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Akhenaton
ОглавлениеAnne Lein busca saber más del faraón Amenhotep IV, por lo que pregunta: ¿Por qué Akhenaton cambio su nombre y porque se lo conoce como el faraón hereje?
Ngerjeperura Amenhotep, Neferjeperura Ajenaton, fue el decimo faraón de la dinastía XVIII. Reino de 1353 a.C. hasta 1338 a.C.
La transcripción de los jeroglíficos de su primer nombre de Trono y de nacimiento es Nefer–Jeperu–Ra Amen–Hotep.
Akhenaton llego al trono con el mismo nombre monárquico que su padre: Amenhotep (transcripto Amen–Hotep y más tarde helenizado como Amenofis que en el antiguo idioma significa “Amon está satisfecho” o “hágase la voluntad de Amón”.
Fue hijo de Amenhotep III y de la reina Tiye. Sucedió a su padre tras la muerte prematura del príncipe Thutmose, sucesor legitimo. Era un tiempo de dicha, el Imperio rebozaba de oro en sus arcas, la administración era eficiente, su padre gobernó por tres décadas, y se presentaba como un soberano divino, triunfante sobre el caos y las fuerzas del mal. Dos estatuas del faraón de 20 metros de altura vigilaban su templo funerario a orillas del Nilo, y por lo que el país había erigido monumentos a su propia divinidad. (Los colosos de Memon)
Su primera esposa fue Nefertiti quien era de una gran belleza y posiblemente tenía grandes dotes, pues con ella la figura de la Gran Esposa Real alcanzo parámetros nunca vistos.
También destaco la figura de Kiya, mencionada como “La amada esposa”, esposa secundaria de Ajenaton, quien muy probablemente haya cobrado relevancia por dotar de un hijo varon al rey, el príncipe Tut–anj–Aton, el futuro heredero y faraón Tut–Ankh–Amon porque cambio su nombre a favor de Amón nuevamente.
Empezó a reinar durante los años dorados del Imperio egipcio, hace casi 3.500 años. Egipto era el más rico y poderoso del mundo. Su ejército derrotaba a cualquier otro que lo enfrentara, sus cosechas eran abundantes y su población bien alimentada, sus suntuosos templos y palacios reales estaban colmados de tesoros y todos estaban convencidos que el éxitos se lo debían a sus dioses.
Entonces llega Akhenaton con ideas revolucionarias, es la primera vez que un faraón en miles de años proponía cambiar el panteón de los dioses egipcios, con uno solo, el creador de todo: el Sol o Aton, como se llamaba, la vida nacía del la luz solar, encarnada en Aton, lo que proponía era una herejía.
Sin embargo el faraón era un dios viviente y podía cambiar todo: la religión, la política, el arte y hasta el lenguaje.
Fue entones que decretó que los 2.000 dioses tradicionales que habían protegido a Egipto por desde su fundación quedaban eliminados.
Los dioses en formas animales y humanas fueron remplazados por un dios abstracto, el Sol que iluminaba con sus rayos al rey. Para los sacerdotes tradicionales, quienes habían dedicado sus vidas enteras a los antiguos dioses y habían sido extremadamente poderosos hasta entonces, fueron exiliados, Akhenaton empezó a ganarse muchos enemigos poderosos.
El siguiente anuncio de la pareja real fue igual de sorprendente, dejaron la antigua y sagrada cuidad de Tebas, el corazón de toda la nación, y se dirigirían hacia el norte por el rio Nilo en busca de una nueva utopía.