Читать книгу Los 3 secretos para hablar en público sin miedo - Jenny Davaroff - Страница 11
La mirada
ОглавлениеDe la cara, los ojos y la boca son los que más comunican y además proyectan nuestras emociones. Si queremos ser agradables, tenemos que sentir que queremos serlo, no actuarlo. La posición de los ojos traduce qué es lo que nos sucede. Nuestra mirada conecta siempre con lo que recordamos o estamos creando.
Es muy importante mantener el contacto visual todo el tiempo, con todas las personas, tanto como sea posible. La mirada debe ser matizada, no debemos abusar de una mirada “clavada”, porque será tomada como síntoma de desequilibrio mental y pondrá en guardia a quien la reciba.
En PNL, cuando miras adelante es que tratas de visualizar imágenes. Cuando miras hacia arriba, haces conexiones construidas visualmente, estás creando, no recordando.
Los creadores de PNL, Richard Bandler y John Grinder, descubrieron los patrones oculares observando el movimiento de los ojos. Para buscar imágenes recordadas, la mayoría de la gente mueve los ojos hacia arriba a la izquierda. Para crear imágenes nuevas que no han vivido, mueven sus ojos hacia arriba a la derecha. Si lo que buscan son sonidos, mueven los ojos hacia el oído izquierdo cuando son recuerdos y hacia el derecho cuando son imaginados.
Dirigir la mirada al techo o al suelo, en lugar de fijarla en el interlocutor o en el público, transmite inseguridad y también puede transmitir desconfianza, pues parece que el interlocutor estuviese mintiendo.
A su vez, si una persona mira muy fijamente a los ojos de su interlocutor, puede además de transmitir seguridad y confianza, desafío.
Si miras hacia el otro lado, puedes estar recordando sonidos reales que están en tu memoria, por ejemplo: si recuerdas el timbre de tu casa, tus ojos automáticamente van a mirar hacia tus orejas.
Si hay sorpresa, abres más los ojos.
Con el miedo, también se abren los ojos, pero de distinta manera.
La mirada hacia arriba puede significar pesadez, hartazgo.
La mirada tiene que estar tranquila para generar confianza.
Los gestos deben ser congruentes con las palabras para que la comunicación sea perfecta. Cuando los gestos son incongruentes con las palabras, se cree a los gestos.
Si analizas las señales que emites y trabajas para mejorarlas, tu imagen y tu impacto sobre los demás también mejorarán.
Si estudias las señales del lenguaje corporal de los demás y aumentas tu percepción visual, te será más fácil identificar las emociones y los pensamientos que se esconden detrás las palabras.
Las palabras, el tono de voz y los gestos van al unísono. Transmiten el mismo mensaje y se complementan. Cuando esto ocurre, se transmite una imagen honesta y genuina de que hablas totalmente en serio.