Читать книгу La princesa de papel - Erin Watt - Страница 14
Capítulo 9
ОглавлениеLa primera persona que veo cuando Valerie y yo entramos al salón es Savannah Montgomery. Lleva unos vaqueros ceñidos rotos por las rodillas y una camiseta de tirantes que deja su vientre al descubierto. Tiene los ojos fijos en Gideon, que está hablando con un tío de espaldas, apoyado contra la pared.
Como si me viera relacionándolos mentalmente, Savannah gira la cara hacia mí. No me saluda ni me dice hola, pero me mira a los ojos unos instantes antes de darse la vuelta para hablar con su amiga.
La música es ensordecedora y todo el mundo bebe, baila o se da el lote en varias esquinas. Más allá de las cristaleras, veo una piscina con forma de riñón, cuya luz azulada ensombrece las caras de los adolescentes que están a su alrededor. Hay gente en todas partes. Hace ruido y calor, y ya echo de menos la silenciosa seguridad de los cuartos del servicio.
—¿En serio tenemos que estar aquí? —murmura Valerie.
Pillo a Reed observándonos desde la barra de madera de roble al otro lado del salón. Está con Easton y ambos asienten a modo de advertencia cuando los miro a los ojos.
—Sí.
Valerie parece resignada.
—Está bien. Entonces vayamos directas al grano.
Esta chica es una bendición. Me coge del brazo, me lleva por la fiesta y me presenta a gente al azar para después susurrarme detalles al oído.
—¿Ves a esa chica? ¿A Claire? Se tira a Easton Royal. Le gusta decirle a la gente que es su novia, pero todos saben que Easton no tiene novias.
»¿Y Thomas? Es un cocainómano con temperamento, pero papi es senador, así que los desastres de Thomas siempre se arreglan.
»Aléjate sin dudar de Derek. Es una fuente de clamidia.
Intento no atragantarme de la risa mientras me lleva hacia otro grupo, un trío de chicas con minivestidos combinados en tonos pastel.
—Lydia, Ginnie, Francine, esta es Ella. —Valerie gesticula entre nosotras y me aleja de las chicas pastel antes de que abran la boca—. ¿Te has preguntado alguna vez si hay gente que nace sin cerebro? —inquiere—. Pues ahí tienes la prueba. Estas chicas le dan un significado nuevo a las palabras «cabeza hueca».
No voy a mentir, disfruto de las presentaciones, o más bien de los cotilleos que las acompañan. Me doy cuenta de que nadie me saluda con más que un «hola» antes de desviar la mirada hacia los hermanos Royal para comprobar su reacción.
—Vale, ya hemos pasado la parte fácil —suspira Valerie—. Es hora de matar al dragón.
—¿El dragón?
—Mi prima. También conocida como la abeja reina del Astor Park. Te aviso de que es superposesiva con respecto a los Royal. Estoy bastante segura de que se ha liado con todos ellos, incluidos los gemelos.
Y hablando de gemelos, pasamos por delante de Sawyer de camino a la zona de la piscina. Sé que es Sawyer porque lleva una camiseta negra y antes he escuchado a Gideon llamar Sebastian al de la camiseta blanca. Una pelirroja bajita está abrazada a Sawyer y reparte besos por todo su cuello, sin embargo, clava la mirada en mí cuando pasamos por delante de ellos.