Читать книгу Ganar con la cabeza - Joaquin Dosil - Страница 13
ОглавлениеCuando preguntamos a los jugadores cuál es el principal factor que les impide alcanzar su capacidad máxima, nos hablan de la dificultad de enfrentarse a la tensión y a la presión de la competición. Excepto unos pocos jugadores que no se sienten influenciados por el estrés (no decidas que estás en ese selecto grupo, ¡no lo estás!), todos los demás deportistas deben aprender cómo controlarlo.
Todo futbolista que haya logrado llegar a nivel profesional ha desarrollado por sí mismo algún modo de controlar el estrés. En este capítulo te presentamos métodos útiles, algunos de ellos quizá incluso te resulten nuevos. El objetivo es dar con los métodos con los que te vayas a encontrar cómodo y, basándonos en ellos, desarrollar para ti un sistema para controlar el estrés. Por supuesto, este libro no pretende presumir de contener todos los métodos que hay para controlar el estrés. Si no logras desarrollar tú solo un método eficaz para controlar el estrés, te recomendamos sinceramente que acudas a un psicólogo del deporte para así encontrar juntos el método que mejor te vaya.
Como con cualquier otra habilidad nueva, tendrás que dedicar suficiente tiempo a entrenar y a poner a prueba el método. Procura utilizar varios métodos distintos, y no decidas cuál es el que mejor se adapta a ti hasta después de haberlos experimentado todos.
Cómo no se debe abordar el estrés Drogas, alcohol y tabaco
La necesidad de tener que funcionar bajo los efectos del estrés supone una carga muy pesada para los jugadores, y algunos se deciden por una solución fácil: drogas variadas, tabaco e ingestión de alcohol.
En el fútbol británico a veces saltan a la luz casos de futbolistas que cayeron en la adicción a las drogas y al alcohol. Lo mismo ocurre en el baloncesto americano, casi no hay año en que no cacen a algún jugador por consumir drogas y sea expulsado de la liga. Estos jugadores saben muy bien que si son cazados usando drogas perderán ingresos de millones de dólares, y aun así su incapacidad para controlar el estrés les lleva a caer en buscar una solución tan aparentemente fácil.
Las drogas y el alcohol pueden crearnos la ilusión de reducir el estrés durante un corto período de tiempo, pero el daño que producen es mucho mayor que sus “beneficios”.
No te dejes tentar ni por el alcohol ni por las drogas.
Si el estrés te abruma y no te deja funcionar como te gustaría, consulta a un psicólogo, exactamente igual que consultas a un médico cuando te duele una pierna.
Las causas del estrés
En el deporte, la principal fuente de estrés está dentro de ti. Y nos referimos a los siguientes factores:
– Tus pensamientos.
– Tus sentimientos.
– Las cosas que te dices a ti mismo.
– Cómo explicas y defines las situaciones.
Si la principal fuente de estrés eres tú, entonces el estrés puede controlarse, y tú puedes hacer muchas cosas en ese sentido.
Es verdad que en muchos casos hay factores externos que te producen estrés:
– El entrenador – “Éste es un partido importante para ti”. Esta frase es muy común en entrenadores que quieren motivar al jugador. Sin embargo, mientras que para uno puede resultar reforzante, a otro le puede conducir a un estrés innecesario.
– La directiva o el presidente del equipo – “Hay que ganar, si no el futuro del equipo corre peligro….”. Otra frase muy extendida que busca motivar, pero que puede producir estrés.
– La prensa y los otros medios de comunicación – es decir, periodistas y comentaristas, y, además, los seguidores, la familia y otros.
Todos éstos son factores externos que pueden aumentar el estrés, pero lo que producirá un significativo aumento de tu tensión es la interpretación personal que tú hagas de la situación.
Lo que produce el estrés no es lo que otras personas digan, escriban, etc., sino la forma en que tú interpretes lo que dicen, escriben, etc. Si logras cambiar tus pensamientos, cambiarás la definición de la situación y podrás controlar el estrés.
El objetivo que tienes por delante es controlar el estrés y adecuarlo al nivel que más te convenga para que puedas alcanzar tu mejor rendimiento. Para poder alcanzar este objetivo y para adaptar tu nivel de activación al nivel más adecuado para tu rendimiento, deberías aprender a controlar tu nivel de activación usando los siguientes métodos:
– La relajación – una técnica para soltar el cuerpo y la mente.
– La visualización – la utilización de la imaginación como instrumento de trabajo mental.
– El control de tus pensamientos.
– La planificación y el análisis.
En los siguientes capítulos te mostraremos distintas aproximaciones a estos métodos que te permitirán controlar el estrés.
El modo más indicado para beneficiarte de estos métodos es integrarlos en tu estilo de vida deportiva.
Después de que experimentes con distintos métodos, aprenderás a utilizar conjuntamente la relajación y la visualización, los pensamientos positivos, la planificación y el análisis. Esta combinación te permitirá conseguir una completa preparación mental.
Resumen
– Las drogas, el alcohol y el tabaco no nos ayudan a solucionar el estrés.
– La principal causa de estrés está dentro del propio jugador.
– Se puede controlar el nivel de activación y regularlo para adaptarlo a tu habilidad máxima.
– La preparación mental incluye: la relajación, la visualización, el control de pensamientos, la planificación y el análisis.
Rincón del entrenador
El principal factor que impide a los jugadores rendir a su máximo nivel de habilidad de forma consistente es el estrés. Como técnico de un equipo, tú conoces a tus jugadores. Algunos saben controlar situaciones de estrés y otros no.
El estrés los afecta a todos, incluso a aquellos que parecen saber controlarlo. En los capítulos siguientes te proporcionaremos métodos y herramientas para controlarlo y regularlo.
Si los jugadores no tratan de regular el estrés pueden caer en la tentación de acudir a soluciones más fáciles. El empleo de drogas y alcohol se hace más y más común cada día. Tienes que permanecer vigilante y reconocer cuanto antes los cambios de comportamiento que muestren tus jugadores, y proceder consecuentemente.