Читать книгу Desde la universidad a la sociedad - Patricio Donoso Ibáñez, Ignacio Sánchez Díaz - Страница 77

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Estímulo y desarrollo de las ciencias

En las últimas semanas se ha generado un intenso debate por el presupuesto asignado a las ciencias en el país. Preocupa de manera especial el hecho de que debido al aumento significativo que han tenido los proyectos Fondecyt (Regular, Inicio y Posdoctorado) en los últimos años, que es la base de la productividad científica del país, no se van a poder asignar fondos para nuevos proyectos. Esto ocurre como una derivada del compromiso de continuidad de los fondos involucrados. Se requeriría un incremento del 30% del presupuesto para poder seguir creciendo en nuevos proyectos y se ha presentado un 16% de aumento, lo que solo permitiría financiar 600 proyectos, volviendo a la realidad del año 2010. El principal problema va a significar una disminución muy significativa de proyectos nuevos el próximo año, lo que afectará de manera especial a los investigadores jóvenes, quienes han terminado recientemente sus programas doctorales.

Existen desafíos pendientes para el desarrollo de la ciencia en nuestro país. Dentro de los principales están modernizar su institucionalidad, dándole una mayor representatividad a nivel de un ministerio que la articule de manera directa con la Educación Superior del país; potenciar la formación e inserción de investigadores, ya que tenemos solo un 25%, comparado con países de la OCDE; la internacionalización, para atraer más y mejores estudiantes e investigadores desde el extranjero; aumentar el financiamiento del sistema (hoy una universidad mediana de Estados Unidos tiene más presupuesto que lo que se destina a investigación en nuestro país), para poder así aumentar los proyectos de investigación que aporten al desarrollo integral del país; y potenciar la educación científica de nuestros niños, incrementando la difusión de las ciencias en la sociedad.

En los últimos años la producción científica del país ha crecido a un ritmo de 11% anual, superando el promedio de los países de la región. Este crecimiento se debe mantener, para poder aportar así al desarrollo que el país requiere y exige.

En el año 2011, Chile aportó con el 0,3% del total de la productividad científica mundial, ubicándose en el lugar 46 en el ranking, duplicando su actividad respecto de la medición del año 1996. En Latinoamérica, Chile se ubica cuarto en productividad, con un alto nivel de calidad científica. En relación con los alumnos de doctorado, la matrícula ha crecido un 59% en cinco años (4.482 en 2012), a los que se agregan los más de 2.000 estudiantes que están realizando sus estudios en el extranjero. Actualmente trabajan más de nueve mil doctores en diversas áreas del conocimiento como profesores e investigadores en el sistema universitario nacional.

La mayor parte del desarrollo científico y de investigación (91% de los proyectos en los últimos 5 años) se realiza en las universidades. En la actualidad, el 51% de los proyectos de investigación se enfocan en Ciencias Naturales y Tecnología, un 20% en Ciencias Sociales y solo un 8% en Humanidades. El respaldo y estímulo a las Artes y Humanidades es vital, con el objeto de que la expresión de las ciencias sea amplia, diversa y global. En este aspecto, es muy necesario potenciar los centros regionales, ya que Santiago concentra el 55% de la productividad científica, cifra muy superior a urbes como Madrid (23%) o Ciudad de México (35%). Otras regiones como Valparaíso representan el 9%, Biobío el 12% y La Araucanía el 4,7°%. Así también, en la formación de posgrado, Santiago concentra el 62% de los programas.

Debemos destacar que en los últimos años la producción científica del país ha crecido a un ritmo de 11% anual, superando el promedio de los países de la región. Este crecimiento se debe mantener, para poder aportar así al desarrollo que el país requiere y exige. Las oportunidades de desarrollo científico deben transformarse en proyectos que involucren a investigadores de las mejores instituciones, con el objeto de apoyar el desarrollo de los científicos e investigadores jóvenes que finalizan sus programas de formación y que estarán disponibles para aportarle su conocimiento, talento y esfuerzo al país.

Existe una clara relación entre investigación, innovación, transferencia del conocimiento y el desarrollo armónico e integral del país. La investigación nos abre la ventana del nuevo conocimiento y nos guía a mejorar la calidad de vida de las personas. El desafío es poder realizar esta tarea de manera armónica y con visión de futuro. Esperamos el respaldo de las autoridades del país en este gran proyecto. El compromiso de las universidades y de los investigadores está con el desarrollo de nuestro país y de sus personas.

Publicado en el diario La Segunda el 23 de octubre de 2013.

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