Читать книгу Agility - Chiara De Martini - Страница 7

La llamada es una orden muy importante que resulta dificultosa para algunos propietarios. Muchas personas se comportan exactamente de manera contraria a como deberían hacerlo e involuntariamente enseñan al perro a no acudir cuando lo llaman. En efecto, casi siempre el único objetivo de la llamada es ponerle la correa e ir a casa después de haber jugado, llamarlo cuando ha olido un rastro de gran interés o cuando acaba de llegar su mejor amigo y se dispone a correr para ir a saludarlo. Si el cachorro no acude, corren detrás de él, lo agarran, a veces lo castigan, le ponen la correa y se lo llevan a casa. En muchas ocasiones el cachorro aprende a no acudir cuando oye que le llaman e, incluso, a odiar el collar y la correa.

Aprendizaje de la posición «suelo» con estímulo de comida

Es importante no utilizar la orden ¡ven! con un cachorro si no se está completamente seguro de que irá o si no se tiene un método seguro para hacerlo ir. Por ejemplo, a las horas de las comidas podemos dejar al cachorro fuera de casa mientras le preparamos la comida. Luego vamos a la puerta con el plato en la mano, lo llamamos por su nombre para captar su atención y le mostramos el plato. Apenas empieza a ir, lo llamamos con la orden ¡ven!

Mientras el cachorro corre libremente, hay varias ocasiones en las que se le puede llamar. En estos casos, cuando no estamos seguros de que vendrá, silbaremos. Si esto atrae su atención y empieza a correr hacia nosotros, nos agacharemos inmediatamente y lo llamaremos. Cuando llegue, debe encontrar siempre una recompensa, un trocito de comida o un objeto que le guste para jugar. Debe aprender que acudir rápidamente es lo mejor que puede hacer y que siempre resulta extraordinariamente gratificante.