Читать книгу El caso Dreyfus - Denis Bon - Страница 6

Para que se entienda mejor el alcance de la traición de la que se hizo sospechoso a Dreyfus, conviene hacer algunas aclaraciones sobre la famosa lista. ¿Qué era en realidad? ¿Por qué era tan importante para el estado mayor?

El origen de la detención del capitán Dreyfus se sitúa en el descubrimiento, entre la basura del conde de Schwartzkoppen, agregado militar en la embajada de Alemania, de un documento, la famosa lista. Fue encontrada por la espía regular al servicio de Francia, Marie Bastian, empleada como mujer de la limpieza en la embajada alemana. En la penumbra de la iglesia de Santa Clotilde de París, este documento, como todos los que proceden del Servicio de Información, pasa de la mano de la señora Bastian a la del agente del Servicio. Este procedimiento de comunicación de documentos extranjeros robados en el seno de la misma embajada es lo que se llamará la vía ordinaria.

La práctica del registro de la basura del conde, aunque en apariencia pudiera resultar poco creíble, incluso cómica, se revelaba sin embargo como una operación muy fértil, puesto que este individuo tiraba sin distinción tanto documentos oficiales o sus copias, como cartas de amor, dirigidas tanto a mujeres como a hombres, o papeles sin la más mínima importancia. Una mina de oro para el Servicio de Información, dirigido desde 1887 por el coronel Sandherr, antiguo cadete de la Academia General Militar de Saint-Cyr.

La lista es uno de los documentos secretos remitido por la señora Bastian a manos, probablemente, del comandante Henry, agente de información. La lectura de su contenido no dejaba lugar a dudas: se trataba evidentemente de información vendida al extranjero por el canal de la embajada. Y su autor era francés, y un traidor. Su contenido era el siguiente:

Aunque no tengo noticias que me indiquen que desea verme, le envío, a pesar de ello, algunas informaciones interesantes:

1. Una nota sobre el freno hidráulico del 120 y la manera en que se conduce esta pieza.

2. Una nota sobre las tropas de cobertura (se realizarán algunas modificaciones con el nuevo plan).

3. Una nota sobre una modificación de la artillería.

4. Una nota relativa a Madagascar.

5. El proyecto del manual de tiro de la artillería de campaña (14 de marzo de 1894).

Este último documento es extremadamente difícil de conseguir y sólo podré tenerlo a mi disposición dentro de unos días. El ministro ha enviado una cantidad fija a los cuerpos y esos cuerpos son los responsables: cada oficial poseedor debe entregar el suyo después de las maniobras.

Si a usted le interesa tener alguno de ellos, podré con posterioridad tenerlo a mi disposición y entregárselo. A menos que usted desee que lo mande copiar y le envíe la copia.

Voy a salir de maniobras.

El descubrimiento de este documento, de la más alta importancia militar, llega rápidamente a oídos del ministro de la Guerra, el general Mercier. Además de una indignación totalmente comprensible ante esta traición en favor de su enemigo declarado, Alemania, Mercier expresa un gran sentimiento de deseos de venganza con respecto a la derecha, que no ha dejado, en los últimos tiempos, de criticarlo a través de la prensa.

Si pudiera encontrar al culpable de la alta traición, su imagen saldría muy bien parada. El papel del general Mercier en el caso será uno de los más importantes, sin que se pueda realmente confirmar cuáles eran sus verdaderas motivaciones. Este militar liberal, número dos de su promoción en la Escuela Politécnica, católico casado con una inglesa protestante, fue nombrado jefe del Ministerio de la Guerra por su mentalidad tolerante y abierta.

No era un político. Sin embargo, la razón de Estado no le dejaba indiferente. A este hombre, que constantemente debía probar su credibilidad frente al gobierno, por una parte, y, por otra, frente a los nacionalistas y la derecha, que le reprochaban algunas decisiones militares, el caso Dreyfus le permitió asentar su credibilidad. Necesitaba un culpable, y pronto, para aferrarse a él. Su deber era parecer eficaz.