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GRADO DE ESPECIALIZACIÓN

El término especialización deportiva es utilizado con mucha asiduidad en el deporte de competición. Lo que realmente queremos decir cuando hablamos de especialización es que estamos tratando de habituar al deportista a la actividad que va a realizar, de forma que consiga adaptarse a sus exigencias en todos los ámbitos que conforman ese deporte y que poco tienen que ver con los demás deportes, precisamente porque hemos conseguido “especializar” al jugador en esa práctica deportiva concreta.

Pero esta especialización no se consigue, ni se debe intentar conseguir, en poco tiempo. Necesita seguir un proceso gracias al cual el jugador va adaptándose poco a poco a la disciplina deportiva que practica. En las primeras edades ni siquiera es bueno que encaminemos el trabajo hacia este objetivo porque el jugador no está preparado para ello. Más adelante el entrenamiento nos irá dando esta adaptación que exigirá el aumento de la dificultad en las tareas a realizar para alcanzar la mejora que queremos, de forma que el jugador irá practicando cada vez con mayor habilidad.

Durante nuestra estancia en el campeonato italiano pudimos comprobar la elevada edad de los jugadores que competían allí en la máxima categoría en comparación con la media de edad de nuestro campeonato. Esto en un principio nos llamó mucho la atención, al igual que la elevada edad de los jugadores que conformaban su selección. Más adelante entendimos la razón de este hecho, y no era otra que la inexistencia allí de campeonatos inferiores al Sub-21, con lo que la mayoría de los jugadores empezaban a practicar este deporte entre los 18 y los 20 años, por lo que cuando alcanzaban la madurez en sus pres-taciones tenían ya 28 ó 30; éste sin duda era un factor que empobrecía su campeonato. Vemos por tanto que al menos son necesarios 10 años para llegar a conseguir la especialización deportiva que permita rendir a un alto nivel, como en efecto nos dicen la mayoría de autores que tratan los deportes colectivos. Incluso se habla entre ellos de “La regla de los 10 años”, refiriéndose al lapso de tiempo necesario para alcanzar una madurez competitiva.

5.1 EL DOMINIO DE LOS COMPONENTES BÁSICOS DEL JUEGO

El objetivo que perseguimos al intentar especializar a los jugadores en nuestro deporte es que adquieran una capacidad de dominio del balón, del espacio de juego y de las acciones de comunicación (relación compañero-compañero) y contracomunicación (relación compañero-adversario) motrices que se pueden adquirir en el fútbol sala, lo cual les permitirá liberar la atención de esas acciones para centrarla en otras más complejas que se basan en las primeras y que nos llevan al terreno de la estrategia y la táctica colectiva. En otras palabras, es imposible conseguir que un jugador que no es capaz de controlar un balón (al decir esto nos referimos a hacerlo en un mínimo tiempo que le permita levantar la cabeza y observar cuál va a ser la siguiente acción que va a realizar sin que se lo quiten) pueda liberar su atención de este gesto en principio sencillo para dedicarla a recordar un determinado movimiento de ataque que ha entrenado con sus compañeros. Acciones como controlar o pasar el balón, regatear, tirar o marcar al contrario del que se es responsable son básicas y han de hacerse mecánicamente para poder liberar la atención de ellas y así pensar en el sistema defensivo u ofensivo que hay que aplicar. Por tanto, antes de aprender los sistemas de juego, la defensa en zona, el ataque en línea, el ataque 3:1, etc., es necesario asimilar otros componentes más básicos (técnica, táctica individual y táctica colectiva) que permitirán a un jugador ser capaz de pensar en la estrategia que debe llevar a cabo, al mismo tiempo que ejecuta óptimamente las acciones que la práctica del fútbol sala le exige. Esta construcción de los pilares que posibilitan el verdadero juego colectivo es la base sobre la que asentar todos los demás aspectos del fútbol sala.

