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El Haka y la concentración
ОглавлениеEn la sección “El haka de la desconcentración”, he desarrollado el efecto de desconcentración que este ritual-danza produce en los contrarios, analizándolo desde una posición pasiva vinculada a los efectos que produce en sus observadores (jugadores rivales, público, etcétera). Posición pasiva que marca el carácter de fundamental importancia que tiene el lugar en el que posicionamos al adversario, y el lugar en el que nos posicionamos frente a él, lo cual desnuda que tanto nuestros Pumas como el resto de los rivales de los All Blacks deberían preocuparse por la propia película y no tanto por la película ajena. Pero… ¿cuáles son los efectos activos que produce en sus actores? A fin de responder esta pregunta tomaré en cuenta otras dos sencillas definiciones de concentración:
1 Es la acción de concentrar cosas o personas que están dispersas o que se pueden dispersar.
2 Estado de las personas que fijan el pensamiento en algo, sin distraerse.
Si tan solo realizamos el ejercicio de revivir mentalmente el haka (para este fin puede sernos útil releer la descripción de las páginas 20 y 21 del presente libro), podremos tomar conciencia de que ambas definiciones encajan perfectamente con el transcurrir de la danza. En otras palabras, los hombres de negro se concentran mediante el haka fijando el pensamiento en su ejecución. Esto significa que a través de este ritual y durante su duración, sus protagonistas consiguen un estado de concentración absoluta que a simple vista parecería resultar en una especie de trance hipnótico. Tomemos en cuenta que el término “trance”, que significa transitar, transportarse o cruzar, hace referencia a las palabras entrada, umbral, conducto, portal y canal. La capacidad para entrar en trance está relacionada con un mecanismo psicofisiológico por medio del cual las personas se abandonan a ciertas condiciones externas o internas (en este caso a través de esta ceremonia) para ingresar en un estado de consciencia diferente en el que quedan suspendidas algunas funciones mentales habituales. La hipnosis es un cambio de estado de consciencia que puede ser inducido por una persona que hace de hipnotizador (hipnosis heteroinducida) o generado por uno mismo (hipnosis autoinducida o autohipnosis), por intermedio de ciertas instrucciones o pasos preliminares. El requisito imprescindible en ambas está en que el o los sujetos deben focalizar su atención sobre un estímulo exterior (por ejemplo: imagen, música), o sobre una sensación interior (por ejemplo: recreación mental de algo, ritmo respiratorio, estado de rigidez o relajación de todo el cuerpo o de una de sus partes). Podemos decir que el haka comprende las dos clases de hipnosis, ya que su líder hace las veces de hipnotizador (hipnosis heteroinducida), aunque es claro que los demás protagonistas también la generan por sí mismos (hipnosis autoinducida).