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¿Fue Ramsés II el Faraón del Éxodo Judio?

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Bueno inevitablemente debemos hablar de él, como vimos gobernó en la Cuidad de Pi–Ramsés. Se caso con Nefertari Meryetmut, la gran esposa real, y tuvo varios hijos más de cien según algunos historiadores, pero con ella solo siete, el primogénito seria el que murió durante la última plaga enviada por el dios de Moisés, si este fuera el faraón de la narración.

Pero Ramsés II no pudo ser el faraón del éxodo judío, ya que los datos y años no coinciden. La Biblia dice que los Israelitas construyeron Rameses y puesto que Ramsés II gobernó durante los años 1290–1224 a.C., construyo una ciudad real llamada Pi–Rameses, muchos dan por hechos que este fue el faraón mencionado, sin embargo algunas excavaciones recientes en este emplazamiento indican que esta ciudad fue ocupada mucho antes por los egipcios.

Exactamente 150 años de diferencia. Ahora bien aunque la Biblia no identifica concretamente al faraón mencionado en Éxodo por nombre, sino dice la fecha exacta del éxodo.

1 Reyes afirma que Salomón comenzó a construir el Templo durante el cuarto a los de su reinado, 480 años después del éxodo. La mayoría de los eruditos de la Biblia concuerdan que el cuarto años del reinado de Salomón fue el año 967 a. C.

De modo que se puede calcular que la fecha del éxodo fue el 1447 a.C. Y según la historia, el faraón Ramsés no comenzó su reinado hasta alrededor del año 1290 a. C., de manera que no pudo ser el faraón mencionado en el Éxodo.

Tampoco es cierto la teoría que impulso el primer ministro de Israel Meanachem Begin, en 1977, de que los israelitas fuesen los esclavos que usados para construir las pirámides. Es un argumento que no acepta ni critica, ya que historiadores y arqueólogos aseguran que las pirámides fueron edificados entre los siglos 27 y 24 a. C. Cientos de años antes de la llegada de los judías a Egipto. En efecto, el Moisés en que se basa la historia existió alguna vez y se estima que fue entre los siglos 14 y 13 a. C.

El Antiguo Testamento no especifica cual faraón reinaba sobre Egipto en la época de Moisés. Dependiendo de qué libro sobre la historia leamos, hay dos posibles candidatos. El primero es Amenhotep II (1450–1425 a.C.), hijo de Tutmosis III (1490–1450 o 1436 a.C.) como el otro posible candidato.

Si Tutmosis II fue el faraón del cual huyo Moisés, es posible que Tutmosis III fuese el faraón del Éxodo. El historiador judío Flavio Josefo escribió lo siguiente “Sucedió que el faraón, del cual Moisés había huido, murió y un nuevo gobernante ocupo su lugar”.

Después de la muerte de Tutmosis II, su hijo, no el que tuvo con Hatshepsut, se convierto en el faraón. Si Tutmosis III gobernó conjuntamente con la reina Hatshepsut hasta la muerte de ella en el año 1482 a. C. A continuación gobernó solo hasta aproximadamente el 1480 a. C.

También se sabe que Tutmosis III estába tan celosos de los actos realizados por la reina Hatshepsut que uno de sus primeros actos, después de morir ella, fue purgar el nombre de ella de casi todos los monumentos de Egipto.

Aunque la Biblia no menciona estos acontecimientos, Josefo afirma “Se produjo un estado de guerra entre egipcios y etíopes. Para esa fecha Moisés había crecido y se había hecho hombre.

Los dos lados participaron de una terrible batalla en la que los etíopes salieron victoriosos y siguieron adelante intentando conquistar Egipto. Los egipcios buscando ayuda, interrogaron a sus sacerdotes y estos les revelaron que debían de nombrar a Moisés su general. Así fue que Moisés se convirtió en general o comandante del gran ejército egipcio. En un ataque sorpresa contra los etíopes, Moisés llevo a sus tropas a la victoria.

Puede ser que Tutmosis III, por lo celos de la victoria de Moisés sobre los etíopes, se las acreditara él. Josefo escribe también: “Entonces el faraón del cual había huido Moisés, murió y otro gobernante ocupo el poder. Moisés viajo a su palacio y le recordó las victorias que había conseguido para Egipto en la guerra contra los etíopes. También le hablo al faraón sobre lo que le había sucedido en el Monte Sinaí y cuando el faraón se rio, Moisés le mostro señales. “

Según la biblia, después de las diez plagas que había enviado Dios contra Egipto, Israel pudo salir de allí, pero el faraón se puso a la cabeza de su ejército para perseguirles hasta le Mar Rojo.

