Читать книгу Desde la universidad a la sociedad - Patricio Donoso Ibáñez, Ignacio Sánchez Díaz - Страница 87

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Avanzar en la formación de profesores

En las últimas semanas se ha abierto el debate por el proyecto de carrera inicial docente. Existe consenso en el país acerca de que el factor más importante para mejorar la calidad del sistema educativo es avanzar en la calidad de la formación de los profesores. Esto debe comenzar por atraer y apasionar a mejores estudiantes por la profesión docente, labor que debiera ser socialmente la más importante, ya que permite formar a nuevas generaciones que van a influir en el nuevo mundo y en sus condiciones de vida.

Lamentablemente la situación actual presenta serias debilidades. El número de estudiantes de pedagogía llega a más de 120 mil, la mayoría con una débil formación escolar, con más de un 60% de ellos que no ha logrado los puntajes mínimos de postulación a las universidades y que realiza su formación en instituciones con serios problemas de calidad y acreditación en cuanto a sus estándares mínimos. El problema de fondo es la desregulación de la formación de docentes y la existencia de centros de formación de profesores de regular calidad y ausencia de acreditación.

La prueba Inicia, que evalúa los conocimientos pedagógicos, disciplinarios y las habilidades de comunicación escrita de los egresados, demostró en su última versión que más del 60% presentó un desempeño insuficiente. Si bien hubo escasa participación de egresados (14%) y lúe rendida en una mata época del año, los resultados previos han sido similares. Se ve una gran diferencia en el rendimiento de los egresados dependiendo de la calidad de los centros formadores de los que provienen. A partir de esto, uno de los desafíos es avanzar en competencias y evaluación de habilidades prácticas en las pruebas de egreso.

Parte importante de la motivación para sentirse atraídos por la profesión docente tiene que ver con la valoración social de su labor, por lo cual la dignidad de los profesores es un tema prioritario a nivel país. El prestigio, reconocimiento Y remuneraciones deben estar en la categoría de las profesiones con mayor reconocimiento social. El desafío es contar con los mejores profesores para los colegios más vulnerables.

Varias de las iniciativas propuestas en el proyecto de carrera docente van en el sentido correcto. Es importante elevar las exigencias en la selección de los estudiantes, no solo por el puntaje PSU, sino también valorando el rendimiento escotar a través del ranking de notas, en especial en los colegios vulnerables. Así también, el aumentar el tiempo protegido de los docentes para la preparación de sus clases (a 30%) es un avance que deberá incrementarse en los próximos años, por tratarse de un factor clave para los resultados de aprendizaje en el aula. Se contemplan mayores oportunidades de desarrollo profesional y económico, los que debieran ser un incentivo para atraer a mejores alumnos. Sin embargo, parte importante de la motivación para sentirse atraídos por la profesión docente tiene que ver con la valoración social de su labor, por lo cual la dignidad de los profesores es un tema prioritario a nivel país. El prestigio, reconocimiento y remuneraciones deben estar en la categoría de las profesiones con mayor reconocimiento social. El desafío es contar con los mejores profesores para los colegios más vulnerables.

Es un avance la presencia de estándares mínimos obligatorios, en términos pedagógicos y disciplinares, que deben ser exigentes, de calidad y conocidos, para evaluar la formación entregada por las universidades. Se requiere definir la habilitación para la docencia no solo desde el punto de vista de los conocimientos, sino también de las habilidades desarrolladas en el ejercicio práctico de la profesión. En este sentido, es crucial la evaluación de competencias docentes y una red de prácticas disponibles para la enseñanza.

Dentro de los factores de apoyo con los que cuenta el alumno, es importante mencionar a la familia, un gran estímulo en el aprendizaje. Además, la educación parvularia representa una etapa de gran crecimiento en habilidades cognitivas y afectivas. Ya en la formación escolar, la literatura sobre la formación inicial docente ha destacado la importancia de contar con mentores para los futuros profesores, en especial de los jóvenes que inician su carrera.

Por último, un tema en el cual no se ha enfatizado lo suficiente para las decisiones de política pública es la importancia del diálogo y conocer qué piensan y sienten los profesores. Se habla por ellos, pero no siempre conocemos de primera fuente sus anhelos, frustraciones, sueños y expectativas. Es tiempo de escucharlos de manera activa, de darles confianza y de alinear las propuestas e incentivos en un diálogo que tenga en el centro al estudiante y su maestro. El contacto personal y la relación docente-alumno, de confianza, afectiva, con presencia y profundidad, serán cuestiones fundamentales que marcarán todo el proceso educativo.

Publicado en el diario La Segunda el 13 de septiembre de 2013.

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