Читать книгу El Código - Jesús Ariel Aguirre - Страница 15

¿Era el Ajenaton el Moisés Bíblico que vivió en Egipto?

Оглавление

El origen del pueblo hebreo, sus vinculaciones con Egipto y su instalación en Palestina son temas de debates aun hoy, no menos lo es el del origen del monoteísmo, estrechamente vinculado a la figura de Moisés, caudillo y legislador hebreo, sin cuya presencia la historia de Israel sería incomprensible. Justamente, a trayectoria seguida por el monoteísmo en el Mundo Antiguo ha originado diversas hipótesis con las que los investigadores intentan explicar su surgimiento, en el Cercano Oriente, Egipto o Palestina sin que se haya logrado volcar la balanza para ninguno de ellos concretamente.

Hallazgo en 1887 de las cartas (379) tablillas de barro de los faraones Amenhotep III y de su hijo, Akhenaton (Amenofis IV), en Tell El Amarna, asi como del himno de Aton en la tumba del visir Ay, y las Estatuas descubiertas por Henri Chevrier en 1925 en Karnak, hicieron evidente la existencia de lo que fue, para algunos, un heroico faraón reformador, líder de una revolución religiosa en Egipto.

A partir de entonces su figura histórica se vincularía con el monoteísmo hebreo y con Moisés. De hecho, se ha especulado de que los seguidores de Aton fueron los emigrados religiosos que conducidos por un príncipe egipcio (¿Moisés?) se establecieron en Canaán y difundieron desde allí la creencia de un solo dios. Una de las pruebas de esto estaría, en la opinión de algunos historiadores, en la similitud y parecidos que presenta el Salmo 104, atribuido a David y el himno a Aton del faraón Akhenaton.

¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Fueron Moisés y Akhenaton los originarios del monoteísmo? ¿Existen indicadores históricos que vinculen a Akhenaton con Moisés? ¿Fue este último discípulo del primero? ¿Fueron quizás la misma persona? Finalmente ¿Hubo en Egipto un verdadero monoteísmo?

Comencemos diciendo que el patriarca Moisés desarrollo y le dio forma escrita al culto judíos de Jehová como único Dios. Culto monoteísta que practicaron la cultura Semita por años.

Lo que pasa es que según el registro del propio Moisés cuando se enfrento al faraón egipcio, siempre se ha creído que este era Ramsés II (1304–1214). Según (Gen 47:11 “José hizo habitar a su padre y hermanos y les dios posesión en la tierra de Egipto en lo mejor de la tierra de Rameses”, Éxodo 12:37 “procedieron a partir de Rameses”, Núm. 33:3, 5) y este era hijo de Seti I, este hijo de Ramsés I, general de confianza del faraón Horemheb, último de la dinastía XVIII, Ramsés I (gobernó 1295 a 1294 a. C) comenzaría la dinastía XIX y seria el fundador del Linaje de los Ramenidas. (Horemheb se casó con la hermana de Nefertiti, Mutnedymet, el no tenía nada que ver con la ancestral dinastía XVIII, así entro a la familia real y gobernó con mano de hierro el país, borrando de El toda huella de sus inmediatos antecesores, protagonistas del “Cisma de Amarna”. Su alianza con la oligarquía y el ejército y con los sacerdotes de Amón, hicieron posible su ascenso al trono, les devolvió sus privilegios, y comenzó a planificar la destrucción de la cuidad Ajetaton, que Akhenaton había construido. A su muerte, tras 28 a los de reinado, le sucedió Ramsés I. Recordemos que fue Ay un autentico animal político que había sido capaz de sobrevivir a cuatro reinados diferentes y logro ser coronado faraón en su vejez. Al parecer Ay era el padre de Nefertiti, pero pese a estar emparentado con los “herejes de Amarna” salió airoso de cualquier conjura y antes de ser coronado era el visir del rey–niño Tutankhamon, una marioneta suya. Al subir al trono Ay había pactado con el general Horemheb, que a su muerte él le sucedería, por lo que para ello debía casarse con Mutnedymet.

Volvamos a Ramsés I, cuya historia se salvaguarda en el templo de Luxor. Los faraones anteriores a Ramsés I, habían muerto sin dejar herederos, el último faraón real fue Tutankhamon y no tuvo hijos ya que murió muy joven. A este le sucedió Ay y Horemheb, siendo este último quien nombro como corregente de Egipto a Ramsés I o para que entonces llamado Paramessu.

Como dijimos no era de sangre real, nació en la pequeña ciudad de Avaris, ubicada en el delta del Nilo. Su padre era comandante de las Tropas y jefe de los arqueros reales. Cuando murió Horemheb en el año 1305 a.C. Paramessu fue coronado como Rey del alto y Bajo Egipto.

