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La Tragedia Del Pequeño Festival
ОглавлениеEl despertador sonó a las 5 de la mañana, me levante y fui a encender la cafetera, ya la tenia lista para que en unos minutos disfrutara de mi café de todas las mañanas. Me vestí , abrí las persianas de la ventana de la sala, estaba un poco nublado pero parecía que iba a ser un día muy bello. Hoy (sábado), tenia que estar en un festival de arte, tenia un espacio de 12"x12" para presentar mi trabajo de fotografía; era la primera vez que participaba en este festival; me gusta estar en nuevos eventos, en ciudades que nunca he estado, me gusta saber que piensa el publico de diferentes sitios sobre mi trabajo en la fotografía. A las 9 de la mañana ya se sentía un día normal de verano; húmedo, caliente, sin aire, el cielo azul, mucho sol, y las clásicas nubes blancas y hermosas. El festival empezó a las 10 am ya tenia todo montado en mi espacio, que los organizadores me dieron. Estábamos ubicados en la parte lateral de un estacionamiento de varios negocios, junto a la calle principal de esta ciudad. Conté alrededor de 30 artistas, a diferencia de otros festivales de arte que había participado donde llegaban cientos a veces miles de visitantes y donde participábamos hasta 200 artistas de diferente ramas. Así que este era un festival muy pequeño, lo comprendí, era el primer evento que organizaba la ciudad. Vi mi celular para ver la hora, las doce del día, apenas algunas personas estaban llegando, el termómetro marcaba 94 grados. Cada minuto que pasaba se sentía mas calor y humedad. La ciudad empezaba a tener actividad, varios carros empezaban a llegar y varias personas llegaban caminando directamente a ver el festival.
Ya casi eran las dos de la tarde y la temperatura había subió 4 grados mas. Observe mi hielera, tenia bastante agua para soportar el calor. Ya que no dudaba que pasaríamos los 100 grados en unas horas. La gente empezó a llegar a invadir los pocos puestos de los artistas, el pequeño festival empezaba a vivir su propia historia, tenia vida, se sentía que en pocas horas estaría lleno. Salí de mi espacio para tomar algunas fotos a las nubes que estaban presentes en este cielo azul, esas formas extrañas que en ocaciones las nubes toman. Cuando regresaba a mi espacio algo me llamo la atención en el cielo, mire hacia la parte de atrás de mi espacio y los vi, ahí estaban atrás de unas nubes. Me senté en mi silla y tome una botella de agua, algunos visitantes entraron a mi espacio, preguntaron algunas cosas y me felicitaron por mi trabajo. Mi mente se había quedado con las imágenes que había visto en las nubes, volví a salir y voltee hacia donde había visto estos seres, si ahí estaban, ahora eran mas, y estaban mas cercas. No me gusto mucho la idea de verlos, mi cuerpo reacciono mal, tenia un presentimiento, pero no sabia que era. El festival siguió y la avenida se empezó a llenarse de gente. Me encontraba fuera de mi espacio, voltee otra vez a ver donde se encontraban estos seres que me veían desde el cielo, ya estaban entre las nubes, lo sabia, no había vuelta de hoja, algo tramaban, mi cuerpo lo sentía, siempre que algo malo va a pasar mi cuerpo me avisa, es como una alarma. Como decirle a la gente lo que veía, ellos no se daban cuenta de lo que pasaba encima de ellos. Con estos seres no se juega, en cuestión de segundos las nubes blancas que teníamos cambiaron a negras, inundando el cielo totalmente, apareció un viento del este de mas 60 millas por horas; todo fue un caos en segundos, el pequeño festival se volvió una tragedia, la luz se volvió oscura en segundos, la gente empezó a correr hacia los negocios que estaban enfrente para protegerse del viento.
Las lonas de los espacios de los artistas empezaron a volar por los aires, en cuestión de segundos todo empezó a derrumbarse. Los artistas trataban de proteger sus obras, pero era en vano. Fue como si hubiera pasado un tornado. Yo seguía parado afuera de mi espacio, sabia que no se podía hacer nada en ese momento. Cuanto duro no se, fueron minutos pero todo quedo destrozado. Mire hacia arriba y ahí estaban, se estaba hiendo, uno de ellos me miro, sonriente, sabia lo que me quería decir con esa sonrisa.
Mañana sabré cuantos cuadros sobrevivieron a la tragedia del pequeño festival en la ciudad de Bedford.