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T. MISCELÁNEA

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149a PLUTARCO , Cómo percibir los propios progresos en la virtud 79 D:

Los que verdaderamente hacen aún más progresos son los que son capaces de sacar provecho no sólo de las palabras sino también de lo que contemplan y de todo tipo de cosas, y de recoger lo conveniente y útil, como, por ejemplo, se dice de Esquilo y de otros del mismo tipo. Así, Esquilo, en una ocasión en que contemplaba un combate de pugilato en los Juegos del Istmo y cuando el público estalló en gritos al ser golpeado uno de los dos contendientes, dio un codazo a Ión de Quíos al tiempo que le decía: «¿Ves qué cosa es el entrenamiento? El golpeado se mantiene en silencio, mientras que los espectadores gritan».

b PLUTARCO , Cómo debe el joven escuchar la poesía 29 F:

Esquilo con ocasión de unos Juegos del Istmo, al ser golpeado un púgil en la cara y producirse un griterío, dijo: «¿Qué cosa es el entrenamiento? Los espectadores gritan, mientras que el golpeado se mantiene en silencio».

150 HIMERIO , Discursos 34 (33) 18:

Se cuenta que Solón, que se había convertido en un enamorado de la sabiduría, estuvo dando vueltas por toda la tierra tras las huellas siempre de cualquier cosa sabia. Fue, pues, hasta Lidia, y se le vio también después de éstos entre los jonios, y llegó igualmente al lado de los egipcios… Una vez que llegó a Grecia, encontró a Esquilo, que, aún joven, después de Tespis y los autores de tragedias anteriores a aquél despertaba ha poco la poesía del suelo hacia lo alto, a fin de poder hablar a los espectadores desde las alturas; y, admirado ante la tragedia, con frecuencia se entregaba él mismo a los poemas de Esquilo a la par que el muchacho, a fin de poder representar una historia trágica a partir de los poemas de aquél 250 .

151 ARISTÓFANES , Las nubes 1364-1365:

ESTREPSÍADES. — … Y luego le (a Fidípides) exhorté a que, ea, cogiese un ramo de mirto y me recitase algunos versos de Esquilo.

152 ARISTÓFANES , Fr. 161 K-A (en ATENEO , 365 B):

Lisias utiliza el término «comida en común» (súndeipnon) en lugar de «tertulia después del banquete» (sumpósion ) 251 en el Contra Micino por asesinato, pues dice: … 252 . Y Platón también dijo: … 253 . Y Aristófanes en Gerítades 254 : «… alabando a Esquilo en las comidas en común …».

153 LUCIANO , Contra un ignorante que compraba muchos libros 15:

Se cuenta también que Dionisio 255 escribió una tragedia de forma muy descuidada y motivo de irrisión, hasta el punto de que Filóxeno 256 con frecuencia, al no poder contener la risa, se vio encerrado en las canteras 257 por causa de ella. Pues bien, aquél, enterado de que estaba siendo objeto de burla, con gran solicitud se hizo con la tablilla en la que Esquilo escribía y, así, él se creía que llegaría a estar poseído por la divinidad e inspirado por influjo de la tablilla. Pero, no obstante, sobre aquella misma siguió escribiendo cosas mucho más risibles, como, por ejemplo, también aquello de: … 258 .

154 PLUTARCO , Vida de Alejandro 8, 3:

Y como no tenía (Alejandro) medio de hacerse con los demás libros 259 en aquellos parajes del interior, solicitó de Hárpalo que se los enviase, y éste le envió los libros de Filisto y numerosas de las tragedias de Eurípides, de Sófocles y de Esquilo, y los ditirambos de Telestes y de Filóxeno.

155a Escolio a ARISTÓFANES , Las ranas 1282:

(ARISTÓFANES , Las ranas 1281-1282:

EURÍPIDES. — No, antes al menos de que también oigas otra estrofa lírica «compuesta según el nomos citaródico» [v. 1282]).

«Según el nomos citaródico»: Timáquidas escribe que la alusión es a que Esquilo había utilizado el nomos ortio 260 y de tono agudo.

b Escolio a ARISTÓFANES , Las ranas 1282 261 :

Porque Esquilo utilizaba el nomos ortio y de tono alto.

156a Escolio a ARISTÓFANES , Las ranas 928:

(ARISTÓFANES , Las ranas 927-930:

EURÍPIDES. — Palabra clara no habría dicho ni una sola…

DIONISO. — No rechines los dientes.

