón de trabajadores en el Estado de Massachusetts49 solamente. De modo que la educación genera una retroalimentación positiva en la que los graduados de cierta universidad permanecen en esa ubicación, tanto al unirse a compañías locales como al empezar nuevos negocios en las disciplinas académicas más fuertes de la universidad. Estos ex alumnos empresarios apoyan luego a su alma máter, a los fondos para la investigación, y la educación de sus empleados.
Cultura
La cultura local forja conductas económicas como la toma de riesgos, la cooperación y el intercambio de la información, las cuales también son importantes para la creación de clústeres. Como ya se mencionó, las diferencias culturales entre la ruta 128 de Boston y los clústeres de alta tecnología de Silicon Valley, especialmente las diferencias de apertura y tolerancia al fracaso, se han citado para explicar el gran éxito del clúster de California.50 De manera similar, en Baltimore no se ha desarrollado un clúster sólido de biotecnología (a pesar de la importante posición de John Hopkins como institución líder de investigación médica en la nación), y esto es debido a que, como sugieren algunos, existe una cultura persistente de no acoger al espíritu empresarial.51
Una vez tuve una experiencia que puede explicar una de las facetas de los efectos de la “cultura”. Durante los años 2002 y 2003, tomé un año sabático en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido como parte del Instituto Cambridge-MIT (CMI, por sus siglas en inglés). El CMI fue fundado por el gobierno del Reino Unido con la meta firme de aumentar el espíritu empresarial egresado de la investigación universitaria en el Reino Unido. MIT con su amplia tradición en esta área (MIT ha generado a más de 25,800 compañías activas que emplean a más de 3.3 millones de personas, generando utilidades anuales a nivel mundial de unos $2 trillones52), parece ser el socio perfecto.
Mientras conducía mi propia investigación (no relacionada al tema del espíritu empresarial), tuve conversaciones con docenas de líderes gubernamentales, académicos y comerciales en el Reino Unido sobre el tema de la cultura empresarial. Con la experiencia de haber creado cinco empresas, tenía conocimientos y experiencia empírica sobre esta área. Me resultó obvio que en aquel momento, uno de los impedimentos para una mayor proporción de formación comercial en el Reino Unido no podía ser remediado con el trabajo realizado en la Universidad de Cambridge, ni en ninguna otra universidad inglesa. En gran medida, era más bien la actitud hacia los empresarios que fracasan lo que constituía la barrera. Entre los capitalistas de riesgo, los ejecutivos y académicos estadounidenses, una empresa fracasada se considera como evidencia de que el empresario es una persona marcada con la madurez de una dura experiencia. En el Reino Unido, por el contrario, esto parecía ser una maldición. Un empresario que sufría un fracaso se encontraba en una situación más difícil en el Reino Unido que la que podría ser en los Estados Unidos para fines de recaudar fondos, reunir un equipo y obtener las primeras ventas. En resumen, a pesar de la experiencia de aprendizaje, era difícil para los empresarios que fracasaban en el Reino Unido poder iniciar de nuevo un negocio.