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LOS MECANISMOS DE GLICOSILACIÓN
ОглавлениеEn el organismo tienen lugar una serie de reacciones conocidas como «glicosilación de las proteínas». La glicosilación es un fenómeno en el que la glucosa se une de forma irreversible a las proteínas provocando la aparición de enlaces que deterioran los tejidos y órganos de los que forman parte.
La glicosilación se produce de forma proporcional a la cantidad de glucosa que llega a los tejidos. Las nuevas moléculas formadas a partir de estas reacciones juegan un destacado papel en procesos degenerativos como la arterioesclerosis, así como en el deterioro neurodegenerativo y en las alteraciones articulares.
La fase final de la glicosilación genera la aparición de los productos de glicación avanzada (AGE, por sus siglas en inglés: advanced glycation end products). Los AGE circulan por la sangre y sus acciones se generan al contactar con receptores celulares distribuidos en diferentes partes del organismo. Estas interacciones producen alteraciones funcionales en diversas proteínas, como el colágeno articular, incrementando su rigidez y alterando la estructura de los proteoglicanos, que son elementos del cartílago articular; además de incidir negativamente sobre otros órganos corporales (riñón, cristalino, pared arterial, etc.). Asimismo, la fijación de los AGE sobre los receptores agrava el estrés oxidativo.
Pero estas reacciones no solo tienen lugar en el interior del organismo, sino que se producen ya durante la cocción de los alimentos, tanto en un entorno doméstico como industrial, sobre todo cuando se utilizan formas de cocción con temperaturas muy elevadas (brasa, frituras, parrilla...). Los productos resultantes se ingieren con los alimentos y pueden incrementar los procesos inflamatorios y determinadas alteraciones metabólicas. La presencia de antioxidantes en el organismo supone una protección frente a los AGE.
Es importante, pues, evitar la ingesta excesiva de hidratos de carbono refinados, cuyo exceso favorece los procesos de glicosilación al aumentar la presencia de glucosa en la sangre y su disponibilidad en los tejidos corporales.
En este sentido, en procesos de artritis es conveniente llevar un control especial de los alimentos con un elevado índice glucémico para no favorecer el sustrato inflamatorio. Y esto es especialmente importante para aquellas personas que, además de padecer una artritis crónica, son diabéticas o tienen un mal control de los niveles de glucosa en sangre.
En definitiva, es muy importante seguir estas dos pautas básicas:
• Consumir alimentos ricos en antioxidantes en la dieta cotidiana.
• Moderar el consumo de alimentos refinados para disminuir el índice glucémico de la alimentación general.