EURÍPIDES. — …, «sino o Escamandros o fosos o águilas-grifos de bronce sobre escudos», [928] y palabras montadas a caballo, que no serían fáciles de entender).

También hay un rasgo característico en esto, puesto que Esquilo era inclinado a mencionar ríos y montañas.

b TZETZES , Comentarios a Las ranas de Aristófanes 928 262 :

«…, sino o Escamandros o fosos»: porque Esquilo escribe cosas tales en sus tragedias: montañas, ríos, colinas, barrancos, zanjas.

157 Anónimo, Estudios de Métrica , en el Papiro de Oxirrinco 220 V 1 263 :

En un tiempo yo creía haber sido el primero en haber descubierto este metro, y me enorgullecía de ser el inventor de un nuevo metro. Y luego [descubrí que] 264 Esquilo [lo había ya utilizado y] 265 antes de éste Alcmán 266 y Simónides 267 .

158a PSEUDO -MARIO VICTORINO , Gramática 2.2 Keil:

Recibe (el tetrámetro anapéstico cataléctico) el nombre de aristofanio no porque él fuese su creador —antes de él lo habían utilizado tanto Esquilo como Cratino 268 y otros—, sino porque Aristófanes hizo un uso muy intenso de este metro 269 .

b PSEUDO -MARIO VICTORINO , Gramática 3.15 Keil:

Aquel tipo de anapestos, cuyo origen viene del verso dactílico, es muy apropiado para los cómicos, y fue denominado aristofanio no porque Aristófanes fuese su creador —tanto Esquilo como Cratino, poeta de la Comedia antigua, lo habían utilizado—, sino porque Aristófanes hizo un uso muy intenso de este metro.

159 CICERÓN , Tusculanas II 23:

Hagamos comparecer ahora a Esquilo, no poeta solamente sino también pitagórico —pues así nos ha llegado la tradición— 270 .

160 ELIO ARISTIDES , Discursos 50 (26) 60-61 Keil:

60. Además, en una ocasión me pareció que el poeta Sófocles llegaba a mi propia casa… 61. Pues bien, al verlo sentí alegría y, levantándome, lo saludaba y preguntaba: «Pero ¿dónde está tu hermano?»; y él dijo: «¿Es que yo tengo algún hermano?»; y yo: «A Esquilo me refiero».

161 [TEMÍSTOCLES ], Cartas 1:

Temístocles a Esquilo 271

Al momento de partir 272 habíamos decidido encaminarnos a Delfos, con la intención de vivir entre los delfios cuanto pareciera bien a los atenienses. Por el camino me encuentro con algunos amigos míos de Argos, Nicias, Meleagro y el que no mucho antes había estado en Atenas, Éucrates. Cuando, a mi alrededor, me preguntaron y se enteraron del ostracismo, al punto se afligieron y numerosos reproches lanzaron contra los atenienses. Tras saber que yo estaba resuelto a encaminarme a Delfos, dejaron de hacer reproches a los atenienses, y me censuraban a mí manifestando que ellos quedarían deshonrados si no eran considerados apropiados para acoger nuestro infortunio, y ponían de testigo a nuestro padre Neocles, que había vivido durante muchísimo tiempo en Argos, mientras que yo me olvidaba de que él había amado a Argos y a sus amigos argivos; y no faltaba ya mucho para que incluso comenzaran a alabar a los atenienses como si nosotros estuviésemos pagando una culpa justa. Finalmente, pedían que no los condenara a resultar merecedores sólo de nuestro casual encuentro y que no afrentase el golpe de buena fortuna que para ellos había supuesto el habernos encontrado, y una vez más traían a colación a Neocles y que sería digno vivir en la misma ciudad que mi padre y en la misma casa. En consecuencia, nos captaron y desviaron hacia Argos, Esquilo. Y ahora en Argos hemos puesto punto final a nuestra inclinación natural 273 , y numerosos pesares sobrellevamos porque ni siquiera queremos gobernar a los argivos: tratan de obligamos, en la idea de que están siendo objeto de injusticia, si no gobernamos; pero a nosotros no nos agrada ni siquiera parecer ser poderosos, no sólo porque estas cosas nos perjudicaron, sino también porque es suficiente haber disfrutado de estas cosas en el momento necesario.

Fragmentos. Testimonios.

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