Читать книгу Un día en la vida - Emmanuel S. Funes - Страница 48

Día 42 El bus avanzaba lento por la avenida, recorría con calma las calles de la ciudad. Mirando a través de la ventana, podía observar en detalle la cara de cada persona que transitaba por la acera o iba en un auto contiguo. Algunos paseaban a sus perros, otros, caminaban con la vista perdida en árboles y edificios. Por mi parte, contemplaba con serenidad la escena y pensaba en el trayecto faltante para llegar a destino; me encontraba tan cerca y a la vez tan lejos…

Оглавление

La impaciencia se apoderaba de mí.

Un día en la vida

Подняться наверх