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Los maestros de la institución
ОглавлениеY todo ello pese a que la Generalitat, al menos desde las últimas décadas del siglo XV, contaba con una especie de maestros artesanos oficiales de la institución, que cobraban incluso un salario fijo. En 1494, por ejemplo, los diputados hablaban de Antoni Joan como del fuster nostre,4 y en 1514 los libros de cuentas de la Generalitat aclaran que el maestro obrer de vila Joan Mançano se iba a hacer cargo de un contrato a destajo para la erección de la capilla nueva del palacio, pero que lo que se le pagara por ello había de ir aparte de su jornal habitual como mestre de la obra d’algepç, morter e ragola de la casa de la deputació, que ascendía a cuatro sueldos y seis dineros.5 ¿Cuáles eran pues las obligaciones de estos artesanos oficiales del edificio por las que se le abonaban quitaciones fijas como esta? La verdad es que las fuentes no lo dejan del todo claro, pero, a partir de apuntes como el que acabamos de ver, podríamos suponer que, por una parte, se les confiarían a ellos y sus equipos las tareas mínimas de mantenimiento del palacio en lo que correspondiera a su oficio, ya fuera este el de carpintero, maestro obrer de vila, maestro de la obra de piedra, cerrajero o, desde la segunda mitad del siglo XVI, también pintor; y por otra serían los encargados de dar el visto bueno a los proyectos que se presentaran para los trabajos a destajo, o de ejercer como peritos, en nombre de la Generalitat, para valorar el precio y la calidad de las obras ejecutadas. En 1518, por ejemplo, tras ampliar hacia el este el espacio del edificio con la compra de dos casas particulares, se iniciaron las obras de la «gran sala» del palacio, y para ello se convocó una especie de sanedrín de maestros de obras presidido por el mestre de la obra de la casa de la Diputació, Joan Mançano, e integrado además por los mestres de cases Joan de Burgos y Joan Ferrer, para que, junto con los diputados encargados de la obra, delimitaran el área que iban a ocupar los cimientos de dicha sala.6 Simultáneamente, como se ha visto en el caso de Joan Mançano en la capilla, los mismos maestros oficiales de la institución podían participar a título personal en la licitación de nuevas obras, y seguramente desde una posición de fuerza.
Todo eso convertía estos cargos en auténticas «canonjías» para los artesanos de la ciudad, lo que hizo que quienes disponían de ellos estuvieran especialmente interesados en convertir su cargo prácticamente en hereditario. Para ello, en su etapa de senectud, o incluso simplemente cuando atravesaban un momento de salud delicada, se apresuraban a dirigirse a los diputados de la Generalitat encargados del edificio para rogarles poder asociar a un hijo, un yerno o un hermano menor al cargo, que así les sucedería tras su muerte. En la tabla 1, donde aparece un listado de los maestros oficiales de la Generalitat que se han podido documentar, se observan algunos ejemplos de estas «entregas de testigo» que se evidencian, sobre todo, entre mediados del siglo XVI y finales del xvii. Incluso las disputas por dichos cargos desembocaron en rivalidades en las que la Generalitat tuvo que mediar a veces de forma salomónica. El caso mejor documentado en ese sentido es el de la sucesión en el puesto de maestro carpintero tras el fallecimiento de Jordi Llobet en 1518. Entre los muchos candidatos a cubrir la plaza hubo dos que destacaron: Genís Llinares y Lluís Munyoç, y ante la imposibilidad de elegir a uno de ellos se tomó la decisión de hacer al primero mestre de la talla, es decir, encargado de las techumbres, y a Munyoç, mestre de la obra del pla, que sobre todo haría los catafalcos y las tribunas para las fiestas de toros.7 No se lo debieron de tomar muy bien ninguno de los dos, porque si esto se decidió en abril de 1518, el 27 de agosto de ese mismo año tuvieron que firmar ambos ante notario un documento de «paz y tregua» por el que se comprometían a no hacerse mutuamente daño físico durante un período de 101 años.8 Solo a la muerte de Lluís Munyoç, en 1531, se pasó de nuevo a tener un solo maestro encargado de toda la obra de madera del palacio, Genís Llinares, que en 1543 pidió que le sucediera su hijo Pere.9
TABLA 1. Maestros artesanos «oficiales» de la Generalitat
Años | Nombre | Especialidad |
1446-1464 | Antoni Prats | Mestre obrer de vila |
1466-1472 | Joan Garcia | Mestre obrer de vila |
1475-1502 | Miquel Ruvio | Mestre obrer de vila |
1502-1518 | Joan Mançano | Mestre obrer de vila, mestre de l’obra de morter, ragola e algepç |
1518-1558 | Joan Navarro | Mestre obrer de vila |
1558-1567 | Joan Martí Navarro | Mestre obrer de vila |
1567-1590 | Joan Vergara | Mestre obrer de vila |
1590-1609 | Pere Navarro | Mestre obrer de vila |
-1646 | Tomàs Panés | Mestre obrer de vila |
1646-1648 | Francesc Sarrió | Mestre obrer de vila |
1648 | Joan Panés | Mestre obrer de vila |
1648-1653 | Jacint Monserrat | Mestre obrer de vila |
1653 | Vicent Reyner | Mestre obrer de vila |
1660 | Josep Arboleda | Mestre obrer de vila |
-1699 | Vicent Marc Hipòlit | Mestre obrer de vila |
