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Prebióticos y probióticos

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En salud, los microorganismos se encuentran en equilibrio (simbiosis) con su huésped. Sin embargo, este equilibrio puede alterarse, e incluso romperse, lo que lleva a un nuevo estado asociado a la enfermedad: la disbiosis. El metabolismo frecuente de los azúcares por la microbiota oral conduce a la acidificación del ecosistema, la reducción de la diversidad microbiana y el incremento en la proporción de especies acidogénicas y acidúricas (Kilian et al., 2016; Marsh, 2017).

Una forma de tratar o prevenir la disbiosis microbiana relacionada con la caries es el uso de prebióticos (ingredientes alimenticios no digeribles o sustratos, que al ser utilizados selectivamente por microorganismos huéspedes confieren un beneficio para la salud) y/o bacterias probióticas para modular el ecosistema oral.

Sobre la base del estudio de la composición de los alimentos y su capacidad para aumentar el pH, se pensó en dos prebióticos: la urea y la arginina, ya que, al ser metabolizadas por algunas bacterias orales, resultarían en la producción de amoníaco/amonio/bicarbonato y, por ende, en el aumento del pH (Liu et al., 2012).

La urea es el producto de degradación de las proteínas por el organismo; en la cavidad bucal se ha demostrado el efecto anticaries cuando se ha agregado a las gomas de mascar y a los enjuagues bucales.

Los alimentos aportadores del aminoácido arginina son aquellos ricos en proteínas (pescado, carne roja, carne de aves, soja, granos enteros, legumbres y lácteos). Su efecto se ha demostrado a través de una pasta dental llamada “anticaries” que resultó más efectiva en la prevención de caries que cuando se utilizó fluoruro únicamente. Además, la combinación arginina/calcio se utiliza en pastas dentales destinadas a aliviar la sensibilidad dental. Otro producto, cuyo componente es arginina-calcio-fluoruro, también mostró ser eficaz para la remineralización.

Asimismo, los probióticos son “microorganismos vivos que cuando se administran en cantida­des adecuadas confieren un beneficio para la salud del huésped”, pueden estar presentes en los ali­mentos y actuar como anticariogénicos. Los ensayos clínicos han sugerido que los programas escolares con leche suplementada con probióticos pueden reducir el desarrollo de caries en niños en edad preescolar y en escolares con alto riesgo de caries. Otros alimentos fuente de probióticos son el yogur, los quesos y helados (Zaura y Twetman, 2019).

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