Читать книгу No quiero ser una muñeca rota - Irene Alonso Álvarez - Страница 12
Capítulo 5
ОглавлениеValiente y decidida, conseguí encontrarte. Te curé las heridas que todavía sangraban y las que aún no habían aparecido.
Eloise se encontraba de pie, frente a un espejo al final de la tienda. La iluminación era muy tenue y el reflejo en el suelo de mármol blanco otorgaba un aire majestuoso al arte y momento de probarse vestidos. Eloise necesitaba renovarse.
Vestía otra piel para sentirse con otra también.
Suspiró frente al espejo.
«Es lo único que puedo hacer», pensó Eloise con una mueca de conformismo.
Al volver a suspirar, se enderezó de repente cuán larga era y, pidió con inusitada rapidez el número 39 de unos tacones verde esmeralda con lazos incrustados que, subían hasta el tobillo. No volvió a suspirar.
—Renovarse o morir —añadió con decisión.
Había ido a su tienda predilecta a por un vestido nuevo de Aroma 30 —una marca italiana basada en la moda atemporal femenina—, pero gracias a un pensamiento fugaz, decidió que lo mejor era empezar por los pies. Andar de nuevo. Volver a andar.
Cuando se miró en el espejo con sus zapatos nuevos, sonrió satisfecha. Esta era la imagen que quería dar al mundo.
«Por lo menos, esta sensación de falsa realidad no pueden quitármela», pensó Eloise, jugueteando con los lazos verdes.
—Yo me creo mis propias pieles, elijo cuándo usarlas y cómo —asintió con un movimiento de cabeza. El atrevimiento que sentía era nuevo para ella.
Mientras pagaba en la caja y salía de la tienda, Eloise se sentía con una pizca más de autoestima gracias a una compra innecesaria y del todo consumista.