Según el Salmos 136:13–15: “Al que dividió el Mar Rojo en partes, e hizo pasar a Israel por medio de El, y arrojo al Faraón y su ejército en el Mar Rojo”. Este pasaje muestra que el faraón murió en el incidente. De modo que, en ese caso la fecha del Éxodo en 1447 a.C. de la cual ha quedado constancia en la Biblia, es sinónima a la muerte del faraón Tutmosis III, que la mayoría de los historiadores calcula que tuvo lugar en el año 1450 a.C.

La otra teoría es Moisés huyo de Tutmosis III, y que el faraón del éxodo su hijo Amenhotep II aunque aquí hay una brecha de 66 años, veamos.

Un hecho sorprendente relacionado a Amenhotep II fue que su sucesor no fue su primogénito ni su heredero.

Esto lo confirma el Éxodo 4:22–23 “Y dirás a Faraón: El Señor ha dicho así Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo (pueblo) para que me sirva, mas no has querido para me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito”.

La cronología hace coincidir el Éxodo con el reinado de Amenhotep II a saber el año 1513 a.C. (66 años hacia atrás).

Lo cierto es que ambos faraones contaron con un gran ejército y que llevaron a Egipto a grandes conquistas. Algo que no paso después de ellos, sus sucesores Tutmosis IV, Amenhotep III y Amenhotep IV(Akheanton) en el cual Egipto cesa drásticamente sus campañas bélicas y opta por relaciones mucho mas pacificas con sus vecinos.

A partir del reinado de Tutmosis IV se comienzan a realizar cambios que desembocaron en la crisis religiosa amarniana por ser Amarna el nuevo lugar de Culto que instauro Akhenaton.

Los investigadores bíblicos de finales del siglo XIX veían a Amenhotep II como el faraón del éxodo, pero por las críticas de historiadores seglares que preferían ubicar a Ramsés II dejaron de lado a Amenhotep II de lado, a pesar de que Ramsés II no encaja en la cronología bíblica, ni tiene fundamento ya que su momia si se encontró y descansa en el Valle de los Reyes y el faraón del éxodo termino bajo las aguas del Mar Rojo.

Otro hecho relevante es que Tutmosis IV subió al trono inesperadamente, al morir su padre Amenhotep II, no siendo el primogénito. No hay explicación seglar que pueda explicarlo o decir que sucedió.

La momia de Amenhotep II parece no haberse hallado, la momia que dicen seria de él, no está bien identificada y hay dudas respecto a Amenhotep II. En cambio otras momias como las de Tutmosis III, están bien confirmadas.

Durante el reinado de Akhenaton (aproximadamente 50 años luego de la muerte de Amenhotep II) los embajadores egipcios le informaron que ya no eran respetados por las naciones (seguramente por las humillaciones recibidas a monos del dios de los hebreos y por las pérdidas sufridas).

El relato bíblico también armoniza con la historia seglar en muchos detalles, por ejemplo: El faraón que se levanto con el tiempo y que no conocía a José seria Tutmosis I. Este sería el que mando a matar los bebes y Moisés se salvo en el rio y la princesa que lo rescato y adopto a Moisés, seria la mismísima Hatshepsut. El faraón que intento matar a Moisés cuando se entero de que este había matado a un egipcio seria Tutmosis III. Su reinado fue uno de los más largos (más de 50 años), coincidiendo con la siguiente declaración de Éxodo 2:23 “Y durante aquellos muchos días aconteció que por fin murió el rey de Egipto, pero los hijos de Israel continuaron suspirando a causa de la esclavitud”. Y el faraón que le sucedió fue justamente Amenhotep II, que fue conocido por seguir con la misma política de su padre.

La campaña de Tutmosis III de borrar la memoria de Hatshepsut y Senenmut, se produjo varias décadas después de la muerte de ella, cerca de 40 años después de la muerte de Amenhotep II, cuando tuvieron los suficientes motivos para odiarlos (a el por ser el culpable de sus desgracias y a ella por haber cuidado y protegido a Moisés durante los primeros 40 años).

Como vemos existen muchos puntos en común que indicarían a Amenhotep II como el faraón del éxodo (por ejemplo la historia de los Hicsos, que armoniza perfectamente con esta cronología y con estos sucesos).

Así queda claro que en el tiempo de Moisés el faraón Akhenaton (Amenhotep IV) no había nacido todavía. Como coinciden muchos distan por los menos como 100 años de distancia.

