Читать книгу Desde la universidad a la sociedad - Patricio Donoso Ibáñez, Ignacio Sánchez Díaz - Страница 39
ОглавлениеEl valor de la acreditación
El aseguramiento de la calidad de la educación superior ha permitido el desarrollo de las instituciones. El fortalecimiento y obligatoriedad del sistema de acreditación debe hacer más exigente el proceso de evaluación, cuyo foco principal hoy está puesto en los procesos, operación y funcionamiento.
A estos habría que incorporar otros indicadores, tales como resultados en las pruebas de egreso, calidad de sus programas, competencias de profesores y empleabilidad de sus titulados. Además, es necesario relacionar la acreditación institucional con la de las carreras y programas.
La formación del cuerpo de profesores, el nivel de los estudiantes, los espacios docentes y de laboratorios, las bibliotecas, la actividad de investigación e innovación, la infraestructura deportiva y la vida de la comunidad universitaria son aspectos centrales al medir la calidad de una institución. Y es la calidad el foco principal que debe guiar toda reforma de educación superior.
Perfeccionamiento del sistema
Desde la UC hemos propuesto perfeccionar la institucionalidad del sistema a través de establecer una nueva Agencia Nacional de Acreditación, elegida por Alta Dirección Pública, encargada de los procesos de acreditación institucional, definición de los estándares de evaluación y supervisión de las agencias privadas.
Desde la UC hemos propuesto perfeccionar la institucionalidad del sistema a través de establecer una nueva Agencia Nacional de Acreditación, elegida por Alta Dirección Pública, encargada de los procesos de acreditación institucional, definición de los estándares de evaluación y supervisión de las agencias privadas.
Además, es preciso establecer un proceso de evaluación basado en estándares y criterios para evaluar ámbitos tales como dotación docente, recursos educacionales, infraestructura, sustentabilidad financiera e indicadores de productividad.
Tercero, se requiere ajustar los parámetros de acreditación al tipo de institución para evaluarlas desde parámetros acordes con su naturaleza, misión y propósitos institucionales. Se propone la siguiente clasificación: universidades complejas de investigación y docencia, universidades con investigación focalizada, universidades docentes, e institutos profesionales y centros de formación técnica.
Cuarto, es necesaria la obligatoriedad de la acreditación institucional, con áreas evaluadas de acuerdo con el tipo de institución y carácter voluntario para la acreditación de las carreras, a excepción de los programas de Pedagogía y Medicina. Se establece como un requisito de acreditación de carreras la vigencia de la acreditación institucional. Junto con lo anterior, es indispensable modificar los actuales tramos de los acuerdos de acreditación, para implementar las recomendaciones de mejoramiento y evitar poner escalas entre las instituciones.
Por otra parte, la CNA ha informado de nuevas exigencias y estándares para certificar las carreras. Son doce criterios para acreditar los planes de estudio, dentro de los que se cuentan, en el marco de la institucionalidad, el propósito de la carrera; los derechos y obligaciones de los estudiantes; el perfil de egreso del estudiante; los planes de estudios y métodos pedagógicos; la interacción con el medio y la empleabilidad de los egresados.
Por otro lado, hay elementos relacionados con las condiciones de la operación que incluyen el sistema de gobierno y gestión de la carrera; la calidad y cantidad de sus profesores; la infraestructura docente (áreas de laboratorio, salas de estudio y bibliotecas); la información y participación estudiantil y la capacidad de investigación de su cuerpo docente.
Desde el punto de vista de los resultados, se incluye los mecanismos de apoyo académico y trabajo en la retención de alumnos y, por último, los mecanismos de autoevaluación y mejoría continua.
Sería importante correlacionar la acreditación con el plan de desarrollo y que exista una coherencia entre la acreditación de la institución y la de sus carreras y programas. Además, se debe avanzar en medir resultados, del tipo pruebas de egreso y opinión de empleadores. Así también, el acompañamiento y apoyo de la institución es clave para lograr un mejoramiento continuo de los diferentes aspectos de la labor institucional. Es de destacar que se haya abierto un período de consulta pública de dos meses para perfeccionar la propuesta, que considera la gran heterogeneidad del sistema.
Mejorar la calidad de las instituciones de educación superior y de los programas de estudio debe estar en el centro de una reforma educacional.
El crecimiento y complejidad del sistema estimula a realizar actualizaciones y cambios, necesarios para avanzar en la calidad.
El aseguramiento de esta calidad, la acreditación de carreras y programas, debe estar orientado a apoyar de manera decidida el proceso de transformación de los jóvenes, sus familias y de la sociedad.
Publicado en el diario El Mercurio el 16 de noviembre de 2014.