Читать книгу Tendencias organizacionales y democracia interna en los partidos políticos en México - Alberto Espejel Espinoza - Страница 15
1.2.1.2 Democracia interna como interrogante abierta
ОглавлениеAhora bien, el conjunto de trabajos al cual nos adscribimos considera que la democracia interna es una pregunta abierta que exige una respuesta. Al respecto, entre sus posibles condiciones de existencia destacan la eficiencia, el contexto, la ideología, el diseño institucional, así como el modelo de partido.
Sin duda, la respuesta más extendida es la que plantea la eficiencia como explicación a la presencia, ausencia e intensidad de la democracia interna. Así, debido a la necesidad de ser eficientes al competir en las elecciones, es fundamental mantener la cohesión y la disciplina, evitando el pluralismo interno y la participación de las bases (Michels, 1983; Duverger, 1984; Hernández, 2002). Siguiendo esta hipótesis, deberíamos encontrar que todos los partidos tienden a ser poco democráticos; sin embargo, esto no sucede en la realidad. La evidencia empírica mostrada (Freidenberg y Sánchez, 2002; Alarcón, 2009; Reveles, 2008; Sirvent, 2002) deja ver variaciones que no pueden ser respondidas apelando solamente a la eficiencia.
Una segunda respuesta pone énfasis en el contexto. Dado a que los partidos políticos han nacido en procesos autocráticos, y no en gobiernos democráticos, tanto su organización como sus reglas corresponden a organizaciones autocráticas (Breth y Quibell, 2003). Sin embargo, nuevamente la variación presentada no explica por qué algunos partidos políticos tienen ciertos métodos de toma de decisiones y no otros. No obstante, indirectamente se plantea el origen del partido como un elemento a considerar con detenimiento.
Una tercera respuesta nos lleva a plantear el tema de la ideología como una variable independiente a considerar. Reveles (2008) sostiene que dependiendo de los valores, y la consecuente relación del individuo con la autoridad, algunos partidos son proclives a ser democráticos y otros no. Ante esto habría que decir que, como Michels (1983) había planteado, incluso el partido con una ideología socialista (PSD) puede ser antidemocrático. Asimismo, Panebianco ha mostrado cómo, independientemente de la ideología, partidos ideológicamente proclives a la democracia interna son centralizados, siendo el detentador de poder un sindicato o un grupo cerrado (élite). Es decir, la ideología no es definitoria de la democracia interna.
Una cuarta respuesta pone el acento en el diseño institucional. Un partido tiene determinado tipo de democracia interna porque así lo han querido (y legitimado) ellos mismos, siendo resultado de un diseño institucional donde lo preeminente es el locus de autoridad (Reynoso, 2005). Sin embargo, se debe plantear que el diseño es un momento intermedio entre la coyuntura originaria y la adopción de un modelo de partido. Asimismo, debemos tener en cuenta que los partidos políticos pueden evolucionar de forma intencionada o como respuesta a los retos (Panebianco, 1990) impuestos por la democracia interna.
Una quinta respuesta plantea el modelo de partido como un elemento fundamental (Prud’homme, 2007; 2010). En este sentido, cobran relevancia tres tipos de modelos de partido: de cuadros, carismático de masas y de masas corporativo. Sin embargo, no se debe obviar la existencia del momento originario como condicionante o, al menos, como factor crucial a la hora de asumir un modelo de partido. Tampoco se debe olvidar la existencia de otros modelos de partido y, sobre todo, la posibilidad de transitar de uno a otro, dependiendo de la dinámica interna y del ambiente. Es decir, aun cuando un partido opte por un modelo, obedeciendo a su momento originario, esto puede variar en el camino.
Precisamente en el siguiente apartado se elabora un acercamiento al tema de la democracia interna, comenzando por definir lo que el presente estudio entiende por ella, para después presentar una apuesta propia en torno al porqué de la misma.