1445-1458 | Bartomeu Abat | Mestre fuster |
1460-1487 | Gonçal Çatorre | Mestre fuster |
1494-1496 | Antoni Joan | Mestre fuster |
1496-1500 | Antoni Çamorera | Mestre fuster |
1500-1509 | Antoni Alegre | Mestre fuster |
1509-1512 | Joan Bas | Mestre fuster |
1512-1518 | Jordi Llobet | Mestre fuster |
1518-1543 | Genís Llinares | Mestre fuster, mestre de la talla |
1518-1531 | Lluís Munyós | Mestre fuster, mestre de la obra del pla |
1543-1553 | Pere Llinares | Mestre fuster |
1553-1563 | Martí Genís Llinares | Mestre fuster |
1563- | Andreu Joan Llinares | Mestre fuster |
1563-1577 | Gaspar Gregori | Mestre fuster, architector de la obra |
1577-1591 | Tomàs Gregori | Mestre fuster, architector de la obra |
1616-1667 | Joan Pedrós | Mestre fuster |
1667-1694 | Pasqual Pedrós | Mestre fuster |
1694-1697 | Vicent Ivanyes | Mestre fuster |
1697-1707 | Josep Pedrós | Mestre fuster |
1707- | Pere Bou | Mestre fuster |
1511-1524 | Joan Corbera | Mestre de la obra de pedra |
1448- | Francesc Giner | Manya |
1496 | Francesc Camps | Manya |
1535 | Pere Sendra | Manya |
1569 | Joan Barragà | Manya |
1623 | Lluc Martí | Manya |
-1657 | Julià Ferrer | Manya |
1657- | Jaume Ribes | Manya |
1579-1583 | Lluís Mata | Pintor |
1693 | Francesc Cosergues | Pintor |
Los carpinteros, en todo caso, parece que disfrutaron a menudo de una posición de privilegio entre los diferentes oficios encargados del palacio.10 Esto se hizo especialmente evidente con la figura de Gaspar Gregori, que dominó la escena en las décadas de 1560 y 1570. Además de llevar a cabo importantes obras en la llamada entonces Sala Nova –la Sala de Corts, donde están las figuras de los representantes de los brazos–, entre ellas una cubierta nueva para protegerla mientras seguían las obras, e intervenir en la chimenea, las puertas, etc., fue llamado architector de les obres de la casa del general y como tal fue él quien decidió adjudicar el destajo de la obra de piedra de la torre, entre las distintas propuestas que se presentaron, a Miquel Porcar, a pesar de que no era la más barata, seguramente porque lo consideraba más fiable.11 La formación, la actividad profesional, y la consideración de Gaspar Gregori constituyeron de hecho novedades radicales en el entorno artístico de la Valencia de mediados del siglo XVI, en cuanto fue quizá el primer artífice que incluyó de forma muy destacada entre sus habilidades la capacidad de diseñar y planificar grandes obras, introduciendo un sesgo intelectual a su quehacer artístico que le llevó tanto a trazar obras de carpintería como propiamente arquitectónicas e incluso en algún caso más cercanas al campo de la ingeniería.12 Como tal, fue especialmente considerado por la Generalitat, para la que, a pesar de ser conocido habitualmente como carpintero, ejerció una especie de control general de las obras que se hizo muy evidente en algunos momentos, como por ejemplo en 1563, cuando tras la muerte del fuster oficial del palacio, Martí Genís Llinares, se permitió que continuara la obra de la Sala Nova al hijo de este, Andreu Joan Llinares, pero como todavía era menor de veinte años, se le puso como condición que fuera tutelado por Gaspar Gregori.13
Gregori realizaba además trabajos de todo tipo para la institución, y tenía la capacidad para, entre otras cosas, alquilar su instrumental a la obra o proveer parte del material, de manera que la Generalitat no dejó de acumular deudas con él. Lo vemos por ejemplo en 1566, cuando primero se estimaron en 2.320 sueldos valencianos lo que se le debía con anterioridad, a lo que el 1 de julio de ese año se le vinieron a sumar 1.397 sueldos más por el arriendo de un andamio y bastimentos para los pintores que debían colorear la cubierta y la galería de la citada Sala Nova, el cubrimiento de una chimenea nueva para que no hixqués la flama ni lo fum, ni guastàs la cuberta nova, dos puertas para el porche y la entrada de la sala, y la madera y la mano de obra para la escalera de caracol que subía a dicha galería.14
Por supuesto, estos artesanos oficiales de la Generalitat disponían de sus propias cuadrillas, con las que ellos y solo ellos –no la institución– tenían una relación contractual. Precisamente por eso es difícil obtener datos sobre su composición a través de las fuentes emanadas de la misma Generalitat, y solo a veces alguna circunstancia excepcional nos arroja un poco de luz sobre este tema. Eso ocurre cuando, como se ha señalado, murió Martí Genís Llinares en 1563 en el ejercicio del cargo de fuster del palacio y, al hacer recuento de los atrasos que se debían abonar a su viuda, se llevó a cabo una escueta cuantificación del personal que estaba a su servicio, compuesto por siete personas: dos de ellas, Francesc Canet y Monserrat Forcià, eran llamados criats, otros dos, mestre Munyós y mestre Jaqués, recibían el apelativo de entretalladors, es decir, eran personal cualificado dedicado a labores de detalle en la madera, sobre todo de tipo escultórico, y los tres últimos eran los hijos del maestro, lo major, el mijà e el més gich, que debían de ser todos menores de edad cuando la madre actuaba en su nombre.15