Читать книгу Tratado de contratación de Derecho Bancario - Javier Arana Navarro - Страница 50

La novación en el préstamo hipotecario consiste simplemente en un acuerdo con tu banco o caja de ahorros para ampliar o reducir el capital, modificar el plazo de duración pactado, las condiciones del tipo de interés inicialmente pactado o vigente, el método o sistema de amortización y cualesquiera otras condiciones financieras del préstamo. También se puede pactar la prestación o modificación de las garantías personales.

Es una buena solución ya que los gastos son mínimos. Tanto la escritura notarial como los gastos de registro están fuertemente rebajados, y además en el caso de modificación del plazo y de lo que afecte al interés no hay que pagar impuesto alguno porque la ley declara que esta operación está exenta de ellos. Es posible, no obstante, que la entidad cobre una comisión, que se suele denominar Comisión por modificación de las condiciones, si está pactada en la escritura de hipoteca.

La novación, como toda modificación de las condiciones de un contrato que pervive, aunque su cumplimiento se va a regir por unas condiciones diferentes, conlleva, según establecen los artículos 1203 y 1207 del Código civil, una variación de objeto o condiciones, la sustitución del deudor o la subrogación de un tercero en los derechos del acreedor. Por ello, la persistencia de las obligaciones, y sobre todo de las garantías, por un lado hipotecarias, y por otro personales, deben constar en el documento, público o privado, que disponga la modificación de la obligación. En caso contrario, no persistirán. Esto por un lado abre posibilidades a liberaciones de obligaciones difícilmente asumibles, y que por ello pueden ser consideradas. Y por otro, crea una dificultad para que las escrituras que recogen la novación en los préstamos hipotecarios sean vistas con mucha reticencia por las entidades financieras, lo que desde un punto de vista objetivo no deja de tener sentido, y por ello puede poner dificultades a la hora de llevar a la práctica los intentos bienintencionados de resolver estos problemas tan acuciantes en el momento en el que se plantean.