Читать книгу Estudio sobre el mercado de valores - Fredy Andrei Herrera Osorio - Страница 32
Conclusiones
ОглавлениеEl mercado de valores es un instrumento que permite la financiación de actividades productivas a través de la transferencia de recursos de superavitarios a deficitarios, con independencia del plazo de colocación de recursos, en tanto el mercado siempre los convierte a largo plazo a través de la suma de cortos plazos.
Este mercado gira en torno al proceso de emisión, colocación, intermediación y negociación de valores, esto es, títulos emitidos de forma serial y masiva. La emisión es una forma de financiación en el mercado primario, en cuya virtud el emisor busca recursos líquidos para apalancar su actividad. La colocación es el proceso de enajenación de los valores en el mercado, labor que es realizada por intermediarios o hacedores de mercado. La intermediación es el proceso de acercamiento entre superavitarios y deficitarios de capital, con la intervención de un profesional. Y la negociación se refiere a la venta de los activos en el mercado secundario, en busca de obtener una utilidad a través de la especulación en el precio.
Los inversionistas son los principales actores del mercado, pues gracias a la disponibilidad de sus recursos es que se explica el proceso de emisión y negociación. Sin inversores no habría mercado y, por ende, no se tendrían instrumentos de financiación de deficitarios diferentes al crédito bancario.
Los inversores, personas naturales, jurídicas o patrimonios por afectación, persiguen la obtención de una utilidad vía dividendos, intereses o diferencial de precios en el mercado, para lo cual asumen directamente los riesgos de colocación, como los de mercado, liquidez, contraparte, tasa de cambio, sistémico, entre otros, con la idea básica de que a mayor nivel de riesgo mayor expectativa de retorno.
Son inversionistas tanto los expertos como los profanos, tanto los que intervienen en la formación de precios como los que pueden fijarlos, tanto las personas naturales como los agentes de los mercados financieros. Todos ellos, sujetos a una especial protección para efectos de garantizar un adecuado acceso a la información y la protección de su inversión, tienen deberes que les son exigibles para salvaguardar la estabilidad del sistema, por lo que se encuentran sometidos a prohibiciones y restricciones.
Los inversionistas institucionales son aquellos que tienen gran capacidad económica y, como consecuencia de ello, pueden falsear el libre juego de oferta y demanda de activos, pues su comportamiento puede determinar la forma en que actuará el mercado. Se trata de los bancos, aseguradoras, administradoras de fondos de pensiones y cesantías, fondos de pensiones, fondos de cesantías, sociedades fiduciarias, patrimonios autónomos, encargos fiduciarios y fiducias públicas.
Los portafolios de inversión también se consideran inversionistas institucionales, con independencia de que tengan o no personería jurídica, en atención a que jurídicamente se considera que los bienes que conforman su patrimonio actúan con unidad de acción y debidamente representados. Son portafolios de inversión los fondos de inversión colectiva, los fondos mutuos de inversión, los portafolios de terceros y los fondos de inversión de capital extranjero.
Los fondos mutuos de inversión son personas jurídicas creadas a través de actas orgánicas de constitución. Están conformados por el aporte de los trabajadores y de su empleador, recursos que son destinados a la realización de las inversiones expresamente autorizadas por el regulador.
Los fondos de inversión de capital extranjero son mecanismos para permitir el ingreso de recursos de inversores del exterior, quienes los invierten en nuestro mercado de valores para obtener utilidades (especulación) sin vocación de permanencia. Estos fondos fueron suprimidos por el Decreto 4800 de 2010 y ahora únicamente se exige la designación de un administrador local.
Los portafolios de terceros son contratos celebrados con sociedades comisionistas de bolsa para que se gestionen recursos y activos provenientes de inversionistas. Las decisiones de inversión están en cabeza del intermediario, quien actuará conforme a las instrucciones recibidas en el acto de constitución.
Finalmente, los fondos de inversión colectiva son instrumentos que permite el ingreso de pequeños inversores al mercado, al permitir que a través de aportes individuales se conforme un portafolio conjunto de inversiones, cuyos resultados se distribuirán entre todos los adherentes. Los recursos captados se destinarán al cumplimiento de la política de inversión señalada en el reglamento. Es deber de la sociedad administradora tomar las mejores decisiones en términos de una adecuada ejecución del encargo.