Читать книгу Entrenar y correr con potenciómetro (Bicolor) - Hunter Allen - Страница 6
ОглавлениеPrólogo
En 1986, Uli Schoberer, un estudiante de ingeniería y ciclista alemán, inventó el potenciómetro móvil para bicicletas, el Schoberer Rad Messtechnik, o SRM. Hasta aquel momento, la mayoría de los ciclistas se basaban casi exclusivamente en la ejercitación percibida para medir la intensidad durante una carrera. Algunos corredores durante la década de 1980 también utilizaban monitores de la frecuencia cardíaca, otro nuevo invento que solo tenía diez años de edad. Pero el problema de la frecuencia cardíaca era su respuesta lenta durante las aceleraciones breves, que son comunes en el ciclismo y que se ven afectadas por variables como el clima, la tensión mental y la dieta. Hacia la década de 1990, el SRM iba aumentando su uso entre los ciclistas profesionales. Pero, al ser más caros que la mayor parte de las bicicletas por aquel entonces, pocos no profesionales los utilizaban. No fue hasta principios de la década del 2000, cuando los precios bajaron y los potenciómetros fueron adoptados por parte de los corredores aficionados, pero que se tomaban su deporte en serio, en un amplio rango de disciplinas que incluía el ciclismo.
Hasta la invención y el amplio uso del potenciómetro, el ciclismo tal vez fuera el menos científico de todos los deportes de resistencia. Mientras en la década de 1970 y de 1980 a los nadadores y los atletas se les tomaban pequeñas muestras de sangre en la piscina o la pista para determinar los cambios en los niveles de lactato a diversos ritmos, los ciclistas serios se centraban principalmente en el volumen: millas, kilómetros y horas. El tiempo que se pasaba montado en la bicicleta era el punto de referencia para determinar el progreso. ¿Por qué no la velocidad? El viento, las cuestas y el tiempo pasado a rebufo hacían que los kilómetros por hora fueran prácticamente inútiles en la carretera.
Después llegó el SRM y las cosas, aunque lentamente, empezaron a cambiar. Ahora hay varias empresas que fabrican potenciómetros para las bicicletas y los precios han bajado considerablemente desde la década de 1990. Los ciclistas de carretera, los ciclistas de montaña, los triatletas, los ciclistas en pista y otros deportistas de todos los niveles de rendimiento los han considerado una forma excelente de medir el progreso en el entrenamiento. El ciclismo ha pasado de ser el deporte de resistencia menos científico a ser el más científico gracias a los potenciómetros. Los deportes no relacionados con el ciclismo, como por ejemplo el remo, la vela, el atletismo y otros, están empezando también a utilizar potenciómetros.
Tuve un potenciómetro en mis manos en el año 1995. Me lo prestó la empresa SRM. No podía permitirme comprar uno. Uli fue muy amable al dejarme utilizarlo durante tres meses. Por entonces yo estaba escribiendo mi primer libro, La biblia del entrenamiento del ciclista, y quería incluir algo sobre esta nueva tecnología. Escribí en el libro una página sobre lo que había aprendido acerca de entrenar y competir con potenciómetros. Por lo que sé, fue la primera descripción de cómo entrenar con potenciómetro. No había mucho por decir porque no se sabía demasiado.
En 1998 conseguí mi segundo potenciómetro. Era un prototipo de una nueva empresa llamado PowerTap. En lugar de instalarse en el plato, como el SRM, el dispositivo de PowerTap se colocaba en el buje de la rueda trasera. El precio ya era mucho más asequible. Desde entonces siempre he entrenado con potenciómetro.
Hacia 1999 empezaba a saber bastante sobre cómo utilizar el potenciómetro, o al menos eso es lo que creía por aquella época. Así que ese año escribí una pequeña publicación titulada Entrenar con la potencia. Sin duda, no lo consideraría la guía definitiva sobre cómo entrenar teniendo en cuenta la potencia. Fue solo un primer paso en la dirección correcta.
En 2006, Hunter Allen y Andy Coggan publicaron su primera edición de Entrenar y correr con potenciómetro. Desde una página hasta un libro, así había cambiado la situación en solo diez años. Ellos presentaron entonces lo que se ha convertido en la metodología más ampliamente aceptada para utilizar un potenciómetro en el ciclismo. Desde mi única y simple página sobre el tema, a mediados de la década de 1990, ellos habían descubierto un sistema que revolucionó el entrenamiento y que estableció los baremos para que otros deportes hicieran lo mismo. Y lo más sorprendente es que siguen innovando y modificando cómo entrena y compite el mundillo del ciclismo.
Lo que usted tiene en sus manos es el libro más completo y avanzado sobre el entrenamiento con potenciómetro jamás escrito. Es asombroso pensar que tanta información sobre cómo corremos en bicicleta y nos preparamos para competir podía proceder de un dato tan simple: la potencia aplicada al correr. Mi única página sobre el tema, a mediados de la década de 1990, no pudo llegar tan lejos. Coggan y Allen –junto a Stephen McGregor– han tomado ese valioso dato y lo han convertido en un método de entrenamiento único que sigue evolucionando mientras revolucionamos la forma de entrenar. Otros deportes de resistencia están observando y adoptando lo que se explica tan detalladamente en las páginas que siguen. Coggan, Allen y McGregor están cambiando el mundo del entrenamiento de cara a la competición.
En un plano más personal, sus entrenamientos y competiciones también mejorarán a medida que usted entienda y adopte la metodología que ellos describen en estas páginas. No será fácil. Los cambios nunca lo son. Pero si, como la mayor parte de los deportistas serios, usted busca siempre formas más eficaces de mejorar su nivel de rendimiento, entonces este libro, utilizado junto con su potenciómetro, le aportará la guía y la dirección que necesita.
Joe Friel
Entrenador, escritor y cofundador de TrainingPeaks