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Bosque de Redes – Parque Natural de Redes

Introducción

El concejo de Caso se halla en la parte centro-oriental de la cordillera Cantábrica, al sur de la provincia de Asturias. Colindante con los concejos asturianos de Aller, Laviana, Piloña y Ponga, y vecino al sur de la provincia de León, el Parque Natural de Redes ocupa una superficie de 38 000 hectáreas, entre los concejos de Caso y Sobrescobio, que recorren un paisaje repleto de contrastes. Fue declarado parque natural en 1996 con el fin de conservar uno de los paisajes y ecosistemas más valiosos de la cordillera Cantábrica. Incluido en la Red Natura desde el año 2000 por ser considerado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), fue declarado Reserva de la Biosfera en 2001, así como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 2003. En definitiva, se trata de un territorio de gran espectacularidad y riqueza, tanto en valores naturales de biodiversidad como culturales, que se encuentra en un buen estado de conservación. En nuestro trayecto hacia el inicio del itinerario, atravesaremos en coche el valle del Nalón, carbonífero y minero, salpicado de castilletes y museos que rememoran un pasado industrial repleto de revoluciones tecnológicas y movimientos obreros. El río Nalón, que atraviesa el valle, es una de las arterias fluviales más largas e históricas de Asturias. Este nace a casi 1500 metros de altura en la llamada Fuente La Nalona, inmersa en pleno corazón del Parque Natural de Redes. El paisaje es el contrapunto más natural, donde un escarpado y angosto valle, verde por sus bosques y negro por sus entrañas, toma el nombre del río que lo baña. Desde el corredor del Nalón, se accede al parque siguiendo la carretera AS-17 en dirección al concejo de Sobrescobio. A la entrada, en el estrangulamiento del valle del Nalón y encaramado sobre el embalse de Rioseco, el viajero visibiliza los vestigios del castillo de Villamorey, de origen romano y reformado en varias etapas históricas, del que solo quedan los restos de una torre denominada El Torrexón. Atravesamos el pueblo de Rioseco y proseguimos la ruta hacia Campo de Caso. Desde aquí continuamos subiendo por una serpenteante carretera que nos adentra en la parte alta de un boscoso valle que asciende hasta el puerto de Tarna. Al atravesar el desfiladero de la Canaleya, antes de llegar al pueblo de Tarna, aproximadamente en el punto kilométrico 56, existe un pequeño aparcamiento a mano derecha donde podremos estacionar el vehículo.


Descripción del itinerario

Formas inverosímiles en el bosque de Redes.

© RAQUEL DE LA INSUA


La ruta comienza a la derecha de la carretera, unos metros más adelante de donde hemos estacionado el vehículo. Nos disponemos a emprender uno de los itinerarios más hermosos y menos conocidos del Parque Natural de Redes, desde el cual se accede a la Vega Pociello, pasando por la majada de La Ablanosa. Pero antes hemos de llegar al lugar conocido como L’Armadiella, desde donde parte un ancho camino de tierra. Lo conoceremos por la señal que indica « Paso restringido a vehículos no autorizados ».

Ya en su inicio, el sendero comienza a descender por un espeso bosque de ribera donde escuchamos el variado concierto sonoro de las aves que habitan en este paraje, mientras que un sinfín de ramas se entrelazan tratando de alcanzar algún pequeño rayo de luz entre la variada gama de especies arbóreas que acoge al caminante bajo la frescura de su sombra. Descendemos a la vez que comenzamos a escuchar el susurro del agua abajo a nuestra izquierda. Los muros de piedra de mampostería seca nos guían y deleitan con diferentes contrastes de líquenes y musgos que intentan colonizar cualquier espacio libre sobre las piedras grises.

Llegamos a una bifurcación donde se indica la dirección hacia la Vega Pociello y continuamos por el camino de la derecha. Sin casi tiempo para traspasar el cartel, aparecen ante nosotros las ya casi ruinas de varias cabañas, que por poco pasan desapercibidas debido a la extensa vegetación que las cubre. El caminante se sorprende a cada paso al verse rodeado de imponentes árboles centenarios de tamaño colosal que le reciben en el margen del camino. Es el momento de aprovechar la ocasión para sentir en tus dedos las diferentes texturas y rugosidades que se reflejan en sus robustos troncos.

