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BIENVENIDO A TU RESACA

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¡Buenos días! O quizá no tan buenos. La gente suele contar chistes de resacas como este: «¿Qué es lo mejor para una resaca? Beber mucho la noche anterior». Incluso existe una franquicia de películas supertaquilleras que giran en torno a lo desconcertados, indispuestos y arrepentidos que nos sentimos a la mañana siguiente. Pero lo que está sucediendo durante una resaca es más grave que eso: se trata de abstinencia. De acuerdo, los síntomas no son tan fuertes, desagradables y potencialmente mortales como los que puede sufrir un alcohólico. Pero no importa de qué lo disfraces: tu cerebro y tu organismo se están absteniendo del alcohol.

Podemos definir la resaca como una experiencia donde se aúnan diversos efectos fisiológicos y psicológicos desagradables, resultantes de la ingesta media o elevada de alcohol. Por lo general, aparece unas diez horas después de haber alcanzado el máximo nivel de alcohol en sangre, aunque esto varía dependiendo de factores como el sexo, el peso e incluso la disposición genética. Sin embargo, algunas personas no sufren la más mínima resaca: según algunos informes, entre el 3% [14] y el 23% [15] de la población es inmune a ellas. No es de extrañar que estas personas tengan más probabilidades de convertirse en bebedores empedernidos, al no experimentar esta consecuencia disuasoria.

Tal vez sepas por experiencia que la resaca puede durar entre unas pocas horas y más de veinticuatro. El alcohol afecta a muchos sistemas de tu organismo y tu cerebro, por lo que la resaca es, necesariamente, compleja, y de ahí las infinitas modalidades de sufrimiento. Hay más de cuarenta y siete síntomas posibles (puedes consultarlos en la tabla 1), y es probable que tengas tu propia combinación personalizada; en cualquier caso, van desde trastorno del sueño y deshidratación hasta ansiedad, tensión, estado emocional negativo e incluso déficits de atención, de memoria y de habilidades psicomotrices. Los síntomas dependerán de cuánto hayas bebido, pero también de lo que hayas bebido. Los alcoholes añejos y los madurados en barrica contienen muchos congéneres (ya hablamos de ellos antes), y se cree que estos pueden agravar las resacas. ¿Qué conclusiones sacamos? Aunque ya no estés borracho, lo más probable es que rindas poco en el trabajo, aparte de que quizá no sea una gran idea que conduzcas. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estimaron que los costes económicos derivados de las resacas por consumo de alcohol ascendieron en 2010 a unos doscientos cuarenta y nueve millones de dólares [16].

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