Ahora, el caso de Akhenaton (1350–1334 a.C.) es distinto en este sentido, porque las pruebas directas sobre su existencia (monumentos, inscripciones, relieves, estatuas, etc.) son bastante abundantes, pero lo que es innecesario profundizar en este aspecto. Sin embargo en contra partida, la personalidad del reformador egipcio resulta muy controvertida. El péndulo ha oscilado entre considerarlo un soñador idealista, ultra pacifista, desinteresado de los asuntos mundanos, hasta verlo como un tirano sediento de poder que buscaba imponer su autoridad absoluta en Egipto. Recientemente Nicolas Reeve (2002), director del proyecto de tumbas reales de Tell El–Amarna (antigua capital del dios Aton – Ajetaton) muestra muy documentadamente a un faraón que no fue precisamente Moisés (como si supuso Freud) sino más bien un sectario, víctima de sus propias fantasías que fracaso al querer imponer su religión. Dado que así podríamos seguir con las hipótesis, la figura de Akhenaton resulta muy ambigua.

Muchos dejan volar su imaginación y pensamientos a la hora de tratar el origen del monoteísmo, y las vinculaciones entre Moises y Akhenaton. Con frecuencia se construyen sobre hipótesis y suposiciones falsas, sin fundamente histórico alguno. Y en su afán se señalar similitudes entre la religión de Akhenaton y la de Moisés, eluden la cuestión fundamental ¿fue realmente monotelita Akhenaton?

Un “Dios único” también refiere a veces a otros dioses egipcios en aspectos diferentes. Era una atribución bastante común entre los dioses. Uno de esos casos es claro el de Amón, rival de Aton. En uno de los himnos dedicados a Amón se dice que este dios es:“(…) el uno que es único y cuyos brazos son numerosos” y luego en otro lugar dice que es: “El Uno y Único, creador de lo que existe” y “el Único Rey, Único entre los dioses, con múltiples nombres, cuyo número es desconocido”.

Asimismo en una estela en Gizeh se reitera este concepto sobre Amón. Por lo que vemos Akhenaton le atribuye a Aton cualidades que también tiene Amón.

Un himno de la época de Amenhotep III comienza hablando sobre la: “Adoración de Amón, cuando se levanta en Harakhti, por los directores de trabajadores Amón, Seth y Horis: salud a tu, hermoso de Ra de cada día (…)”.

En este sentido también es de recordar el Himno a Osiris, de la época de Amenofis III, en el que se cantaban alabanzas a Ra y se invocaba a Aton:

“Salud a ti, Aton del día, lo que también recuerda el más antiguo himno solar de Merikara. Solo el protocolo concedido a Harakhti es nuevo. Ra, Harakhti y Shu configuraban una especie de trinidad del cielo. En un momento al principio de su reinado muestra a Aton del día con la cabeza de halcón sobre un cuerpo de hombre, con un disco solar roja. Es la imagen tradicional del Harakhti bajo el nombre de Shu que es Aton”.

Como vemos tanto a Amón como a Aton se les atribuye una vinculación con Ra y con Horajthu, es decir Horus, agregándose en el caso de Aton una relación con el dios Shu.

Osiris, dios popular, participo también del movimiento fusionista. No hubo ningún rechazo del culto Osiriano por parte de Akhenaton, como a veces se ha sugerido.

Entonces Akheanton no era monoteísta, si bien adoraba al disco solar y sus rayos.

Otros han comparado las similitudes del Himno de Aton y el salmo 104.

“El sol conoce bien donde se pone. Tu (dios) causas la oscuridad para que se haga de noche” (v19–20)

Lo cierto es que los salmos se terminaron de escribir en el 460 a.C., unos mil años después de Akheanton, cuando el monarca había sido completamente olvidado.

Por lo tanto, cualquier alegación de que el monoteísmo de los escritos de Moisés se derivo de la influencia egipcia carece de fundamento.

El Atonismo de Akhenaton no era del todo monoteísta como vimos, solo que la sociedad egipcia no estaba preparada para un único dios de absolutamente todas las cosas en tiempo de Akhenaton.

Egipto solo tuvo un solo dios cuando estuvieron bajo el dominio romano y el cristianismo se extendió por todo el Nilo. Al igual que hoy en el que el cristianismo ortodoxo aun se profesa junto con el Islam.

¿Qué hay de la vida desconocida de la reina Nefertiti? Agrega Anne.

Thomas le recuerda cuando ella lo ubico en Berlin, el inspeccionaba mejor el busto de la reina.

Si claro responde ella, te convencí a venir a Egipto y me ayudaras con la nota sobre la inauguración del National Museum of Egyptiam Civilization (MMEC).

Yo contemplaba aquel busto abrumado por tanta belleza, pero su historia es aun más increíble, ya que se cree que llego a ser una de las Reinas Faraón que gobernaron este vasto imperio antiguo.


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