Читать книгу El placer de seducir - Ezequiel López Peralta - Страница 11
NO TODO MEDIO ES VÁLIDO: SEDUCIR CON ÉTICA
ОглавлениеAntes de seguir avanzando en la teoría y la técnica de la seducción, es preciso que te haga una pregunta importante. ¿Para qué seduces? Ya te conté que todos seducimos en diferentes ámbitos, a distintas personas, y los objetivos varían. Pero especialmente cuando se trata de un acercamiento que involucra a la sexualidad y al afecto, piensa siempre que hay alguien del otro lado que siente, y que tiene derecho a conocer cuáles son tus intenciones reales para poder elegir de verdad.
Volviendo a las Escuelas de seducción a las que me referí más arriba, hace poco estaba viendo un video de unos españoles que se dedican a entrenar a hombres que se consideran poco expertos en estos temas. En su discurso —que decía muchas cosas y a la vez no decía nada— uno de los jóvenes afirmaba: “Te enseñaremos a tocar las emociones de una mujer, y así conquistarás a quien quieras. Es más, hasta puedes estar con una chica distinta cada día de la semana”. ¿Qué te parece? Movilizar emocionalmente a una mujer, así llamas su atención. Crear la expectativa de que eres el hombre que ella quiere a su lado, para compartir diferentes espacios en su vida, con una proyección juntos. Y luego de unos cuantos movimientos entre las sábanas, desapareces de su vida como si fueras un ilusionista. No me parece justo.
No te estoy diciendo que debes firmar un contrato especificando cada una de tus intenciones. Tampoco pienso que todo es tan rígido. De hecho, ¿cuántas veces pasa que alguien te gusta solo para revolcarte en la cama, y terminas enamorándote? O al revés, el enamoramiento se esfuma en unos instantes, pero queda una química genial entre los dos. Pero lo que sabes es qué sientes en este momento, qué intereses te movilizan, qué esperas de esa relación, y no es ético prometer amor si solo quieres sexo.
También es necesario referirme al autoengaño. No siempre hay alguien del otro lado que te hace falsas propuestas, el estafador puede estar dentro de ti. “Yo sé que él quiere tener sexo conmigo, nada más. Y lo puedo manejar perfectamente, aunque reconozco que me estoy enamorando”. Palabras más, palabras menos, lo escuché varias veces, especialmente en las mujeres. Cuidado. No te desconectes de tus sentimientos, escucha a tu corazón, porque puede estar sufriendo en silencio y cuando se decida a hablar vas a sufrir más de lo que crees. Nada puedes reprocharle a alguien si actuó con honestidad, su discurso fue claro, y las ilusiones que construyes solo tienen como sustento a tus fantasías.
Manejarte con ética en las relaciones sociales, incluyendo a las amorosas y a las eróticas, es una condición básica de un buen seductor. De nada sirve tener la mejor pinta, una mirada irresistible, una voz provocativa, una labia enredadora, si no te pones en el lugar de quien tienes enfrente y piensas, ante todo, en no hacerle daño.