Esto que parece tan sencillo es algo muy difícil de conseguir en nuestro deporte, no sólo porque es joven sino también porque sus características especiales de practicarse en un espacio pequeño y de no poder ejecutarse con las manos lo condicionan. No obstante no debemos pensar que nuestro actual fútbol sala es así y así va a seguir porque es difícil conseguir en su práctica la precisión que otros deportes de sala tienen. El dominio de la técnica (de la ejecución de las acciones del juego) es complejo en nuestro deporte, pero hemos de tener claro que no estamos cerca de la riqueza táctica de otros deportes colectivos más evolucionados y esto es porque aún no hemos conseguido la ya mencionada especialización que lo posibilitaría. Todos hemos escuchado las típicas palabras “está ya todo inventado” o “al final se trata de lo mismo. Hoy se juega igual que hace 20 años”; pero si analizamos bien el juego que se hace hoy y lo comparamos con el que se hacía tiempo atrás veremos que no es así, que la técnica de los jugadores es mejor, que las estrategias en saques de esquina y de banda han aumentado en variedad y calidad, que cada vez hay más movilidad, que se juega más en equipo, etc. Si observamos detenidamente un partido de la liga española de hace 10 ó 15 años veremos que prácticamente sólo están en movimiento el jugador que tiene el balón y, como mucho, el que se lo acaba de pasar. Así se juega hoy en día en muchos países del mundo menos evolucionados en este deporte que el nuestro. Por tanto, vemos que el deporte ha progresado, y esto es porque se ha especializado. Conseguir que aumente esta especialización de los jugadores es conseguir que el deporte madure y aumente su riqueza técnica, táctica y estratégica, lo que provocará una mayor espectacularidad al aumentar también la competitividad de sus practicantes.

5.2 GRADO DE ESPECIALIZACIÓN EN CATEGORÍA JUVENIL

Dentro de la poca información que se puede encontrar a este respecto en la edad que nos interesa V. Añó (1997) nos habla de que entre los 17-20 años el 60% del tiempo dedicado al entrenamiento debe orientarse a la especialización deportiva y al entrenamiento específico. Adaptando sus estudios al fútbol sala este autor no anda descaminado, dependiendo a nuestro entender del nivel competitivo de cada equipo que este porcentaje se decante más hacia una especialización mayor, incluso del 70%, o descienda al 50% en equipos cuyo objetivo no sea en principio preparar jugadores para alta competición.

Por último, y en cuanto al grado de especialización que debe alcanzar cada jugador en esta etapa, decir que la máxima especialización individual la consigue un jugador cuando es capaz de conocer cuáles son sus propias cualidades y cuáles sus defectos, de forma que pueda aprovechar unas y enmascarar los otros en cada lance del juego. Está claro que este objetivo es inalcanzable dentro de la categoría juvenil, pues su consecución se debe en gran medida al factor experiencia, pero como hemos visto en esta categoría la especialización en el entrenamiento es ya elevada, por lo que trataremos de llevar al jugador a encontrar su demarcación ideal en la cancha teniendo presentes sus características. Es necesario tener claro que debe ser cada jugador el que busque esa posición en la que se encuentra más cómodo en la pista. La actitud del entrenador servirá de orientación y apoyo, no de imposición.

El trabajo cognitivo irá encaminado a que el jugador encuentre esa posición ideal en la que se desenvuelve mejor, por lo que el entrenador le colocará en ella al ver que es donde actúa con mayor eficacia. Hacerle entender esto evitará por ejemplo que un jugador con gran capacidad para jugar de cierre por su buen pase y sentido de la colocación quiera jugar de pivote porque lo que más le gusta es hacer muchos goles.

Un caso aparte dentro de esta especialización es el del portero. Al verse condicionada esta posición por aspectos reglamentarios, la especificidad que conlleva la elección de esta demarcación se realizará en etapas anteriores. Sólo así habrá tiempo de adaptar al jugador-portero a las necesidades de su puesto durante los siguientes años de entrenamiento, de forma que, cuando llegue a esta categoría, ya vendrá mucho más especializado de lo que vendrán un cierre, un ala o un pivote.

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