Читать книгу ¿Por qué el diablo se convirtió en diablo? - Celina Plasencia - Страница 4

Оглавление

Antes que nada, ¡un instante de gratitud!

Para ustedes… habitantes de mi corazón…

Me siento indescriptiblemente honrada, contenta y satisfecha de poder dedicarles estas páginas, sin ustedes, quizá no tendría sentido haber escrito este libro.

Porque me conectan con el entusiasmo, con la fuerza y las ganas de reinventarme. Porque es gracias a ustedes que me despierto cada día, que me río a solas —cuando recuerdo las cosas que hemos hecho, ¡ja, ja, ja!— y en los que pienso cada vez que me pregunto por qué o para qué hago cada cosa que hago, son una hermosa justificación de mi existencia. Porque he elegido, mientras me dure el trayecto en esta experiencia de vida, seguir encontrándome con «mi gente», disfrutando de lo que cada uno es y de la genialidad y la potencia que somos cuando estamos juntos… ¡Disfruto mucho imaginar de lo que somos capaces!, cabe destacar. ¡Ja, ja, ja!

A ustedes, toditos ustedes, ¡poderosa e imparable gente de mi corazón!

A mis padres valientes y generosos que eligieron traerme a este planeta ¡gordito y redondito! Hicieron bien, ¡no hay quinto malo!, ja, ja. A mis bellos hermanos, generosos y exigentes e increíblemente virtuosos, sabios y sólidos en su amor incondicional, siempre puliéndose en la mejor versión que pueden ser y completando mis espacios internos. A mis sobrinos y sobrinas que, aunque no nacieron de mí, se convirtieron en hijos y se instalaron a sus anchas en mi corazón, haciendo que todo sea importante, que lo que haga tenga valor y tenga sentido de ser llevado a cabo, y que sea cada vez más expansivo y nutritivo para mi mundo de esta vida. A mi querido cuñado, el invicto pater Charlie, ¡el hermano mayor!, una gran pieza de este engranaje de mujeres. Siempre a nuestro lado, queriéndonos, apoyándonos, siendo auténtico y estando presente con su «casi imperceptible» voz. ¡Ja, ja! A todos mis tíos y primos, a cada uno de ustedes que han estado presentes. ¡Son invaluables! A mis grandes amigos, que tengo la fortuna de no poder contar, son la familia extensiva que he integrado en mi vida y están ahí, acompañando mi recorrido sin falta, haciéndose presentes de todas las formas valiosas en estas distancias.

A toditos ustedes, que son la magia y el espíritu que pone todo en movimiento. Que me inspiran a ser la mejor «yo» que pueda ser. Que son el horizonte y, a la vez, el camino hasta él.

Sepan que los amo

¿Por qué el diablo se convirtió en diablo?

Подняться наверх