Читать книгу Desde la universidad a la sociedad - Patricio Donoso Ibáñez, Ignacio Sánchez Díaz - Страница 36
ОглавлениеSistemas nacionales de educación superior
Esta semana se ha conocido el resultado de una nueva versión del ranking realizado por Universitas 21, red internacional de universidades. El objetivo de esta medición, efectuada por la Universidad de Melbourne, es evaluar la calidad de los sistemas de educación superior de los diferentes países.
El estudio incluyó a 50 naciones, con cuatro países de Latinoamérica: Argentina, Brasil, México y Chile. De manera específica, el estudio midió cuatro áreas: recursos (inversión en educación superior e investigación); entorno (diversidad de las instituciones, transparencia, participación de la mujer); conectividad (número de estudiantes internacionales, información en la web), cada una con un 20% de ponderación, y el área de resultados (número de artículos científicos, matrícula de educación superior y empleabilidad), con un 40% de ponderación. Para elaborar el ranking se utilizó la información de la OCDE, Unesco, de los ministerios de Educación, y de SCImago.
Este año, los resultados reiteraron el liderazgo de Estados Unidos, seguido por Suecia y Canadá. Entre los países latinoamericanos, Chile está en el lugar 33, arriba de Brasil (38), Argentina (41) y México (46).
Si consideramos la evolución del ranking global desde el 2012, nuestro país ha ascendido cuatro puestos (37 al 33), destacando el avance en las áreas de recursos y entorno. Sin embargo, es preocupante constatar que en conectividad y resultados de investigación hay un estancamiento, y en algunas áreas incluso un deterioro.
Entre los países latinoamericanos, Chile está en el lugar 33, arriba de Brasil (38), Argentina (41) y México (46).
Los desafíos debieran incluir una mayor internacionalización de nuestra educación superior. Además, se debe profundizar en una investigación y creación de conocimiento madura y reflexiva, en todas las áreas del saber. Contar con un mayor número de investigadores y un incremento de la inversión de recursos para la creación de nuevo conocimiento es una tarea pendiente.
El estímulo y apoyo al arte, la cultura, las humanidades, la ciencia y la tecnología es lo que nos conducirá a tener el sistema de educación superior que nuestro país requiere y merece. Esta es una forma de avanzar en la calidad de la educación, elemento que debe ser el inspirador de nuestra reforma educacional.
Carta publicada en el diario El Mercurio el 15 de mayo de 2014.