Читать книгу De haberlo escrito antes - Carlos Skliar - Страница 14

Vejez

Оглавление

Hay algo que el envejecimiento ofrece de gracia, como si fuera un don, aunque dure poco tiempo: las novedades ya no surten efecto alguno, no despiertan ningún interés, y vivir de este modo consiste en desempolvar de vez en cuando, con cuentagotas, aquellos pocos acontecimientos del pasado que se quisieran duraderos. Ir en pos de lo nuevo no solo es asustador sino además extenuante, porque la novedad es infinita y, por lo tanto, inalcanzable. Desde tiempos inmemoriales, las novedades esconden una partecita de su materia para especular con la misma novedad un poco después, renovada entonces con la partecita que se creía faltante. Este mundo fue vilmente apuñalado por las novedades y permanece boquiabierto, exánime, sin saber si retomará el aire o si se morderá la lengua y se ahogará en su propio veneno. El paso de los años trae consigo otras posibilidades, aunque todas efímeras: ya no se siente prisa ni urgencia; lo hecho, pues hecho está; lo que no se hizo ya no se hará y una cierta serenidad, que en otras edades se viviría como un tormento, aflora como una austera y bella virtud, como un pequeño corazón apaciguado que aún late y escucha a su cuerpo desde dentro.

De haberlo escrito antes

Подняться наверх