Читать книгу Jardines comunitarios y populares - Analía Paola García - Страница 5
Prólogo
Adelaida Colangelo
Оглавление¿De qué manera es posible realizar una “praxis pedagógica prefigurativa” con niños pequeños? ¿En qué consiste? ¿Qué representaciones sobre la niñez se construyen y ponen en juego en ese proyecto educativo y político? ¿Cómo los propios niños experimentan ese proceso?
A partir de estos interrogantes, Analia García nos invita a conocer en profundidad las interesantísimas prácticas cotidianas de los jardines comunitarios y populares creados y sostenidos por el Movimiento Popular La Dignidad (MPLD) en la Ciudad de Buenos Aires. Para poder hacerlo, ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo etnográfico, construido de manera creativa y respetuosa a lo largo de casi dos años, en los que compartió semanalmente parte de las jornadas de cada uno de los jardines, pero también momentos especiales, como festejos realizados por ellos en los barrios, las asambleas con las familias, así como extensas conversaciones con educadoras, educadores y militantes del MPLD. Y es justamente la etnografía la que le ha permitido comprender la praxis pedagógica puesta en juego, en cuanto ella no puede reducirse a una dimensión discursiva, sino que se realiza a través de múltiples prácticas concretas, de un modo de experimentar las relaciones entre adultos y niños que no pueden conocerse si no es participando de ellas.
Así, a través de los fragmentos de diario de campo intercalados en el texto, el lector puede sentir que –tal como lo hace la pequeña Juana con la autora en una de sus primeras visitas– lo toman de la mano y lo hacen participar, “estar allí”, en las actividades que cotidiana y amorosamente se despliegan en Sacha y Luces en el Bajo, los dos jardines donde fue realizado el estudio. En esas escenas encontrará que los bebés, aun cuando no hablen o lo hagan “a media lengua”, se expresan, proponen, deciden, a través de modos de comunicación que solo han sido perceptibles mediante una sutil observación participante que involucra la disponibilidad corporal, el juego y la posibilidad de acompañar sus tiempos e itinerarios. El análisis de ese carácter de sujetos plenos y, más aún, de sujetos políticos, que el MPLD atribuye a los niños, atraviesa el libro y constituye uno de sus grandes aportes a las diferentes disciplinas que se ocupan de la infancia.
Actualmente, la idea de que los niños son sujetos con derechos y que, por lo tanto, pueden participar y tener voz en los espacios sociales de los que forman parte, suele enunciarse como un principio indiscutible en gran parte de los estudios sobre la infancia. Con frecuencia, sin embargo, encontramos que ello aparece en términos más declarativos que analíticos, pues no son muchos los trabajos que muestren cómo es ejercida esa participación, menos aún cuando se trata de bebés. En efecto, cuando se habla de los niños pequeños, la carencia de habla y de una movilidad autónoma contribuye a redoblar las atribuciones de incapacidad, dependencia y pasividad que el sentido común continúa asignando a la infancia en general.
En el texto de Analia, la puesta en cuestión de esa mirada resulta de la indagación minuciosa en las dinámicas pedagógicas desarrolladas en los jardines y, a partir de ese énfasis en las relaciones y actividades en las que los niños participan con otras personas, evita el riesgo de terminar esencializando la agencia infantil; riesgo que llevaría a ver sus acciones como el producto de decisiones totalmente autónomas y opacaría los condicionamientos sociales que la atraviesan. Por el contrario, los niños que nos muestra la autora son niños en relación: se construyen como tales en los vínculos con sus familiares, con otros niños, con las referentes, las educadoras y con la propia investigadora. En otras palabras, la promoción de la autonomía y el reconocimiento de las capacidades infantiles que sostiene la experiencia analizada no equivale a desconocer la centralidad del cuidado ni a desdibujar la figura de los adultos, quienes, por el contrario, tienen la responsabilidad de acompañar, ofrecer y estar disponibles, como parte de las interacciones que permiten la construcción psíquica de los bebés.
A partir de lo expresado hasta aquí, cabe decir que este libro no solo constituye un aporte a los estudios sobre la infancia. Con posibilidades de ser leído desde múltiples registros (discusión conceptual sobre la infancia, registro de una experiencia pedagógica singular, debate sobre prácticas políticas contrahegemónicas), podrá interesar tanto a pedagogos y cientistas sociales como a educadoras y educadores populares y los militantes de movimientos sociales. Acompañar el proceso de investigación como directora de la tesis que le dio origen me permitió participar indirectamente de la experiencia de investigación realizada por Analia y aprender junto con ella de los encuentros con los niños, las educadoras, los educadores y las familias que buscan construir una sociedad distinta desde su praxis pedagógica y política. Ese texto inicial, sin embargo, fue solo el comienzo de un riquísimo proceso de construcción que, coherente con el modo en que la autora entiende la producción de conocimiento, implicó la discusión de sus hallazgos con los integrantes del Movimiento y la incorporación de los aportes producidos en dicho diálogo. Esa construcción del libro –me animo a afirmar– continuará en cada lector que se asome a sus páginas y emprenda su recorrido.
Junio de 2020