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OPINIONES PARA LUCY

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¿ Qué pienso de la vida?

Que es un inventico estupendo.

De la muerte

Por desgracia existe, pero tengo fe en que los rusos inventarán la inmortalidad antes de morirme. Si la inventan prometo volverme comunista.

De las mujeres

Solo por las mujeres vale la pena vivir, y hasta escribir. Dios tuvo una idea genial al inventarlas.

Del matrimonio

Es excelente para los que no tienen nada qué hacer con su vida. Es una institución muy moral, pero va contra la naturaleza. No me gusta en absoluto. No creo que tenga mucho corazón para soportar una mujer a mi lado doce horas de día y doce de noche. Esto requiere no solo mucha paciencia sino mucho coraje.

De los hombres que se matan por las mujeres

Que son bobos. Al contrario, a mí las mujeres siempre me han servido para no matarme. Toda mi vida y todo mi pensamiento gira en torno de una mujer, de dos…, hasta de media docena. Debe ser por esto que Elena Araújo, la crítica, dice que mi literatura es frívola. Cosa que es cierta, porque yo no soy un intelectual sino un vividor.

De la fidelidad

Existe, pero no hay que creer en ella. Y es muy admirada por los fieles como todos los mitos.

De no haber fundado el nadaísmo, ¿qué habría hecho con su vida?

Supongo que lo peor, como casarme, o haberme suicidado. Todo parecía indicar que iba a ser abogado, pero afortunadamente cierta inclinación a torcerlo todo me desvió del Derecho.

¿Cree en el horóscopo?

Creo que la línea de mi vida, según los astros, es una línea curva, difícil y que conduce a la gloria.

¿Qué métodos o sistemas usa para escribir?

Ninguno. Yo soy un desordenado, un antimétodo, un anti-todo. Trabajo toda la noche porque nunca puedo dormir. Escribo, fumo, medito, hago infinidad de carras, y cuando me siento estúpido me emborracho. Luego me acuesto a las ocho de la mañana y duermo hasta que despierto. He deseado vivir libremente como los pájaros. Me encanta no tener dinero, sufrir, y no tener que trabajar en una oficina. Por lo demás, soy el escritor que más trabaja en Colombia. En cierto sentido, soy un santo.

¿Se casaría?

No, nunca, los santos no nos casamos. Sinceramente me considero el peor partido para una mujer. Y algo muy terrible: soy un solitario. Las mujeres me agradan mucho por un rato, pero no para toda la vida. La estupidez humana me ofende, me escandaliza.

A duras penas me soporto a mí mismo. Además, soy psicópata.

La gente tiene la opinión de que usted es loco. ¿Usted qué piensa?

Pienso que la gente es muy estúpida y se mete en lo que no entiende, ni le importa. Y además sí soy loco.

¿Se siente un gran escritor?

No, en absoluto, me siento limitado, infinitamente insignificante. Cuando pienso en lo poco que valgo, me da mucha lástima.

Pero ¿está orgulloso de sus libros?

No, todos los que he publicado me parecen basura, ni siquiera siento remordimiento por ellos, a lo sumo desprecio.

¿Para los nadaístas existe la inspiración?

Sí, porque a pesar de todo los nadaístas también tenemos un alma. Pero no creo en la inspiración al estilo romántico. Es más bien ciertas condiciones especiales que hacen posible la creación. No le puedo decir cuáles son esas condiciones, porque son un misterio, y aunque las poseo, no las conozco. Por ejemplo, yo sé que escribí mi novela Punta de Cielo en un mes de delirante embriaguez… Estaba abonado para el milagro. Y, sin embargo, sé que bajo otro estado diferente, esa misma obra no la habría podido escribir en dos años. La verdad es que yo no soy un escritor profesional, ni un intelectual de uso corriente, yo me siento un instintivo, un pasionario. Me agrada definirme con una frase de Lawrence, esa de que la obra nace por pasión en mí como los besos.

¿Qué le parecen las intervenciones políticas del Padre Camilo Torres?

No me parecen políticas, sino muy cristianas y humanitarias. El mismo Cristo, para demostrar que era Dios, tuvo que venir a este mundo a predicar su doctrina de amor. Camilo no hace otra cosa que recordarnos la doctrina de Cristo con palabras nuevas, pero con idénticas ideas a las que tuvo el cristianismo primitivo. No hay que olvidar que también Jesús era un político de este mundo, que era un antioligarca, un antiimperialista, y un revolucionario como Camilo, y que por eso los van a crucificar a los dos. Este curita es formidable y me encanta porque se volvió nadaísta, por lo cual yo estoy pensando volverme cristiano, para que juntos luchemos por aquello que decía Camus: los que luchan por la justicia, luchan, en última instancia, por la belleza.

¿En qué trabaja actualmente?

Acabo de grabar un long play con textos nadaístas para los Almacenes Bambuco, creo que será un éxito. A pesar de que yo no me admiro mucho, la juventud me quiere. Pero no me gusta que se ponga tanta fe en mí porque eso me crea compromisos. Detesto sentirme responsable, eso limita mi vida y mi libertad. No quiero responder a nadie de mis actos, ni a Dios ni a los hombres.

El fundador del nadaísmo es el decimotercero hijo de una familia antioqueña. Se ha desligado completamente de todos sus parientes… “No quisiera molestarlos”, afirma… “Ellos no están de acuerdo con mis ideas”… Nació en Andes, un pueblecito pequeño, y empezó a estudiar abogacía en la Universidad de Antioquia. “Iba en segundo año de Derecho (en 1952), cuando me di cuenta de que la justicia colombiana era letra muerta. Me decepcioné… En esos días había perdido los valores religiosos… y entonces se operó en mí una gran crisis… Empecé a buscar nuevos valores que justificaran mi vida. Ese valor fue el arte. Descubrí una vocación literaria… Nunca pensé en ser escritor”.

“Yo tuve uso de razón a los veinte años… Antes no había meditado en los valores… Cuando lo hice, los encontré deleznables… No resistían el análisis ni la crítica… Me volví racionalista a través de la cultura… La razón destruye la fe...”. Gonzalo Arango es el resultado natural de las sociedades fanáticas… “Una sociedad necesita equilibrarse produciendo locos… Es el caso de Fernando González… Nosotros somos sus discípulos… Y los herederos de su inconformismo”.

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