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3. La atención

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Para tener una definición generalizada de lo que significa el término atención podemos recurrir a la Real Academia de la Lengua Española, que la define así:

La atención es la capacidad de aplicar voluntariamente el entendimiento a un objetivo, tenerlo en cuenta o en consideración.

D.R.A.E.

En psicología cognoscitiva, las definiciones no distan demasiado de ésta. Una de las definiciones más simples es:

La atención es un mecanismo mediante el cual se activan y distribuyen los recursos disponibles del organismo para llevar a cabo algún tipo de actividad cognitiva.

En educación, el niño está atento cuando le escucha y sus estructuras cognitivas están en buena disposición para recibir información y asimilarla para producir aprendizajes. Pero, es muy importante no pedir al niño que realice a la vez varias actividades que absorban su atención, por lo que hay que conocer la capacidad de atención de los niños para poder ajustar las actividades que se les proponen. En función de esto, el individuo no puede atender a todos los estímulos que recibe del exterior a un mismo tiempo, por lo que habrá que educarle para que aprenda a distinguir cuáles son aquellos a los que debe atender en cada momento.


Nuestra mente recibe multitud de estímulos a lo largo del día, por lo que la atención es muy importante, para poder concentrarnos en un estímulo concreto e ignorar todos los demás.

Hay una serie de determinantes que influyen en la decisión del niño de fijarse en unos u en otros estímulos, de los recibidos al mismo tiempo. Podemos clasificarlos en determinantes externos y determinantes internos.

Los determinantes externos son:

1 Potencia del estímulo: cuanto mayor sea la incidencia sobre los sentidos, mayor captación de nuestra atención tendrá, como sucede con los ruidos fuertes o los colores u olores intensos.

2 Cambio: los movimientos en nuestro campo de percepción también son motivadores de la captación de atención. Cuando un elemento cambia dentro del campo perceptivo se vuelve más relevante.

3 Tamaño: cuanto mayor sea el tamaño, más entrará en nuestro campo perceptivo.

4 Repetición: si un estímulo es débil, pero se repite constantemente, puede llegar a alcanzar un impacto fuerte sobre la atención.

5 Movimiento: este determinante está íntimamente relacionado con el cambio, y afirma que los elementos móviles son más llamativos que los estáticos.

6 Contraste: la capacidad de un estímulo de destacar sobre otros estímulos del campo perceptivo también aumenta su potencial atencional.

7 Organización estructural: si los estímulos que se presentan están faltos de estructura o coherencia pierden significado, por lo que provocan distanciamiento de la atención.

Los determinantes internos son:

1 Estado orgánico: las condiciones físicas y orgánicas que tenga el individuo y su relación con la satisfacción que pueden reportarle los estímulos que se presentan están íntimamente relacionados con el nivel de atención.

2 Intereses: no solo las necesidades personales condicionan la atención, también los gustos, preferencias e intereses.

3 Sugestión social: además de las circunstancias intrínsecas del individuo, las necesidades e intereses que se deriven del ambiente social también van a determinar la selección de estímulos por parte del niño.

4 Curso de pensamiento: independientemente de todos los factores anteriormente expuestos, si la atención del niño está centrada en un tipo de estímulos concretos, por la razón que fuere, tampoco será fácil conseguir dirigirlo hacia la actividad que propongamos.

Todos estos determinantes son muy utilizados en la publicidad y el marketing comercial, que saben manejar como nadie atención de los niños e, incluso, de los adultos.

Nuestra acción, por tanto, para intentar captar la atención del niño ha de tener en cuenta todos estos determinantes, para poder actuar y modificar a nuestra conveniencia aquellos que nos lo permitan. Se han de tener en cuenta los determinantes externos para elaborar nuestra práctica educativa y los materiales en los que vamos a apoyarnos (se sabe que han de ser intensos, móviles, grandes, repetitivos, estructurados, etc.). Igualmente, debemos conocer bien las características concretas del niño o grupo de niños para conectar directamente con sus necesidades, intereses, sugestiones sociales y, a partir de ellas, introducir los contenidos.


Atraer la atención de los niños y niñas en clase es uno de los primeros objetivos que debe conseguir un educador/a.

La atención puede entenderse diferenciada en tres tipos:

1 Activa y voluntaria: en este caso, el niño participa de forma consciente y voluntaria, tiene un fin práctico. Necesita, por tanto, la motivación del individuo.

2 Activa e involuntaria: el niño participa de forma activa, pero sin motivación alguna. Sigue el estímulo de forma innata.

3 Pasiva: el niño mantiene la atención, una atención que es llevada a cabo sin esfuerzo.

Uno de los principales problemas que presenta la atención en el contexto escolar es el tiempo. Es decir, el tramo de tiempo en que el niño es capaz de estar centrado en una misma actividad. Son muchos los niños que presentan trastornos escolares debido a déficits de atención. En la actualidad, se está trabajando intensamente para investigar metodologías que ayuden a los niños con estos problemas a seguir el ritmo normal del grupo, ya que, indudablemente, dedican un menor tiempo a todo el proceso de aprendizaje, desde la recepción de la información hasta la reflexión y elaboración de una respuesta, por lo que su índice de error es muy alto.

Aun así, la importancia de la atención no solo reside en la capacidad para centrarse en una determinada tarea o estímulo, sino que también es muy importante la capacidad para eliminar este estímulo e interrumpir la tarea en el momento adecuado, para pasar a fijarse en un nuevo estímulo. Frecuentemente, en la vida escolar hay niños a los que, una vez centrados en una actividad, les cuesta pasar a otra nueva y olvidarse por completo de la anterior. A esto se le llama capacidad de autorregulación de la atención, y se va desarrollando normalmente a lo largo del crecimiento, al igual que la capacidad para centrarse durante un tiempo adecuado.

Un modelo de instrucción en el trabajo de la atención infantil podría seguir los siguientes pasos:

1 Identificar el problema.

2 Planificar la ejecución.

3 Revisar la corrección de respuestas.

4 Reforzar la respuesta cuando haya resultado adecuada, o corregir los errores cometidos.



Aplicación práctica

Usted se dispone a elaborar una lámina o mural que servirá para introducir a los niños de 4 años en el aprendizaje de las formas geométricas básicas.

Enumere y justifique qué aspectos considera que ha de tener en cuenta para conseguir la atención de los niños.

SOLUCIÓN

En la elaboración de la lámina se deberá tener en cuenta:

1 Tamaño: debe ser lo suficientemente grande como para que los niños la vean bien y capte su atención.

2 Contraste: deberán destacarse con colores muy llamativos las figuras geométricas, respecto al fondo de la lámina.

3 Movimiento: mediante la utilización de cartulinas superpuestas, se introducirán figuras que tengan movimiento sobre la lámina.

En cuanto a los niños a los que va dirigida la lámina, deberán considerarse:

1 Sus intereses: los elementos de la lámina deben conectar de alguna manera con sus motivaciones propias.

2 La sugestión social: los elementos de la lámina también deben conectar con los intereses sociales a los que pertenecen.

3 El curso de pensamiento: debe intentarse que, cuando se presente la lámina, todo el grupo de niños esté pendiente de ello y dejen las otras actividades que estuvieran acaparando su atención.

Desarrollo cognitivo, sensorial, motor y psicomotor en la infancia. SSC322_3

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