Читать книгу El placer de seducir - Ezequiel López Peralta - Страница 13

LOS SEDUCTORES PASO A PASO

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Según la célebre antropóloga norteamericana Helen Fisher, el cortejo consta de cinco etapas que se han estudiado en diferentes, y muy variadas, culturas actuales así como en numerosas especies animales. Me parece muy interesante contarte de qué se trata, así tú te vas analizando y encuentras puntos fuertes a explotar así como los débiles a trabajar.

A) ETAPA DE LLAMAR LA ATENCIÓN. Como hombre o como mujer tú utilizas técnicas y recursos para llamar la atención de los demás. Implementas estrategias características de cada género, edad, contexto, cultura y personalidad, emitiendo señales de importancia y disponibilidad. Es decir que mediante la postura corporal, los movimientos, los gestos, la ubicación en el lugar, la vestimenta, se hace evidente tu disponibilidad para iniciar un proceso de seducción y por lo tanto intentas mostrar que tienes valor, el suficiente como para que se fijen en ti. Esta fase tiene la importancia de dejar una buena imagen en otras personas (sobre todo pensando en aquella que te atrae) y a partir de allí generar el interés por un acercamiento. Dicen que no hay una segunda oportunidad de crear una primera buena impresión… y no quiero ponerte presión, pero si no logras llamar la atención de alguna forma, la seducción es imposible: no te van a percibir o al menos esa percepción no estará cargada de interés hacia tu lado. Porque claro, tampoco basta con que te vean, sino que debes resultar interesante. La seducción consiste en llamar la atención, transformándola en deseo. Con ese objetivo tiendes a aprovechar los que consideras tus mejores atributos: si eres hombre te pones una camiseta ajustada y muestras tus brazos trabajados en el gimnasio; como mujer, combinas una minifalda con zapatos de tacón alto y muestras tus piernas, además de realzar tus curvas con una manera sensual de pararte. También te sientas en la barra de un bar riéndote a carcajadas con tus amigos o amigas, dando a entender que eres alegre; o te vistes combinando colores y prendas con muy buen gusto, expresando así tu interés por el cuidado personal y también (si la ropa es de ciertas marcas) una determinada capacidad adquisitiva.

B) ETAPA DE RECONOCIMIENTO Y ACERCAMIENTO. Por algún motivo que quizás no es del todo consciente (y que analizaré más adelante), te interesa una persona en particular entre tantas que pueden haber pasado frente a ti. Tu mente se centra en él o ella de manera automática. Entonces agudizas tus recursos para generarle curiosidad por conocerte. La mirada ocupa un lugar preponderante en esta etapa. Utilizas lo que entre los mamíferos se denomina “mirada copulatoria”, una mirada particular que suele estar acompañada por una respuesta automática (la dilatación de las pupilas) que expresa atracción interpersonal. La mirada copulatoria tiene el objetivo de mostrar interés por acercarte y a la vez verificar si existe disposición del otro lado. La sonrisa es otro recurso que acompaña a la mirada y dice mucho acerca de las personas y de sus intenciones.

Quizás tengas uno o más cruces de miradas y sonrisas, y decidas emprender el acercamiento de alguna manera. Cada uno tiene su estilo y puede ser más o menos directo, lo puede generar el hombre o la mujer, y habitualmente el contexto te sirve como aliado para generar ese acercamiento. En esta etapa es frecuente quedar estancado por timidez o por ausencia de habilidades sociales al no saber cómo transmitir las señales adecuadas, cómo evaluar el interés de la otra persona o cómo acercarte de forma efectiva.

C) ETAPA DE LA CHARLA DE ENAMORADOS. Una vez producido el acercamiento, y suponiendo que todo marche de acuerdo con lo esperado, comienza el diálogo concretado por medio de un lenguaje particular (verbal y corporal). Acá importa no tanto el contenido, sino principalmente la manera en que lo transmites. Se sabe que el lenguaje corporal o analógico (aquel que involucra tono de voz, gestos faciales, posturas corporales, distancia física, comportamientos en general y uso del contexto), es quizás más relevante y dice mucho más que el lenguaje verbal mismo. En esta etapa de la charla de enamorados existe un triángulo fundamental que está compuesto por las miradas, la sonrisa y la voz. Este último elemento es de suma importancia, y puede hacer que una persona que no tiene a primera vista grandes atractivos te resulte muy sensual, o que alguien que te da una primera impresión muy contundente te resulte claramente desagradable cuando lo escuchas.

D) ETAPA DEL CONTACTO FÍSICO. Emites señales de intención que son mensajes corporales (roces casuales, acercamientos graduales, posturas sensuales) que van y vienen, gracias a los cuales evalúas el interés mutuo y la posibilidad de seguir avanzando hacia instancias de mayor intimidad. El acercamiento es paulatino y progresa en la medida en que las señales son favorables y coincidentes. Se revelan de forma aún más explícita las intenciones particulares, los tiempos y los estilos personales. Si los intereses son compatibles y los estilos similares, la emisión y la lectura mutua de señales conducen a situaciones de proximidad creciente. En este camino, el beso en los labios constituye un antes y un después que confirma el interés erótico que se venía insinuando previamente en ambas partes. El beso es otro coloso en el arte de seducir que revela mucho acerca de las personas y de su relación. Además, es un predictor de cómo puede evolucionar el vínculo erótico: dos personas que gozan de sus besos, muy probablemente gocen de sus encuentros eróticos.

E) ETAPA DE LA SINCRONÍA CORPORAL. Te sientes a gusto, en sintonía, y los dos se mueven de manera sincronizada, al mismo ritmo. Adoptan posturas corporales y movimientos en espejo, hechos que son absolutamente no conscientes y constituyen la esencia de la denominada danza del cortejo. Este ritmo compartido ha sido encontrado en culturas muy diversas y en varias especies de mamíferos, de peces, de aves y de insectos.

Estos pasos se han descubierto en diferentes culturas de diversas partes del mundo estudiadas por Helen Fischer y otros destacados investigadores. Probablemente se trata entonces de un esquema universal compartido por los seres humanos, si bien los rituales y las formas específicas que forman parte de cada etapa pueden variar de acuerdo con factores psicológicos, vinculares, culturales y de la historia individual.

Es importante destacar que este esquema de fases del cortejo no es rígido sino flexible, es decir, que las etapas se pueden superponer y alterarse su orden, lo cual de hecho ocurre en la vida cotidiana. Lo interesante es que te sirva como modelo para distinguir algunos momentos claves en la seducción, lo cual facilita su comprensión y te permite pensar mejor en el desarrollo personal de aspectos específicos que trabajarás utilizando diferentes recursos.

El placer de seducir

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