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2.5 LA REPRESENTACIÓN GRÁFICA
ОглавлениеEsta representación se nos presenta como una metáfora relativa, porque no están, por un lado, las palabras, y, por otro, el espacio, sino a veces las palabras en el espacio, a veces el espacio en las palabras32. En el libro III de la Retórica, Aristóteles trata de las figuras y principalmente de la imagen y de la metáfora, de manera que, más que oponerlas, las acerca. El punto de visa elegido es el de la persuasión, es decir, el de la eficacia discursiva. A propósito de los entimemas, Aristóteles insiste en la rapidez de la recepción:
Se sigue de esto necesariamente que la elocución y los entimemas son elegantes cuando son rápidamente comprendidos33.
El segundo rasgo es el del estallido:
Esta expresión: «Es el momento en que Grecia lanzó un grito», en algunos aspectos, es una metáfora y pone el hecho ante los ojos [hipotiposis]34.
Este rasgo presupone la foria:
Entiendo por «poner una cosa ante los ojos» indicar que esa cosa es actuante35.
En fin, Aristóteles menciona lo que nosotros venimos llamando concesividad:
Es necesario, cuando uno emplea la metáfora, como lo hemos dicho anteriormente, extraerla de objetos propios (del tema), pero no muy evidentes. En filosofía, por ejemplo, tienes que considerar la semejanza que hay en aquellos objetos que tienen entre sí una gran diferencia36.
Estos cuatro rasgos, estas cuatro propiedades tensivas: la rapidez, el estallido, la foria y la concesividad, convienen a la representación gráfica, tal como nosotros la entendemos37.
El primer rasgo, la rapidez, tiene que ver con el privilegio indiscutible de la espacialidad, a saber, con la simultaneidad. En efecto, a partir de Leibniz principalmente, el tiempo es el referente de las sucesiones y el espacio el de las coexistencias. Si aceptamos que el espíritu no puede considerar al mismo tiempo más que un número limitado de magnitudes, la presentación diagramática y la presentación en red permiten abarcar de un solo golpe38 una pluralidad restringida. Sin embargo, si el efectivo de la pluralidad aumenta, la temporalidad virtualizada, por catálisis, es restaurada. Esta aprehensión inmediata es portadora de estallido en la medida en que, nos dice Aristóteles, nos la «pone ante los ojos», es decir, lo más cerca posible. La presentación diagramática se pone delante del observador, proponiéndole sin reticencia alguna, sin segundas intenciones, un sistema radicalmente simple. El sujeto abarca en el mismo movimiento un campo y sus accidentes más notables, doblemente determinados: determinados con relación a los ejes postulados y determinados los unos con relación a los otros.
El diagrama es comparable a un mapa, es decir, una magnitud susceptible de dos aproximaciones canónicas: una aproximación paradigmática, que distribuye territorios distintos por sus modos de vida, o bien una aproximación sintagmática, que precisa los caminos que recorrer. La presentación diagramática está en concordancia con una de las hipótesis directrices de este ensayo, a saber, que el sentido como efectuación consiste en la travesía más o menos restringida de un paradigma identificado. Interpretarlo como una transformación es tener en cuenta un tempo impetuoso que virtualiza la profundidad aspectual de los procesos y de las actividades39. Asegurar que /blanco/ se opone a /negro/ no es decir gran cosa. La cuestión semántica consiste en preguntarse cómo se pasa de /blanco/ a /negro/. Cómo, según el caso, acelerar ese desplazamiento, o bien cómo ralentizarlo; cuántas pausas conviene programar por adelantado; cuáles son los frenos, las resistencias que se van a encontrar. En una palabra, se trata de sorprender el sentido «haciéndose» [o sea, «en acto»].
El último rasgo, hemos dicho, se refiere a la concesividad. Aristóteles subraya que la filosofía debe descubrir una semejanza en la diferencia, operación a la cual es fácil aplicar el protocolo lingüístico de la concesión. La hipótesis tensiva considera, sin estar en condiciones de dar la prueba científica, que, en el caso de la correlación inversa, la inversión de signos es el plano de la expresión de un principio de constancia en el plano del contenido. Combinaciones diferentes por su manifestación participan de la misma inteligibilidad. Volveremos sobre esto.