A medida que avanzamos, paseamos bajo túneles formados por avellanos que crecen rizados desde las entrañas de la tierra. Todo lo que la vista alcanza es un frondoso paisaje cubierto de una variada gama cromática de diferentes tonalidades, especialmente si nos aventuramos en el bosque en otoño. Encontramos ejemplares centenarios de fresnos, robles, hayas y tilos que se erigen imponentes y retorcidos en un paraje cubierto por la frondosidad de sus hojas y ramas. A su lado, sometidos bajo su sombra, algunos espinos se cubren y tapizan sus troncos y ramas con largos líquenes. Como guiados por el sonido, nos adentramos en un paisaje cada vez más ruidoso, en el que comenzamos a notar la frescura en la piel. En la parte más baja del camino, frente a nuestros ojos, se cierra el desfiladero de la Canaleya, con la mole de roca caliza del Cantu del Osu, que corona el bosque desde las alturas. A nuestra derecha aparece el puente del Corral, una férrea y fría infraestructura que nos muestra el lecho del río Nalón. Tan solo unos metros más arriba nace la Fuente de La Nalona, que, desde su nacimiento, va incorporando a sus aguas multitud de fuentes y arroyos que hacen que su caudal aumente en invierno de una manera espectacular. Si el caminante se anima, puede bajar hasta la orilla del río para refrescarse con el agua fresca y observar detenidamente el continuo movimiento de las cristalinas y fragorosas aguas que discurren por este paraje rodeado de una biodiversidad espectacular.

Una vez cruzado el puente, el camino asciende y se adentra en un bosque salpicado de avellanos, viejos robles y hayas; continuamos ascendiendo ligeramente rodeados de la inmensidad de un bosque alfombrado de crujientes hojas tostadas. A la izquierda, aprovecharemos algunas pequeñas ventanas que se abren entre el ramaje del bosque para observar las verdes praderas. Volvemos a escuchar abajo, al fondo, el murmullo del agua. Se trata del arroyo de la Vega Pociello o de La Ablanosa, lo que nos indica que nos vamos adentrando en el valle de La Ablanosa. En la bifurcación, continuamos ascendiendo por el camino derecho. Superamos lentamente el suave desnivel a la vez que sentimos el tacto del suelo alfombrado bajo nuestros pies. Un constante paraguas repleto de hojas coloreadas protege al caminante de los rayos del sol, que se tamizan entre las ramas dando a este paraje una fascinante luminosidad.

El sendero pasa junto a una cabaña llamada Yanalapiedra. El bosque comienza a abrirse a nuestro paso para salir a una zona despejada donde se erige el Cuetu Negru con sus escarpadas cumbres.

Poco a poco comienzan a aparecer algunas cabañas rodeadas de verdes praderas bien delimitadas con sus elaboradas empalizadas de madera, en las que quizá algún grupo de vacas casinas pasta tranquilo al son de los cencerros que cuelgan de sus cuellos. Hemos llegado a la majada de La Ablanosa, un lugar donde reina la tranquilidad y el sosiego. Un paraje en el que existen varias cabañas bien cuidadas y decoradas. Entre ellas, todavía resiste las inclemencias del tiempo alguna cabaña cubierta con llábanas de madera, frecuentes en otros tiempos por esta zona. Al pie de alguna cabaña se encuentra algún viejo roble agujereado por un rayo, pero que continúa erguido atisbando los alrededores de este hermoso lugar. En este despejado paisaje, el caminante podrá descansar sus pies bajo la fresca hierba y observar con atención las panorámicas vistas que muestra el impresionante hayedo del Fabucao, uno de los bosques más maduros del Parque Natural de Redes.

Información práctica

AYUNTAMIENTO DE CASO

Plaza del Ayuntamiento,1

✆ +34 985 608 166

www.caso.es

info@ayto-caso.es

CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL PARQUE NATURAL DEL REDES

Campo de Caso. Caso

✆ +34 985 608 022

www.parquenaturalderedes.es

Punto de partida: Punto kilométrico 54,5 de la carretera AS-17.

Cómo llegar: Desde Oviedo, tomamos la autovía A-64 en dirección hacia Langreo hasta la salida 26, donde nos separamos para continuar por la AS-17 hasta llegar al pueblo de Campo de Caso. En la rotonda, seguimos recto hacia el puerto de Tarna. Antes de llegar al pueblo de Tarna (1,5 km antes), en el punto kilométrico 54,5, podemos dejar el coche en el pequeño aparcamiento de la derecha.

Distancia recorrido: 6400 metros.

Época recomendada: Todo el año, pero especialmente en otoño.

Dificultad: Baja.

Itinerario accesible: No.

Transporte público: No.

Otra información: En Campo de Caso está el Centro de Interpretación del Parque Natural de Redes.

Iones negativos por cm3


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