Читать книгу El almacén de los recuerdos - Denise Arredondo - Страница 16

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Taza de café

Se me llenaron los ojos de tormenta cuando escuché esas palabras incompletas.

Era martes, sentados en aquel bar, a mi café le faltaba azúcar y el tuyo tenía de sobra, por los nervios pusiste más de lo normal y yo por miedo ni el mío quise tocar.

Me dijiste las palabras que siempre temí, las que te pedí en una tarde de abril que nunca las fueras a decir, que si un día optabas por salir de aquí, nunca dijeras en palabras tan cortas que lo nuestro había llegado a su fin.

Pero se ve que nunca me escuchaste o será que nunca lo recordaste, porque no me citaste a tomar un café dulce con sabor a tus besos, me citaste para cantarme las palabras que siempre odié y para tomarme un café con gusto a olvido.

Tu voz estaba nerviosa, pero mis manos lo estaban aún más, quería retener este momento, quería que se congele el tiempo para no verte marchar de acá y mi alma abandonar. Pero yo no tenía magia, ni esto era una típica película de amor donde todo se paraba con una canción de dolor.

Esto era la realidad, eras vos queriendo salir de acá, era yo queriendo que esto fuese un sueño más. No bebiste tu café porque era muy dulce para tanta despedida sin tu regreso, yo sí bebí el mío, porque quería beber algo amargo que me hiciera apagar todo este ardor que sentía por dentro.

Y así te fuiste, y así me quedé. Tan triste por dentro que no solo había tormenta en mis ojos, sino que ahora se anunciaba una fuerte tormenta en mi corazón, qué triste y solo se marchó sin tu amor.

***

El almacén de los recuerdos

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