Con el nombre de Menpehtire Ramsés, o mejor conocido como Ramsés I a los que fue el primero de 11 faraones conocidos como la dinastía Ramesida. Sitra su Gran esposa Real fue la fundadora del Valle de las Reinas, y de ese reinado en adelante, fueron enterradas todas las esposas reales y príncipes en ese Valle. Su reinado duro solo dos años por lo que no se conoce sus dotes como rey, a lo que lo sucedió su hijo Sethy I, el padre de Ramsés II.

Pero volvamos a otras fechas sobre Moisés que nos la da nuevamente el registro bíblico. ¿Cuando nació Moisés? Hagamos la cuenta.

El cuarto año del reinado de Salomón es estimado en unos 1007 a.C.

El Éxodo fue 480 años antes del cuarto del reinado de Salomón (1 Reyes 6:1) 1487 a.C.

Después del éxodo, Israel estuvo en el desierto por 40 años (Num. 32:13) hasta 1447 a.C.

Moisés tenía 120 años en ese entonces (Deut. 34:7), así que él nació 1567 a.C.

Por lo tanto Akhenaton no era de la misma época, ya que lo separan dos siglos por lo menos. Akhenaton gobernó entre 1353–1336 a. C.

Moisés nació entonces en 1567 a. C. y Ramsés II en 1304 a. C. por lo que los separan 263 años, no es Ramsés II el que contendió con Moisés tampoco.

Expliquémoslo de otra forma, para algunos, Israel surgió en territorio cananeo hacia el siglo XII a.C. de la paulatina unión de varias tribus, autóctonas y extranjeras, con un pasado común, que conformaron ligas de defensa y ayuda mutua. Para los ataque extranjeros, pero su real nación se remonta en el tiempo al siglo XV, en el escenario historiado geográfico configurado por Egipto y Palestina, en este punto citaremos documentos del Imperio Nueva egipcio y del Impero Hitita (siglos XV y XIV a.C.) en los que se habla de nómadas llamados hapiru, una de cuyas ramas se ha querido identificar con los hebreos. Exista o no relación alguna, su se pudo probar que hubo cautivos semitas (hapiru) en el reinado de Amenofis II (1450–1425), y en el reinado de Sethi I (1312–1298), que fueron educados en la corte egipcia, con lo que la tradición hebrea de la cautividad de Egipto y la educación superior de Moisés no son tan antehistóricas, como se ha pretendido. Igualmente podría aceptarse el éxodo cómo la emigración de un pueblo (un hecho inusual en la Antigüedad), aunque no exista referencias anti bíblicas directas. También es de recordar que la estela del faraón Merneptah (Siglo XIII) cita a Israel entre los pueblos establecidos en Canaán, que al pueblo de ellos usa el determinativo para pueblo, no era para lugar. Por lo que la emigración a la Tierra Prometida y los sucesos que la marcan, tuvieron que haber ocurrido con anterioridad al siglo XIII, lo que no ubica en el entorno de los siglos inmediatos anteriores.

De acuerdo con la Biblia, Moisés nació en el Bajo Egipto (en Gosen) y su nombre es muy común en el país, significa “Sacado, o salvado del agua”. A pesar de la posición favorecida que le ofrecía Egipto, Moisés se sentía ligado a su pueblo hebreo y fue recién a los cuarenta años al no soportar más el martirio de su pueblo en Egipto que se rebeló y fue exiliado 40 años en Madiam. Ahí fue cuando tuvo el contacto divino con un ángel de Jehová y regreso a salvar a su pueblo cautivo.

El seria la figura clave de la “batalla de dioses” que se desato entre los dioses de Egipto y el dios de Moisés (Éxodo 7 al 12 donde menciona las 10 plagas).

Hasta aquí el relato bíblico ¿Hay algún apoyo arqueológico, pictórico o escrito para él? Ante todo, la primera cuestión a investigar es la de si se puede probar la existencia de Moisés (mas allá de lo que parezca probable o no) y determinar la época en que vivió. No es novedad que la historicidad de Moisés ha sido cuestionada reiteradamente hasta hoy, y como no se dispone de registros directos, su vida es mirada con frecuencia como una leyenda.

Esto nos lleva a analizar las mismas tradiciones mosaicas y su fuente, el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia, atribuidos al propio patriarca Moisés.

Desde el punto de vista interno, ya Freud en 1937, quien proponía un origen egipcio para Moisés, sostenía que el análisis de la leyenda que enmarca su nacimiento, crianza y retorno al pueblo de origen, no concuerda con los patrones típicos de una leyenda, en la que el héroe nace en una familia poderosa, crece en una familia pobre y después de michas penurias recupera el sitial original. El realidad el relato de Moisés no se ajusta a la estructura de este tipo de novelas. Por otra parte consideremos el contenido interno del Pentateuco, vemos que tanto en los referente a nombre, costumbres y religión como lugares, geografía y matariles, la acumulación de las pruebas arqueológicas externas confirman que sus registros fueron elaborados por alguien que si conocía a la cultura egipcia por dentro, lo cual coincide con el dato bíblico de que Moisés fue educado en “toda la sabiduría de Egipto”.

