Читать книгу Entramados vinculares y subjetividad - Adrián Grassi - Страница 6
ОглавлениеPrólogo
Janine Puget
Quiero compartir estas líneas con los posibles lectores y decirles que contienen un antes y un después. En el ayer las hubiera compartido con Adrián Grassi pero no me dio tiempo y se fue bruscamente; en el ahora solo me queda escribir algo que dé cuenta de mi reconocimiento por la ayuda y el estímulo que me brindó en todo momento. Estímulo que también recibieron los autores de este libro, que nos presentan aquí una pincelada que señala algunas situaciones actuales que nos proponen desafíos varios. Estas líneas se alimentan de la fuerza que da un recuerdo alentador y cariñoso. Resuena en mi mente la voz de Adrián Grassi que me ayuda a comentar este libro, que pasa a formar parte de una serie ininterrumpida de publicaciones universitarias dirigidas por nuestro amigo.
Aquí más que comentar trato de anticiparles que van a disfrutar de lo que él nos dejó. Su entusiasmo era contagioso, motivo por el cual logró estimular a varios autores para que participen de una creación conjunta que se inserta en la línea de las publicaciones anteriores. Estos textos nos ponen en contacto con el pensamiento de colegas preocupados por aprehender y hacer algo con las formas violentas en las que aparecen las situaciones vinculares actuales. Grassi se fue pero su presencia-ausencia sigue sobrevolando estos espacios y nos incita a indagar y hacer circular ideas que puedan ayudarnos a pensar lo que nos propone el mundo hoy.
El capítulo escrito por Adrián y Mariana Britos, que tiene por título “En-tramando lo traumático. Haciéndo-se sujeto de su historia”, es una síntesis de lo que entienden por ir pensando. Y así veremos cómo encaran el ir adviniendo y se tornan sujetos de esta historia. El título alude maravillosamente a lo que Adrián hizo en su vida y lo que cada uno debiera poder hacer: despegarse de definiciones categóricas e identificatorias y aceptar navegar en aguas borrascosas.
Publicar, estudiar, reunir colegas para intercambiar opiniones, formaba parte de la rutina de nuestro incansable colega. Los lectores podrán apreciar la presencia en esta publicación de una diversidad de marcos referenciales que dan cuenta de los intereses de cada uno de los autores. Y así nos transmiten cómo, partiendo de un cierto estado de virginidad, pueden reflexionar para abordar temas que fueron ubicados en los extramuros del psicoanálisis. Sabemos que suele costar escuchar lo totalmente diferente y, sin embargo, es tan necesario crear a partir de la ignorancia y dejar de lado el “Ya lo sé”.
Para navegar en territorios extraños se requieren nuevas herramientas y abordajes, como se irá comprobando al leer los diversos capítulos. Una consecuencia de estas búsquedas es que fueron apareciendo nuevos vocabularios que hacen a lo actual y a cada situación particular. Y ello debiera ocurrir siempre que un profesional se ocupe de lo atinente a la subjetividad social y trabaje en medios precarios donde las condiciones sociales coyunturales no se parecen a las del pasado y tienen que ver con la particularidad de cada momento de la vida. De otro modo se correrá el riesgo de colocar lo nuevo y no conocido en el lecho de Procusto.
El tema de las familias y las nuevas formas que adquieren ocupa un lugar importante en este libro, siempre recalcando la necesidad de aceptar desterritorializar y reterritorializar procesos infinitos. Y entonces nos encontramos con nuevas formas de subjetivación que son las que adoptan los sujetos de esta época. Los trabajos vinculados a los proyectos de investigación UBACyT dirigidos por Adrián y realizados con su equipo de trabajo, que ocupan la primer sección de este libro, estimulan el pensar acerca de las familias, los entramados vinculares y la violencia como un signo del presente.
Es interesante que una de las secciones del libro se ocupe de Piera Aulagnier, psicoanalista francesa dedicada a cuestionar sus propias ideas y hacer formulaciones que han permitido a muchos colegas dar un lugar particular a procesos de subjetivación que llevaron a revisar hipótesis anteriores. Son ya famosos sus escritos referidos al contrato narcisista y a la historización, que han servido de base para expresar nuevas formulaciones. En esa sección, desde un mismo marco referencial nació un ramillete de ideas a partir de las cuales los conceptos heredados adquirieron nuevos significados.
Y ya en la tercera sección entraremos de lleno en la sociedad en la cual vivimos. Allí se proponen miradas originales, lo que suele ocurrir cuando se acepta una cierta ignorancia que, en este caso, proviene del hecho de trabajar en medios sociales ubicados en los extramuros. Vale como ejemplo el Programa de Extensión Universitaria “Modelo de Intervención Psicoterapéutico para niños y adolescentes en situación familiar difícil”, usina de teorizaciones y modos de pensar la clínica desde su creación, en el año 2001, de la mano de Adrián y su equipo de trabajo.
Son necesarias nuevas herramientas que permitan proponer, por ejemplo, en los servicios hospitalarios, crear grupos a los cuales llaman “de confrontación” y dar importancia a la particular fragilidad que experimentan los sujetos en algunos medios sociales: algunos de ellos son los que se ocupan de la salud mental. A raíz de este contacto fueron introduciendo un vocabulario que hace a las nuevas maneras de pensar, a lo que conlleva vivir entre varios, habitar diversos espacios sociales y familiares, ejercer la profesión en condiciones adversas. Y todo esto ha sido incorporado como una fuente de energía que estimula a mantenerse abierto y ubicarse en el hoy diferenciándolo del ayer, de un pasado que proponía otros panoramas. Tal vez en este sentido, introducir el pensamiento de Piera Aulagnier dándole un espacio especial, pueda representar la presencia de un eslabón teórico y clínico que fue puente entre el ayer y el hoy.
Lo que va quedar claro para los lectores es que el psicoanálisis debe ser pensado a diario y que, dependiendo del medio en el cual se lo piense, irá cambiando de color y abriendo otros derroteros. No somos los mismos en la calle, en nuestros cómodos consultorios, en la universidad, en medios sociales desfavorecidos o en los hospitales. Las familias de hoy hablan diferentes idiomas que tenemos que aprender, dado que responden a formaciones que no necesariamente dependen de la diferencia de sexos, de la historia, de las diferencias de edad, sino tan solo de lo que se va produciendo en cada circunstancia. Y esas son algunas de las enseñanzas que recogemos de la lectura de este libro compilado por Adrián Grassi y María Eugenia Otero.
Buenos Aires, agosto de 2019