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Adiestramiento del cachorro
Las primeras enseñanzas
Acostumbrarse al collar y la correa
ОглавлениеEn cuanto el cachorro llega a la nueva casa, hay que acostumbrarlo a llevar un collar blando. Al principio es probable que no le guste, pero si se le deja puesto, no tardará mucho en acostumbrarse. La única precaución que hay que tener es no dejarlo solo al principio para que no se enganche en algún sitio y se haga daño.
Cuando el cachorro no muestre problemas para llevar el collar podremos ponerle una correa ligera, que dejaremos que arrastre, vigilando que no se le enganche en ningún saliente. Lo distraeremos con un juguete. Mientras estemos jugando con él, agarraremos la correa durante cortos espacios de tiempo, y si el cachorro intenta oponerse lo distraeremos con un juguete y le animaremos a que nos siga.
Una vez probado este método, el cachorro ha de estar dispuesto a seguirnos caminando con la correa. Entonces lo llevaremos a un lugar nuevo, en donde tenga muchas distracciones y no se preocupe por la correa.
Para asegurarnos de que el cachorro vea positivamente la correa, se la pondremos siempre antes de salir, aunque sólo sea al patio, al jardín o a la zona comunitaria de debajo de casa. De este modo el cachorro relacionará pronto la correa con la diversión.
Las órdenes ¡sentado! ¡suelo! y ¡de pie!
Estas órdenes son muy sencillas de enseñar, usando como premio un poco de comida o un objeto para jugar. Llevaremos el premio en una mano y con la otra pondremos suavemente al cachorro en la posición deseada. Mantendremos el premio más arriba de su nariz para el ¡sentado! y lo bajaremos para el ¡suelo!, haciendo una ligerísima presión con la otra mano en el collar. Luego moveremos la mano del premio hacia delante para que se ponga de pie.
Conviene empezar por la orden ¡sentado! y trabajar en ella durante unos cuantos días hasta lograr que el cachorro cumpla la orden nada más oírla. Luego se pasa a la orden ¡suelo! y se insiste en el trabajo unos cuantos días. Y finalmente se le enseña la orden ¡de pie! Esta última es la más difícil, y quizá resulta necesario ayudar al cachorro a adoptar esta posición. No debemos hacer que mantenga la posición demasiado tiempo antes de premiarlo. Una vez que el cachorro haya aprendido las tres órdenes, se incluirán en todas las sesiones de juego.