Flavio Josefo, historiador judío en sus Antigüedades Judías, libro II, cap. XII, sec. 4 hace referencia a que la arqueología muestra que los egipcios acostumbraban admitir la morada de extranjeros en su país, pero se mantenían separados de ellos, tal como indica el Pentateuco. Las aguas del Nilo las usaban para bañarse, los cual nos recuera que la hija del faraón se bañaba allí. Se han hallado ladrillos hechos de paja y sin ella. Además los magos fueron prominentes durante el apogeo del Imperio Nuevo egipcios. Los monumentos muestran a los faraones de los días de Moisés seguían esas costumbres.

Asimismo ¿Qué hay de las tradiciones histórica hebrea? ¿Sobrevivió el recuerdo de Moisés durante milenios? ¿Fue un personaje real o ficticio? Veamos algunas:

1 Unos rollos de plata encontrados en una tumba hebrea del siglo VII a.C., anteriores a la época del cautiverio, que contenía pasajes del Pentateuco.

2 Mas de cien papiros del siglo V a.C. hallados en Elefantina, Egipto producidos por la comunidad judía en el lugar.

3 Los pergaminos de Arsham, que contienen cartas a gobernadores persas enviados a Egipto.

4 El pentateuco samaritano que data del siglo IV a.C.

5 El historiador egipcio Maneton (siglo III a.C.)

6 La Septuaginta griega o versión de los setenta escrita en griego en Alejandría, Egipto, en tiempos de Tolomeo Filadelfo (285–246 a.C.)

7 Y los escritos del rey helenístico Antíoco (164–167 a.C.)

8 A estos agregan otras fuentes grecorromanas como Diosoro, Hecateo de Andera, Lisimaco de Alejandría, Eupolemo, Tacito y Numenio, que atribuyen a Moisés la institución del código de leyes del pueblo hebreo.

Pero es posible también que no se encuentren restos de los israelitas porque se está buscando en la época equivocada. La salida en tiempos de Ramsés II no se deriva de la biblia ni de la cronología interna. Considerando la referencia bíblica de que “Israel trabajo en la construcción de las ciudades de Pitom y Raamses (Éxodo 1:11), algunos historiadores lo sitúan en la Dinastía XIX cuyos faraones (Sethi I y Ramsés II) llevaron a cabo una gran actividad constructora en el delta del Nilo. Y en ese sentido señalan a una inscripción del tiempo de Ramsés II en la que se habla de “Pr”, es decir semitas, como “los que arrastran los bloques de piedra para la gran fortaleza de la ciudad Pi–Ramses–Meri–Amon”.

Sin embargo al considerar que no se ha identificado categóricamente el lugar de estos emplazamientos, Piton (Casa de Atum) y Raamses; y que en realidad el texto bíblico dice que los hebreos fabricaron ladrillos, no que arrastraban piedras. Otro aspecto que pasan por alto es que el nombre Ramsés ya se usaba en el siglo XVIII a.C., por lo que no hay razón para suponer que el uso de ese nombre en la Biblia tenga que ver con Ramsés II (1290–1230). Durante su reinado ya había varias ciudades que llevan ese nombre.

Al respecto dice el historiador B. D. Redforf: “No parece que el Ramses bíblico y la capital PR R–ms–sw ´Per–Ramsés´ tengan en común más que el nombre.” Debido a la ausencia total de pruebas que lo corroboren, hay que extremar la cautela antes de equiparar lugares. Téngase en cuenta que Josefo en su Antigüedades Judías dice que los hebreos partieron de Letopolis, cercana a Menfis, y no Per Ramsés. El nombre Ramsés mismo se encuentra inscripto en una pintura de la sepultura del faraón Amenhotep III, que gobernó casi 100 años antes que Ramsés II. La fecha que nos parece probable hay que ubicarla dos siglos antes, en el entorno de la expulsión de los asiáticos. Razón por al cual, desenterrar las pruebas arqueológicas de la vida de Moisés y los israelitas en Egipto, depende en parte de que se esté buscando en el lugar y en la época correcta, cosa que estimo no se eta haciendo.

Entonces ¿Cuando vivió Moisés? Si nos guiamos por la cronología interna de la Biblia, Moisés debe haber vivido entre los siglos XVI o XV a. C., lo cual coincidiría con la época en la que los hapiru eran hechos cautivos en Egipto, alrededor del reinado de Amenofis II (siglo XVI), o un siglo después, en el siglo XIII a.C. Pero, no pocos se preguntan, como puedo estar unida la figura de Moisés con la de Akhenaton, se el recuerdo de este faraón había sido borrado de la historia egipcia mucho antes del nacimiento de Moisés. Se Moisés vivió un siglo después de Akhenaton ya no quedaba recuerdo alguno de su hazaña. Solo su fue contemporáneo pudo haber una relación.

Lein pregunta un poco confundida:

El Código

Подняться наверх