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El problema de una pomada de agua oxigenada

Las soluciones acuosas de peróxido de hidrógeno de entre el 1 % y el 15 % ya actúan contra infecciones muy diversas (bacterias, hongos, virus) en aplicaciones locales y estimulan la circulación sanguínea. Como las soluciones solo tienen una pequeña proporción de peróxido, sus propiedades vienen determinadas principalmente por la cantidad de agua, y por eso puede observarse una evaporación en la piel similar a la del agua.

En los años 60, los grupos de trabajo de F. Hauschild y R. Ludewig en Leipzig ya demostraron que el peróxido de hidrógeno atraviesa muy rápidamente y sin descomponerse la capa exterior de la piel, y solo entonces (debido a la enzima catalasa) se divide en oxígeno atómico muy activo y agua. El oxígeno puede detectarse todavía durante 24 horas, y se aprecia, por ejemplo, como una mancha blanca cuando se aplica una solución del 10 % sobre la piel. Estas observaciones demuestran que la solución puede aplicarse sin problemas con celulosa y todavía sigue actuando.

No obstante, hay una plétora de preguntas sobre el modo de elaborar una pomada de agua oxigenada. Mucha gente se ha quejado de que, en las farmacias, estas preguntas se responden con una actitud despectiva: las excusas van desde que es «imposible» hasta «demasiado caro» y, a lo sumo, se muestra desinterés. Por supuesto, aquí intervienen el desconocimiento y el miedo al fracaso, ya que la descomposición de la sustancia es bien conocida. He podido observar en persona el problema de la elaboración: en una ocasión presencié el intento de un farmacéutico, en Suiza, de elaborar una pomada de este tipo, y debido al oxígeno liberado en la descomposición, el tubo metálico que utilizaba se hinchó como un pequeño globo.

Aparentemente, la elaboración de la pomada solo es posible si se emplea una cantidad mínima de ingredientes, que, además, deben ser resistentes a la oxidación y no pueden contener catalizadores que pongan en marcha la descomposición. Por tanto, como base para la pomada quedan excluidas directamente mezclas convencionales de aceite en agua o agua en aceite, que se caracterizan por su distinto contenido graso y contienen varias sustancias que pueden descomponerse.

Hace unos veinte años, probando diversas bases para la pomada, descubrí que solo la elaboración de hidrogeles garantiza preparados estables y efectivos. En este procedimiento se emplea un gelificante sólido que transforma la solución de agua oxigenada, mezclando y removiendo, en un gel. Según la cantidad de gelificante, se obtienen distintos resultados: desde pomadas de gran fluidez hasta otras con la consistencia de un pudin blanquecino y transparente.

Hay distintos tipos de agentes gelificantes, pero no pueden contener sustancias orgánicas, como la gelatina, debido a su capacidad de descomposición. Los más adecuados son los derivados de la celulosa natural modificados sintéticamente: se trata de los productos Klucel, emparentados a nivel químico con el engrudo para empapelar convencional y totalmente inocuos. Los diferentes Klucel gelifican de manera distinta, por lo que varían tanto las cantidades a utilizar como la viscosidad. En mis propios experimentos descubrí que el Klucel H resulta especialmente ventajoso. Las soluciones de agua oxigenada de entre el 1 % y el 15 % gelifican a temperatura ambiente en pocos minutos cuando el Klucel H sólido se va añadiendo en porciones y se remueve con una espátula de plástico. En contra de la opinión de los farmacéuticos, cualquiera puede fabricar estos hidrogeles sin ninguna dificultad.

Todos estos geles son fáciles de aplicar y se secan completamente en la piel; los restos del gelificante pueden quitarse fácilmente con agua. Son especialmente recomendables para pequeñas lesiones.

La diferencia con las soluciones acuosas radica en que los geles no se escurren durante la aplicación, la evaporación es más lenta y el principio activo puede actuar durante más tiempo si se aplica una buena capa de gel.

Consejos prácticos

Elaboración de un gel fluido

Mezcle 1,5 gramos de Klucel H en un recipiente de plástico (doméstico) con 100 mililitros de agua oxigenada al 3 %, removiendo con una espátula de plás­tico.

Elaboración de un gel denso

Mezcle cinco gramos de Klucel H con 200 mililitros de agua oxigenada al 10 % para obtener un gel denso. Utilizando seis gramos de Klucel H, la consistencia se parece aún más a la de un pudin.

Agua oxigenada: aplicaciones y éxitos curativos

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