Читать книгу Estereotipos interculturales germano-españoles - Autores Varios - Страница 5
BIBLIOGRAFÍA
ОглавлениеANDREU, Xavier (2004): «La mirada de Carmen: el mito oriental de España y la identidad nacional», en J. Beramendi (coord.): Memorias e identidades: VII Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Universidad de Santiago de Compostela.
— (2009): «¡Cosas de España! Nación liberal y estereotipo romántico a mediados del siglo XIX», Alcores 7, pp. 39-61.
BALFOUR, Sebastian (1998): «El hispanismo británico y la historiografía contemporánea en España», Ayer, pp. 163-181.
BILLIG, Michael (2006): Nacionalisme banal, Catarroja, Afers.
BODIN, Jean (1992): Los seis libros de la República, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales.
CARO BAROJA, Pío (2004): El mito del carácter nacional, Madrid, Caro Raggio.
CARRERAS, Juan José (1998): «Distante e intermitente: España en la historiografía alemana», Ayer, pp. 267-277.
COLMEIRO, José Francisco (2003): «El Oriente comienza en los Pirineos (La construcción orientalista de Carmen)», Revista de Occidente 264, pp. 57-83.
FURET, François (1995): El pasado de una ilusión. Ensayo sobre la idea comunista en el siglo XX, Madrid, FCE.
HOBSBAWM, Eric (1995): Historia del siglo XX, Barcelona, Crítica.
HUNTINGTON, Samuel (1997): El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Barcelona, Paidós.
— (2004): ¿Quiénes somos?: Los desafíos a la identidad nacional estadounidense, Barcelona, Paidós.
MARAVALL, José Antonio (1963): «Sobre el mito de los caracteres nacionales», Revista de Occidente 1/2, pp. 257-276.
MONTESQUIEU (1997): Cartas persas, edición de Francisco Javier Hernández, Madrid, Cátedra.
MORADIELLOS, Enrique (1998): «Más allá de la Leyenda Negra y el Mito Romántico: el concepto de España en el hispanismo británico contemporaneísta», Ayer, pp. 183-199.
— (2008): «Another Country. Las imágenes sobre España en Gran Bretaña durante la guerra civil española», Historia del presente 11, pp. 45-60.
RUIZ, Pedro (2010): «La historia en el primer nacionalismo español: Martínez Marina y la Real Academia de la Historia», en I. Saz y F. Archiles (eds.): Estudios sobre nacionalismo y nación en la España contemporánea, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico». En prensa.
SAID, Edward (1990): Orientalismo, Madrid, Libertarias.
SAZ, Ismael (1998a): «Introducción», en España: la mirada del otro, Ayer, pp. 11-17.
— (1998b): «Regeneracionismos y nuevos nacionalismos. El caso español en una perspectiva europea», en I. Burdiel y R. Church (eds.): Viejos y nuevos imperios. España y Gran Bretaña. S. XVII-XX, Valencia, Episteme, pp. 135-156.
VILAR, Pierre (1964): Crecimiento y desarrollo, Barcelona, Ariel.
1. Anotemos que la misma reflexión-explicación de Bodin sobre los caracteres de españoles –más meridionales que los franceses– servía también para retratar de paso a los alemanes: «De más de que las historias antiguas conciertan en que los pueblos septentrionales no son maliciosos, ni astutos, como lo son las naciones meridionales. Y a este propósito hablando Tácito de los alemanes dize que es vn pueblo no sagaz, ni astuto, antes descubren sus secretos a manera de entretenimiento, y fácilmente se apartan de sus promesas» (op. cit.: 808).
2. Citado en Moradiellos (2008: 51).
3. Encontraríamos, desde luego, muchas más referencias, de nuevo en todos los sentidos imaginables, en el excelente trabajo de Julio Caro Baroja, El mito del carácter nacional (2004).
4. Al respecto, Caro Baroja (2004: 81). Y téngase en cuenta también esa forma especial de banalización del estereotipo que es el chiste. Banalización que, en el sentido de Billig (2006), lo hace tanto más fuerte, operativo y resistente.
5. Vale aquí, naturalmente, como referencia privilegiada el Montesquieu de las Cartas Persas, cuyo personaje imaginario remitente de la carta reproduce, a su vez, una carta remitida por un francés en viaje por España. En realidad, Montesquieu toma lo fundamental de La relación del viaje por España de Madame d’Aulnoy y algo de El Estado presente de España del abate de Vayrac. Sin embargo, Montesquieu era también un buen conocedor de la historia de España, especialmente preocupado por los orígenes de la decadencia española (para todo esto, la introducción y notas (pp. 32-33 y 195) del editor del volumen por el que citamos). Añádase, en fin, que la literatura de la decadencia y sobre la decadencia española –y consecuentemente de muchos de sus tópicos– es en el siglo anterior esencialmente española, como puede constatarse entre otros muchos en «El tiempo del “Quijote”» de Pierre Vilar (Vilar, 1964: 431-448).
6. Otra demostración, sin duda, no ya de la fuerza de los estereotipos, que también, sino de su inextricable dimensión interna y externa. Véase al respecto Ruiz (2010).
7. Todas las referencias en Carreras (1998: 268-269).
8. La obra de referencia sobre el orientalismo es, como se sabe, la de Said (1990) de igual título. Aunque, tal y como se le reprochó en su momento, este dejó fuera de sus referencias a muchas naciones, hoy en día parece claro que el discurso orientalista se construye frente a un otro oriental, que puede estar en Oriente, en África, al sur del río Bravo o al de los Pirineos. El carácter orientalista de las percepciones sobre España ha sido justamente subrayado últimamente en trabajos como los de Colmeiro (2003) y Andreu (2004).
9. Citado en Andreu (2009: 59).
10. Ibíd.
11. Saz (1998b).
12. Citado en Balfour (1998: 172).