Читать книгу Corazón y alma - Hevens - Страница 18
ОглавлениеAtardecer
Vives otra juventud con tus árboles, tu verde y el sol. Juntos gozan escribiendo garabatos de poesía en tu tierna alma. Un libro de poemas te acompaña. Sentada sobre el césped imaginas ser la amada de las estrofas que lees: «Recordar tu aliento en mi pecho, ¡oh, mi amada!, es entrar en tu cuerpo y sumergir lentamente mis manos hasta tu alma… Tendré que dejarte atrás, amada mía, para buscar la paz que me pides y que no tengo…».
Te apasionas con la lectura y justo en ese momento tu amigo el sol te sonríe y te dice adiós. El atardecer pinta de color despedida tu cielo, pero alcanzas a ver los últimos rayos del sol y con tu mejor sonrisa le dices: «Hasta mañana». Te quedas mirando un nuevo atardecer, llenando tus pupilas de la belleza que irradia el horizonte.
Vuelves a tu casa con pasos firmes, como queriendo presionar fuerte la tierra bajo tus pies, seguida de cerca por una clara oscuridad que se pierde tras de ti cuando cierras la puerta y entras en tu hogar.
Con el libro aún en tu mano enciendes la luz y buscas tu rincón para seguir leyendo. Quieres grabar cada palabra en tu recuerdo y conocer el final de aquel poema, que casi lo terminas con el fin del atardecer.
Te sientes «maravillosa esta noche». Ese poema de amor que leíste tuvo el final de amor que esperabas.