Читать книгу Tendencias organizacionales y democracia interna en los partidos políticos en México - Alberto Espejel Espinoza - Страница 20
1.3 Origen, estabilidad y tendencia organizacional
ОглавлениеComo ya se dijo previamente en las explicaciones para hablar de la presencia o ausencia de democracia interna, la eficiencia, en términos electorales, es fundamental, pues puede contribuir positivamente a la cohesión y disciplina al interior del partido.
La presente investigación no pretende negar que, en diversos momentos, a los partidos pueda presentárseles ese dilema. No obstante, dicha explicación parece considerar a los partidos como objetos estables en el tiempo; es decir, nacen, crecen y mueren buscando ser eficientes y, por ende, antidemocráticos. Si esto fuera cierto, lo que debería observarse en la realidad es que todos y cada uno de los partidos tienen el mismo carácter oligárquico sin diferencias entre cada organización. No obstante, la evidencia proporcionada por los diversos estudios revisados muestra la posibilidad de identificar una variedad de dinámicas internas, ya que existen partidos en los cuales quien decide puede ser el dirigente, un grupo pequeño o, incluso, la militancia. En adición, esto ha variado en el tiempo, ya que algunos partidos adoptan formas de decisión más inclusivas que las anteriores o, por el contrario, pueden tender hacia una mayor concentración de poder y decisión.
Tomando en cuenta lo anterior, ¿qué respuesta se podría dar a las diferenciaciones y evolución o involución que pueden experimentar los partidos en torno a la democracia interna? Para el caso mexicano, Prud’homme (2007) y Reynoso (2005) plantean la probabilidad de que en el origen del partido político encontremos algunas respuestas del por qué de su democracia interna. Siguiendo metodológicamente a Ostrogorski, Prud’homme recomienda observar el origen y el modelo de partido que poseen los partidos. Reynoso, por su parte, refiere al diseño institucional, aunque éste es, más bien, una fase intermedia, entre el origen y la estabilidad de los procesos internos.
Por ende, la hipótesis de trabajo es que existen varios momentos de análisis que permiten dar cuenta del porqué de la democracia interna, y si ésta puede variar a lo largo del tiempo o no. El primero sería el origen; el segundo estaría relacionado con la articulación de los actores (vía reglas formales e informales) que detona en la estabilidad de las reglas y procedimientos (de control político y selección de dirigentes nacionales y candidatos presidenciales), lo cual refleja la adopción de, como tercer momento, una tendencia organizacional que da evidencia, formal o informalmente, sobre qué tan distribuido o concentrado está el poder intrapartidario, es decir, qué tan democrático o no es un partido. Dicha tendencia puede estabilizarse en cierto tiempo, es decir es la materialización de las inercias de camino de los partidos (path dependence).
Por lo anterior, siguiendo la idea de la democracia como distribución de poder en el partido, la estructura de este apartado se enuncia a continuación. Primero, es necesario identificar qué cuestiones se deben considerar en la génesis, momento en el cual se pueden observar los rasgos iniciales de la tendencia. En segundo lugar, se debe poner atención en la posibilidad de lograr estabilidad en las reglas y procedimientos, lo cual nos conduce a la adopción de una tendencia organizacional, la cual es la tercera discusión en este apartado, permitiendo detectar la distribución o concentración del poder. Ahora bien, lo anterior no es definitorio, ya que a través del tiempo las trayectorias organizativas pueden variar, debido a factores que la literatura resalta, y constituyen la última discusión de este apartado.