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La boda de la princesa de Asturias
ОглавлениеLa vida política española se vio perturbada por otro acontecimiento: la boda de doña María de las Mercedes, princesa de Asturias, con su primo don Carlos de Borbón y Borbón. Las Cortes presentaron serias objeciones a tal enlace. El conde de Caserta, padre del novio, era un conocido carlista.Había sido jefe del Estado Mayor en el ejército del pretendiente don Carlos y, como tal, se le atribuían, al futuro suegro de la princesa de Asturias, desafueros y violencias de las tropas a su mando contra las poblaciones civiles. Especialmente se hacía hincapié en la influencia reaccionaria que sobre la princesa de Asturias tendría, presumiblemente, la familia de su esposo. Por otra parte, se argumentaba que, si el rey, aún bajo la regencia de su madre, la reina María Cristina, muriese antes de matrimoniar y tener sucesión, la princesa de Asturias sería reina de España, y su esposo, rey consorte, miembro de una cualificada familia carlista. Desde hacía meses toda esta historia estaba en la calle, se comentaba entre el pueblo llano y se estudiaba críticamente en los centros del poder: las Cortes y el Senado.
Sin embargo, el matrimonio de la princesa de Asturias con el hijo del conde carlista se llevó a cabo. La reina madre, doña María Cristina, lo defendió, alegando el amor de los jóvenes prometidos. Las Cortes votaron la aprobación. Leer el diario de sesiones de las Cortes en que se aprobó aquel matrimonio es una experiencia curiosa, desconcertante: las diferentes facciones políticas aprueban el enlace, diríamos, por razones sentimentales. Se trataba de una joven pareja de enamorados.
Las fiestas oficiales en honor de los nuevos esposos les fueron amargadas con toda clase de violencias. Guardias municipales, civiles, agentes del orden público y los de entonces llamados de la «ronda secreta» protegieron los lugares donde se celebraban recepciones y festejos oficiales. Hubo mítines y manifestaciones. Temeroso el Gobierno de la fuerza social de las algaradas estudiantiles autorizó a los rectores de las universidades para que adelantasen las vacaciones de Carnaval. Algunos distritos universitarios rechazaron indignados la oferta «generosa» del ministro correspondiente. El matrimonio religioso tuvo lugar el 14 de febrero, en pleno éxito de Electra. El Gobierno conservador, presidido por el general Azcárraga, presentó su dimisión a la reina regente. El 6 de marzo se formó el nuevo equipo ministerial, presidido por Práxedes Mateo Sagasta, jefe del Partido Liberal. Recordamos que a este Gobierno se le llamó «Ministerio Electra».